Educación

Picto-Lectura: una herramienta pedagógica para niños autistas. Una charla con la pedagoga Paola Reales

 

El pasado mes de abril se celebró la concientización mundial del autismo. Es, sin duda, un tema que afortunadamente ha ganado mucho terreno en cuanto a divulgación y visibilización, no sólo en el ámbito científico, sino también en el pedagógico. Comencemos por definir, ¿qué es el autismo?

La concepción del autismo ha variado de manera significativa: lo que hace más de un siglo atrás era entendido como un nuevo síntoma de la esquizofrenia, ahora podemos reconocerlo como ese conjunto de afecciones cerebrales que inicia desde la infancia y persiste durante toda la vida. La persona autista tiende a aislarse, irritarse con cambios mínimos, tiene intereses obsesivos, entre otras dificultades para relacionarse con las personas que le rodean. El autismo no tiene cura, pero sí se puede tratar, por eso es importante el apoyo y diagnóstico temprano, para brindar mejor oportunidad de un desarrollo saludable y mayores beneficios.

¿De qué se trata el trabajo de investigación que está llevando a cabo, y hasta ahora cuáles son las principales y más importantes conclusiones?

Esta investigación tiene como objetivo principal conocer el proceso lector de los niños autistas en primer grado escolar, ya que el trastorno genera retrasos en el desarrollo de las habilidades del habla y el lenguaje; aplicando las pruebas necesarias para identificar las falencias que impiden que el niño progrese, adquiera un mayor vocabulario, fluidez verbal y comprensión de lo que lee. Entonces, se proponen actividades lecto-pictográficas adecuadas al nivel de autismo que padece el estudiante al que se le ha hecho seguimiento.

A medida que uno va adquiriendo conocimiento sobre lo que implica el autismo y sus necesidades en el ámbito escolar, se encuentra en un mar de dificultades, empezando por la escasa capacitación a los docentes, tanto de escuelas públicas como privadas. El sistema educativo exige una atención e inclusión, que claramente no se efectúa cubriendo las necesidades del estudiante.  Por otro lado, el sistema pictográfico es una herramienta muy útil que, implementado en conjunto con la escritura, nos permite ser inclusivos, puesto que ayuda a fortalecer el proceso lector de cualquier otro niño que no padezca de TEA (trastorno del espectro autista).

¿Qué la motivó a escoger este tema como objeto de investigación?

Son muchos los motivos que me impulsaron. Hace un par de años atrás ingresé a trabajar en una escuela primaria del municipio de Soledad, Atlántico, lugar en el que tuve mi primera experiencia como docente. Allí me enfrenté a la tarea de buscar una estrategia que cumpliera las exigencias del proceso de enseñanza-aprendizaje de un estudiante con dificultades cognitivas y sociales. Caso que se repitió durante mis prácticas en una escuela pública de Malambo, Atlántico, en la que estuve haciendo acompañamiento. Sin embargo, no se dio inicio a la investigación hasta que conocí a mi compañero de tesis, quien tiene un hijo autista de 8 años y ha podido tener experiencias más cercanas con esta problemática que, comúnmente, nace del desconocimiento del trastorno dentro del entorno educativo.

¿Cuáles fueron las dificultades más recurrentes a la hora de llevar a cabo esta investigación?

La investigación se inició durante el primer semestre de 2019. Todo marchaba a conveniencia durante ese año, hasta la llegada del covid-19 en 2020, entonces perdimos contacto con algunos estudiantes que por decisión de sus padres no continuaron en la institución, lo cual nos obligó a trabajar de manera independiente con un estudiante que en reiteradas ocasiones tuvo que ser transferido de escuela por no responder de manera satisfactoria a las estrategias y actividades empleadas por los docentes a cargo, dificultando el trabajo en conjunto con los docentes de manera permanente.

¿Cuáles fueron los momentos más arduos de este trabajo? Asimismo, en términos de satisfacción ¿qué es lo que más destaca?

Uno de los actores más importantes en el proceso educativo de todo niño son los padres, porque es en el hogar donde los niños crean por primera vez lazos afectivos y aprenden a comunicarse. En ese sentido, es frustrante para uno como docente tener la iniciativa de buscar soluciones para el avance del niño y no contar, en la mayoría de los casos, con el apoyo de los padres; además de eso, está el desamparo por parte de la Secretaría de Educación Departamental (del Atlántico), quienes no brindan herramientas o ayudas económicas a las familias de más bajos recursos, tampoco capacitación de calidad a docentes de las escuelas públicas para impulsar planes y estrategias que beneficien a estos estudiantes, de manera que puedan participar plenamente en la sociedad. Existe una prevalencia de trastornos en la comunidad estudiantil, las tecnologías avanzan con rapidez y siento que la educación se está quedando atrás.  

En términos de satisfacción, me siento muy agradecida con las escuelas que nos abrieron las puertas para realizar este trabajo, el cual no sólo ha favorecido a los estudiantes implicados, sino también a nosotros como educadores. Es una alegría inmensa conocer la realidad del ser autista, quien no debe considerarse como una persona discapacitada, sino como un individuo que tiene una forma diferente de aprender y que posee talentos artísticos innatos. Como escribe Rosa Montero: el arte es una luz que todos necesitamos, no sólo los que lo producen, también todos aquellos que lo admiran. Así mismo, cada uno de estos niños autistas ha sido una luz en mi carrera.

¿En algún momento, por uno u otro motivo, quiso desistir de esta investigación?

No, en ningún momento. El autismo es un tema que cada día toma fuerza, concientizando a más educadores y padres de familia; es una cuestión que entre más conocemos más preguntas nos genera, hecho que nos impulsa a buscar nuevas alternativas que se ajusten a los cambios que sufre la sociedad y la educación, promoviendo la inclusión y el espíritu investigativo.

¿Cómo hacer para que este trabajo investigativo no quede sólo en el ámbito académico? ¿Ha pensado presentarlo ante algún ente educativo público o privado para ponerlo en práctica entre los estudiantes?

Para la promoción de esta investigación y la estrategia propuesta se ha venido compartiendo la información en tres escuelas diferentes en las que se estuvo trabajando en los últimos dos años, integrando profesionales de la salud (fonoaudiólogos), padres de familia y comunidad en general. La idea es llegar con este mensaje a la sociedad, despertar el interés en la comunidad educativa, motivar a que se abran nuevas investigaciones que contribuyan cada día más a la calidad de la educación, tanto en el departamento del Atlántico, como en todo el país.

¿Qué viene en su carrera en términos de investigación pedagógica?

Indagar sobre los aspectos favorables y desfavorables que existen en las estrategias pedagógicas de lectura y el proceso lector en los estudiantes que padecen autismo. Es sólo una pequeña parte del mundo de los trastornos y déficits a los que nos tenemos que enfrentar los docentes hoy en día, por ello mi propósito es, precisamente en esta época de pandemia, seguir el trabajo que se está realizando con niños que padecen grados leves de autismo, asperger y TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), teniendo en cuenta las herramientas tecnológicas que exige la situación actual. Con base en esto, el plan a futuro es diseñar una plataforma digital educativa que contenga diversas actividades en las que se promueva la lectura, la escritura, la pintura y la música, haciendo uso del mismo sistema pictográfico.

 

Giancarlo Calderón