Gastronomía

Vino y religión: un matrimonio místico que aún permanece

Ramiro Elías Álvarez Mercado

08/07/2025 - 06:30

 

Vino y religión: un matrimonio místico que aún permanece

 

"El buen vino es una excelente y jovial criatura de Dios, cuando se hace de él un uso moderado": William Shakespeare (dramaturgo, poeta y actor inglés: 'La Tempestad', 'Acto IV', 'Escena I').

Respeto y valoro la gran diversidad y la libre creencia de cada individuo. En este escrito, quiero contarles el papel que ha tenido el vino a lo largo de la historia y su unión con la religión.

Para las primeras religiones, el vino era una bebida purificadora. Los sacerdotes de diferentes culturas de la antigüedad sabían de los efectos benéficos para la salud, es por ello que el Vino y la Religión han formado parte de un matrimonio místico que aún permanece.

Su simbolismo y significado varían según la tradición religiosa; pero en general, representa la comunión y la celebración con lo divino.

Desde su nacimiento hace más de 5 mil años, el vino ha formado parte de muchas culturas en distintos lugares del mundo de forma tan intensa que se integra en sus religiones. En algunas se convierte incluso en el mismo Dios. El vino es una bebida que aparece rodeada de un aura especial y, en ese sentido místico, se transforma en alimento del espíritu.

Cuando la historia propiamente dicha comienza con motivo del descubrimiento de la escritura, el hombre dejó testimonios de sus mitos y rituales en los que el vino jugó un papel protagónico. Gestín era la diosa "madre-cepa" para los sumerios, Osiris para los egipcios, Dionisio para los griegos, Baco para los romanos.

En el cristianismo, el vino es un símbolo de la sangre de Cristo y se utiliza en la comunión para representar la unión con Dios. La última cena es un momento clave en la narrativa cristiana donde Jesús instituye la Eucaristía y el vino se convierte en un símbolo de su sacrificio.

En la iglesia católica, el vino se consagra y se cree que se convierte en la sangre real de Cristo. Esto se conoce como transubstaciación.

Por su parte la comunión es un sacramento en el que los fieles reciben el pan y el vino consagrados, simbolizando la unión con Dios y la comunidad. También se recuerda el momento cuando Jesús convirtió el agua en vino en la boda llevada a cabo en Caná de Galilea. Este evento, registrado en el Evangelio de Juan, es considerado el primer milagro realizado por Jesús.

Aunque en el Islam prohíbe el consumo de vino, se utiliza en algunas tradiciones sufíes (rama mística del Islam que enfatiza la experiencia interior y la búsqueda interior con Dios a través de la purificación del alma y la práctica espiritual) como símbolo de la unión con Dios. Ellos creen que esta bebida puede representar la embriaguez espiritual y la unión con lo divino.

Por otro lado, en el judaísmo, el vino se utiliza para santificar el Sabbath (en la tradición judía es el día de descanso obligado que se reserva para la plegaria y la suspensión del trabajo) y celebrar la creación del mundo. También es ingerido en exceso durante la fiesta de Purim para celebrar la salvación del pueblo judío de la mano de Ester y Mardoqueo. La Kiddush es una bendición que se recita sobre el vino durante el Sabbath y las fiestas judías. El vino se considera un símbolo de la alegría y la celebración.

En otras tradiciones y culturas, el vino se utiliza en rituales y ceremonias para simbolizar la comunión con los dioses o los antepasados. Por ejemplo, en la antigua Grecia el vino se utilizaba en rituales dionisíacos para celebrar la fertilidad y la abundancia.

El consumo de vino en las fiestas hebreas va acompañado de bendiciones y rituales al comienzo de cada comida; sobre una mesa con manteles blancos se pone pan y vino, para recordar el maná y los racimos de uvas.

Jesús de Nazaret instituyó la Eucaristía, en la Última Cena que celebró con sus apóstoles, elevando el pan y el vino, consagrados, a la categoría de símbolos de su presencia en el mundo; Jesús distinguió a esta bebida entre todos los productos, revistiéndolo de la máxima dignidad y de una significación plena en el orden religioso.

Posiblemente, la vid al, igual que la sal y el trigo, ha acompañado a la humanidad desde los principios de la civilización.

Definitivamente esta bebida ancestral se entrelaza con la liturgia, la cultura y la gastronomía de varias religiones, encarnando tanto la espiritualidad como la comunión en fechas sagradas y festivas.

En resumen, la relación entre el vino y la religión es profunda y multifacética en la que se abarcan no sólo aspectos religiosos sino también culturales, sociales y económicos. A través de sus múltiples manifestaciones el vino encarna la espiritualidad de esta tradición milenaria, recordándonos la importancia de la conexión, la gratitud y la esperanza en nuestras vidas.

Así que ahora que vayas a tomar vino, o compartirlo con otros, recuerda la larga e interesante historia que hay alrededor de esta maravilla bebida.

¡Salud! 

 

Ramiro Elías Álvarez Mercado

Sobre el autor

Ramiro Elías Álvarez Mercado

Ramiro Elías Álvarez Mercado

Una copa de folclor

Nacido en Planeta Rica, Córdoba, el 14 de octubre de 1974, radicado en Bogotá hace casi tres décadas. Amante de la lectura, los deportes, la escritura, investigador nato de las tradiciones, costumbres, cultura, música, folclor y gastronomía del Caribe colombiano. 

Estudió coctelería, bar, etiqueta y protocolo con dos diplomados en vinos y certificación de sommelier, campo profesional en el que tiene más de 20 años de experiencia. 

Escribe de manera empírica, sobre fútbol y otros deportes, vinos y todo lo relacionado con el tema, así como publicaciones en distintos medios sobre cultores de la música vallenata y de otras expresiones musicales que se dan en el Caribe colombiano. Sus escritos han sido publicados en distintos medios virtuales.

Desde temprana edad le ha gustado escribir, sin embargo, fue en Bogotá, muy lejos de su terruño, que se le despertó ese deseo incesante de recrear las semblanzas de personajes que han hecho un aporte significativo al vallenato y otras expresiones musicales de la Costa Atlántica de Colombia.

@RamiroEAM

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Las lentejas: mucho sabor y grandes beneficios en la salud

Las lentejas: mucho sabor y grandes beneficios en la salud

  De acuerdo a lo que señalan las fuentes históricas los pueblos antiguos ya conocían el sabor, la versatilidad y las grandes pr...

El encuentro entre América y Europa: impacto en la alimentación y los cultivos

El encuentro entre América y Europa: impacto en la alimentación y los cultivos

  El Encuentro entre América y Europa resultó un acontecimiento importante para la agricultura y la alimentación mundial. Los conq...

Emprendimiento y gastronomía: una combinación posible

Emprendimiento y gastronomía: una combinación posible

Roque Carpintero Santiago es un chef colombiano de largo recorrido que promueve un emprendimiento innovador en la gastronomía. En su ...

La sobrebarriga de Foción

La sobrebarriga de Foción

  Aquella mañana de marzo, con el calor en su punto, la cárcel nacional de Valledupar, ubicada en el barrio Dangond, recibía el co...

La lechona, historia de un plato popular en el centro de Colombia

La lechona, historia de un plato popular en el centro de Colombia

  Uno de los manjares apetecidos en el centro de Colombia es la Lechona, especialmente en el Tolima, Este plato típico tradicional s...

Lo más leído

La fiesta de Halloween y su significado

Redacción | Ocio y sociedad

Vallenato: un lenguaje musical en constante evolución

Héctor Manuel González Cabrera | Música y folclor

Santander Durán Escalona, el mago de la palabra

Noralma Peralta Mendoza | Música y folclor

Petrona Martínez, las penas que nunca fueron tristes

Guillermo Valencia Hernández | Música y folclor

Artista glocal, entre el territorio y la globalización

Diógenes Armando Pino Ávila | Opinión

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados