Cine

El libro de la selva: mucho más que una simple actualización

Jesús Rubio

13/04/2016 - 07:05

 

El cine de aventuras renace con emoción en esta nueva entrega de El libro de la selva, la película basada en el famoso libro de Rudyard Kipling en el que un niño crece en el medio de la selva. 

En 1942 los hermanos Korda filmaron la primera versión y, posteriormente, Disney se encargó de reactualizarla en forma de animación (la hizo en 1967, en 1994 y una secuela en 2003). Esta vez la compañía del ratón Mickey vuelve sobre este relato de supervivencia y le da la dirección a Jon Favreau, quien ya demostró capacidad en el manejo del entretenimiento y talento en el género en Iron Man 1 y 2.

El director entiende que el cine es movimiento y el movimiento es la chispa que enciende el fuego de la aventura. Y no se puede empezar una buena película si no es corriendo, si no es con el vértigo puesto al máximo para que de entrada el espectador se sujete a la butaca y quede prendido y encantado. 

El “cachorro” humano huérfano es Mowgli (interpretado por Neel Sethi), quien todos los días se entrena en la selva con la pantera, su amigo y primer padre adoptivo y quien lo encontró después de que el tigre más malo del reino animal matara a quien aparentemente era su padre. La pantera es también quien se encarga de llevarlo a vivir con una manada de lobos para ponerlo a salvo de las garras asesinas.

Como en toda buena película de aventuras, los malos y los buenos, el mal y el bien quedan rápidamente definidos. Habrá que luchar por la supervivencia y huir del enemigo. Para el tigre malo, los humanos son el Hombre. Y el Hombre hace daño y si hay un humano entre ellos hay que eliminarlo.

Es así que Mowgli tendrá que abandonar su hogar si quiere salvar su pellejo y el de sus amigos, lo que en el género es la excusa perfecta para que empiece la aventura, un viaje que siempre trae, además de obstáculos y problemas, aprendizajes de todo tipo. 

Hay un homenaje entre gracioso y serio a Marlon Brando en Apocalypse Now. También hay sección musical pero en menor medida. Y los movimientos de cámara tienen la función de facilitarle al espectador el sentido de los desplazamientos y las peleas de los personajes.

Mientras Zootopia sigue en cartelera, El Libro de la selva se le suma como otro tanque de Disney con animales que hablan. Si bien los animales y el paisaje están digitalizados, esta película es una demostración de que se puede hacer algo digno con la tecnología y el 3D. Aquí se aprovecha la técnica al máximo y se la aplica con un sentido cinematográfico.

 

Jesús Rubio 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Tomemos en serio la Cultura, hagamos un festival de cine.

Tomemos en serio la Cultura, hagamos un festival de cine.

Si entendiéramos lo determinante que es la cultura en nuestra región para generar paz, fuentes de empleo y desarrollo, otro cuento se...

Tarzan 3D: un cuento adaptado a los tiempos de hoy

Tarzan 3D: un cuento adaptado a los tiempos de hoy

Vuelve el grito mítico del hombre blanco convertido en rey de los animales de la selva. Hablamos de “Tarzán”, la película animad...

Gravedad, un espectáculo visual y emocional

Gravedad, un espectáculo visual y emocional

Una de las cosas hermosas que tiene el cine, entendido esto como la experiencia de ingresar a una sala con buenos equipos de proyecció...

Skyfall: entre nostalgia y pura acción

Skyfall: entre nostalgia y pura acción

Después de Quantum of Solace (2008), una de las más anodinas aventuras del agente 007, estaba claro que las cosas se iban a poner muy...

El paseo 2: ¿Lo mejor de la comedia colombiana?

El paseo 2: ¿Lo mejor de la comedia colombiana?

Viajar en familia debería ser un placer, eso digo yo cada vez que salgo para Santa Marta con la familia, pero la realidad no siempre e...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados