Cine

Batalla naval, una guerra marítima con el estilo de Transformers

Los realizadores que están detrás de la película “Batalla Naval” también estuvieron involucrados en el fenómeno comercial de Transformers. Con esto ya tenemos un gran indicio de cómo es esta nueva película americana: explosiva y frenética.

Pero seamos sinceros. Para ver esta película es necesario desconectar la mente, evitar de pensar y dejarse llevar por lo que acontece, es decir los efectos visuales, la acción y los ligeros momentos de tensión.

La historia no es nada original: Los humanos envían una señal a otro planeta descubierto recientemente y en el que se considera que puede haber vida extraterrestre. Un tiempo después, una respuesta llega en forma de pequeña avanzadilla militar.

Los extraterrestres se disponen a explorar la superficie de nuestra Tierra para encontrar algo provechoso y descubren un océano inmenso que cumple con sus expectativas en materia de recursos. Deciden hacer lo posible para conquistarlo y así aprovechar la energía de este océano.

A continuación, la avanzadilla extraterrestre se instala en una zona de la costa americana, cerca de la isla de Hawaï, y logra destruir gran parte de los navíos americanos. Ese ataque –parecido al de los japoneses en la batalla de Pearl Harbor, en 1941–  genera un sentimiento de pánico que los americanos lograrán superar con el apoyo de la comunidad internacional.

En sí, se trata de una película muy poco elaborada en términos de guíon. Además, resurgen las típicas situaciones de patriotismo exagerado con unos Yankis superiores al resto del mundo, las muestras de valentía de algunos soldados kamikazes, y otras imágenes que aparecen en todas las películas americanas.

A veces, uno tiene la sensación de estar viendo un “recalentado” con escenas de muchas películas exitosas del cine como: ID4 (1996), Armaggedón (1998), Mars Attacks, Independance Day y, claro, toda la serie de Transformers.

En realidad, la sensación que he tenido al ver esta película es mitigada. La tecnología empleada es excelente. Todo resulta impresionante a la vista y los sonidos son atronadores, aunque a veces resulta incluso pesado escuchar tanta explosión, tantos impactos de bala, tantos gritos.

Lo malo es que es una película demasiado previsible. La trama sigue el esquema perfecto de un guión americano con el típico momento de tensión, búsqueda de solución, y aparición súbita de un héroe sin miedo que arrasa con todo.

Entonces, ¿cuáles son los puntos positivos de esta película? Muy sencillamente, es una película que puede atraer un público joven interesado por algunos efectos en 3 dimensiones. También hay que destacar la presencia de algunos actores que entran por primera vez en el mundo cinematográfico de gran escala.

Rihanna, la cantante americana conocida por su canción “Umbrella” y sus peleas sonoras con su novio, es una de las estrellas que dan a este “casting” algo de peso, aunque hay que reconocer que su actuación es pésima, o mejor dicho inexistente.

Los demás actores mantienen un cierto nivel, pero reitero lo dicho: no hay que ser un buen actor para actuar en una película donde reinan los disparos, las explosiones y los gritos interminables.

Tendremos que esperar la película “Prometheus” de Ridley Scott para ver una película de ciencia-ficción decente este año. De momento, nos consolaremos con esta película y muchas crispetas.