Cine

Warcraft: un salto olímpico del videojuego al cine

Siguiendo las pautas marcadas por la famosa serie de videojuegos (de la cual me declaro un gran fan), Warcraft recrea la primera guerra entre humanos y orcos, que siempre ha sido una raza noble que se dedica a la caza y a estar en contacto con la naturaleza con sus chamanes, sin embargo, una nueva magia muy poderosa los está corrompiendo.

El mundo de los orcos se está muriendo, la solución que encuentran es construir un portal que los lleve a otra tierra, más concretamente a Azeroth, donde viven los humanos en paz. Así que la guerra entre las dos razas será inevitable.

La historia se centra en los héroes que hay dentro de los dos bandos, así no existe un bien o un mal como por ejemplo el Señor de los Anillos donde se sabía de antemano que los humanos y elfos eran los buenos y los orcos y trasgos los malos. Aquí existen matices. Dentro de la Horda hay clanes, no todos están contentos con lo que está pasando, también hay traiciones y engaños.

Entre los humanos, todos respetan al mago Medivh al que llaman “El guardián”, pero éste terminará corrompido por esa magia verde tan dañina. Así que hay muchos matices en la historia y se puede empatizar muy bien con los protagonistas. Al orco Durotan, por ejemplo, se le coge cariño pese a su amenazador aspecto porque da su vida por su clan y por sus ideales, un auténtico mártir.

El mundo de Warcraft está muy bien recreado, y puede incluso parecerse a un videojuego en algunos momentos, pero eso no le desfavorece al filme. La ambientación, armas, armaduras y hasta el último detalle están pulidos a la perfección para introducirte en un mundo muy rico y detallado. Si la gente disfrutó con esos paisajes naturales de Pandora en Avatar, hará lo mismo con Azeroth. Por cierto las primeras imágenes de la película cuando un humano se enfrenta a un orco y hablan sobre las batallas entre las dos razas, esas imágenes es como empieza Warcraft 3 y a partir de ahí comienzan a llover demonios.

Diferencias con el videojuego: La historia está basada en Warcraft pero no es exactamente igual, a los más puristas les podrá molestar unas cuantas cosas como por ejemplo que no se llega a ver al demonio Kil’jaeden que controla al brujo Gul’dan, además la muerte del rey Llane Wrynn a manos de Garona es totalmente diferente ya que interviene fuerzas oscuras detrás que le obligan hacerlo.

El director Duncan Jones (Moon, Código Fuente) que también ha intervenido en el guión ha hecho un gran trabajo, ya que mezcla a la perfección momentos de tensión, guerra, con parones con conversaciones y humor muy bien metido. Los personajes son muy creíbles y reconocibles y eso que la mitad están hechos por ordenador.

Mi conclusión: la película tiene muchos puntos positivos, es muy entretenida y se te pasa el rato volando, los orcos están muy bien hechos y los mundos te introducen en el videojuego, dan ganas de volver a jugar al Wow (eso es innegable) y sobre todo te dan ganas de más, dejan varias cosas abiertas así que ojala pasen de las malas críticas y hagan una segunda entrega, que esperemos que sea bien pronto.

Alberto Campos