Cine
Los Minions: el origen de todo
Tras el éxito casi inesperado de esos seres extraños -que acompañaban a un amigo villano-, la película era casi una obligación. Los Minions ya habían seducido al gran público de una manera inmediata y sobrecogedora.
Así es cómo llega ahora una historia con el origen de estos personajes. Un filme necesario para conocer un poco más de su pasado y aventuras, además del esperado encuentro con Gru (el villano).
La pregunta era: ¿Habría suficiente material para mantener el interés durante una hora y media (o más)? ¿Se lograría construir una buena historia con ellos siendo el centro de atención absoluto?
La respuesta no hay que buscarla muy lejos. Esta película demuestra que sí había material y necesidad de hacerlo para consolidar el interés de toda la saga.
Pero hablemos de cómo evoluciona esta “Génesis”. La película empieza de forma graciosa y animada. Los Minions aparecen en la Prehistoria y van pasando brevemente por diferentes etapas históricas: Egipto, la Edad Media, un encuentro con Napoléon, pasando por la Antártida y el hombre del Yeti o incluso "la Luna". Su único sentido existencial es intentar conseguir hacerse con alguien que ejerza como villano y al que poder ayudar en sus tareas, como esbirros, pero no terminan de tener suerte.
Kevin, Stuart y Bob son los tres personajes en los que se focaliza la historia, aunque pertenecen a una tribu muchísimo mayor de seres casi idénticos. Todos son pequeños, amarillos y llevan anteojos. Pero notamos diferencias y detalles como que algunos tienen un ojo, otros dos, y alguno es más alto y alargado mientras que otros son bajitos y rechonchos, aunque su esencia es idéntica.
Tras esta primera parte amena e intensa, con guiños a diferentes culturas, llegan el gran conflicto: el robo de la corona de la Reina de Inglaterra y el casual encuentro de los personajes con Gru. La película pierde un poco de ritmo, algo de tensión, pero se mantiene divertida.
Para el gran público, y como oferta vacacional, Los Minions es una gran propuesta para disfrutar y reír. Es una lástima que la cinta sólo venga a explicar lo que pasa en las películas anteriores.
Natalia Fernández
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