Historia
Ecos del club de ajedrez “Ciénaga”
El club de ajedrez llamado Ciénaga, indiscutiblemente, fue un aporte importante a la cultura de esta localidad, tras ser fundado el 17 de marzo de 1958. Sus primeros directivos fueron Carlos Crissien Consuegra, presidente; Faro Zabaraín Bravo, secretario; José Ignacio Rozo, tesorero y Misael Ortiz Bonilla, fiscal. Consiguió su personería jurídica fue otorgada mediante escritura 318 de agosto 13 de 1968. Después, solicitaron su afiliación a la Federación Colombiana de Ajedrez con la finalidad de participar en campeonatos nacionales y, además, para que el Magdalena tuviera su representante.
Iniciaron actividades en la antigua telefónica de Ciénaga, pasando más tarde la sede a la casa del señor Faro Zabaraín (Calle 13 entre carreras 10 y 11), donde estuvo funcionando por mucho tiempo un aviso luminoso que tenía la figura de un caballo en el centro y una leyenda que decía Club de Ajedrez “Ciénaga”.
Fueron sus socios fundadores Enrique Botero Culzat, Diógenes Rovira Rosales, Gil Zabaraín Bravo, Jaime Ditta Estrada, Cesar Caballero Serna, Virginio De Andréis De Andréis, Cesar Rovira Rosales, Julio Perdomo Ricaurte, Andrés Almarales Manga, José Perdomo Ricaurte, Alfonso Lastra Rocha, Ernesto Forero, José Polo Infante, Roberto Lastra Rocha, Luís Álvaro Díaz Liévano y Carlos Nasra Hasbúm. Luego llegaron nuevos socios como Mario Payán Reyes, Atilio Correa, Anuar Barake Buchar, Agenor García Gutiérrez, Ismael Martínez Charris, Marco Sánchez Velasco, Luís E. Quintero Fontalvo, Guillermo Morán Barrios, Alberto Carbonell, Alfredo Torregroza Vives, Humberto Velásquez Galarza y Antálcides Castilla Jaramillo. Más tarde llegaron otros socios, entre ellos Tomás Zabaleta Herrera, Simón Saade, Humberto Lastra Rocha, Rafael Calderón Cabana, Rafael Socarrás De La Hoz, Román Smith Ricaurte, Ezequiel Bilbao, Julio Zabaleta Herrera, Ladislao Martínez Nieves, Edwin Buchar De Silvestri, Nicolás Abraham y Saúl Polo Atencio. Ya después llegamos otros vinculándonos al club de ajedrez que contaba con enormes simpatías y era muy grato ver el interés en hacer parte de él.
Bajo la dirección del doctor Anuar Barake, la jefatura de redacción de Faro Zabaraín Bravo, la auditoría de Rafael Pacheco Vargas y la gerencia a cargo del doctor Tomás Zabaleta Herrera, se fundó en el año 1959 la revista “Jaque Mate”, con licencia de publicación del Ministerio de Gobierno No. 0574, primera y única en su género en Colombia, con corresponsales capacitados
en diferentes partes del país y con colaboradores especiales con sus comentarios, como los Maestros Internacionales del ajedrez Miguel Cuéllar Gacharná, nueve veces campeón colombiano de ajedrez, quien jugó también para Colombia en seis olimpiadas del juego ciencia; Boris De Greiff, maestro de maestros. Representó a Colombia en once olimpiadas mundiales de ajedrez y fue Miembro de Honor de la Federación Internacional de Ajedrez; Luis Augusto Sánchez, primer colombiano en recibir el título de Maestro Internacional por la FIDE. Ganó el campeonato de ajedrez de Colombia en seis ocasiones; Carlos Cuartas, campeón nacional de ajedrez en siete ocasiones, representó a Colombia en varias olimpiadas mundiales y también en numerosos torneos internacionales, y Rafael Jiménez, una de las máximas figuras del ajedrez del Atlántico, entre otros.
“Jaque Mate” era una revista de publicación mensual, generalmente de 30 páginas; se editaba en Ciénaga en la Tipografía Villarreal, ilustrada, donde se analizaban las estrategias de las jugadas, sus variantes, sus combinaciones, las aperturas, se reproducían las partidas y finalmente se sacaban análisis de las mismas. Era una de las revistas más apreciadas en Colombia, diferente a todas y coleccionable. Sus páginas traían información oportuna, publicaciones entretenidas con una variedad de temas al servicio de la cultura, del deporte y, en especial, a la divulgación del ajedrez. Se destacaban acontecimientos sociales como cumpleaños, matrimonios, nacimientos, bautizos, defunciones. También publicaciones de poemas, reportajes, apuntes sobre el folclor, conceptos de personalidades reconociendo la importancia por el material que traía la revista en cada publicación, tanto literaria como ajedrecística; eran más notorios. El doctor Tomás Zabaleta Herrera, por ejemplo, era uno de los más activos socios y corresponsal especial que cumplía siempre una meritoria labor deportiva y cultural.
Correspondían con entusiasmo y respaldo importantes comerciantes de Ciénaga que demostraban con su patrocinio el apoyo total de su publicación, cuya primera edición salió en el mes de octubre del año 1959.
La Compañía Colombiana de Electricidad, “La Renaciente”, taller de sastrería y fábrica de zapatos, de Nunciato Voto y CIA, Heladería Central, de Gabino Curtidor, Café Almendra Tropical, Almacén Philips, de Antonio Navarro, Servicentro Esso San Cristóbal, de Morán y Castañeda, Farmacia Popular de José Gregorio Acosta, eran algunos de sus contribuyentes.
En estos episodios sueltos que giran en torno a acontecimientos, apartes y hechos que hemos considerado los más significativos que quedaron como remembranzas del Club de Ajedrez “Ciénaga”, registramos que el Primer Torneo del club se realizó en 1958, resultando campeón Carlos Crissien Consuegra, en la primera categoría. En la segunda categoría lo fue Enrique Botero, entonces una joven revelación, y subcampeones en el mismo orden fueron Diógenes Rovira y Rafael Pacheco Vargas.
El siguiente año fue de mucha actividad y apoyo de los socios del club, logrando posicionarlo como uno de los mejores organizados en el país. Se consiguió el primer reloj de ajedrez, de fabricación alemana, obsequio del doctor Anuar Barake, recibiendo el club al otro año los relojes suficientes luego de que la asamblea departamental expidiera la Ordenanza No. 76 del 3 de diciembre de 1959, sancionada por el gobernador del Magdalena, por medio de la cual se auxiliaba al club para tal fin. Había una biblioteca con una variedad de libros con excelentes fuentes de información para utilizarlos en el club o para recibirlos en préstamo por un tiempo; se hacían partidas informales de ajedrez entre socios o personas invitadas, otros llegaban a jugar ajedrez al club recreativamente con conocidos o no y otros a participar en torneos o en simultáneas que se realizaban unas veces en la sede del club, también en el templete de Ciénaga o en los salones del Hotel Tobiexi, en colegios de la ciudad, donde un jugador (por lo general un buen jugador) jugaba contra varios jugadores recorriendo de tablero en tablero en un orden establecido.
Ese año, el Maestro Internacional FIDE Miguel Cuellar Gacharná visitó la sede del club con sus colegas del juego ciencia Abraham Borja y Álvaro Mancera, brindando una breve conferencia sobre el ajedrez y sus influencias en las esferas intelectuales, haciendo una exposición sobre la importancia dentro de la cultura oriental del ajedrez. Lo que motivó al doctor Anuar Barake a escribir su artículo que despertó gran interés nacional por su importante y valioso contenido: “El ajedrez y sus relaciones con la mente”.
Para esa época, el Maestro Internacional Luis Augusto Sánchez, quien hizo memorables partidas de ajedrez en Estados Unidos, Chile, Argentina, Suecia, Rusia, Alemania, Holanda y otros países, y enfrentó maestros del ajedrez como los rusos Petrosian (campeón mundial de 1963 a 1969), Kotov y de otras nacionalidades, jugó en Manizales con una ajedrecista de Ciénaga, que estaba en su mejor momento y jugaba en forma brillante con un alto nivel competitivo, de quien dijo que “era un buen jugador, de juego posicional y muy teórico, que tenía una gran cualidad: que era difícil hacerle abrir el juego, difícil de entrarle”. Se refería a Enrique Angarita.
Esto nos puede decir todo lo relacionado al desarrollo de esa partida, a ese encuentro entre Sánchez y Angarita, refiriéndonos a esa importancia de buenos jugadores que entonces tenía Ciénaga.
En estos recuerdos saltones del Club Ajedrez “Ciénaga”, que también debemos citar, tienen que ver con el señor Emilio Martínez Zuluaga, rector del Instituto San Juan del Córdoba (1960), quien organizó en debida forma el club de ajedrez del colegio con la asesoría del Club de Ajedrez “Ciénaga” para la adecuada instrucción de los jóvenes ajedrecistas del San Juan que despertó en ellos su interés en querer aprender y jugarlo por sí mismo, trabajo que desarrolló en forma ejemplar inculcándole a sus estudiantes su valioso propósito.
Todo esto son puntos de vista que hemos citado que solo son dispersos, solo son fragmentos de los muchos más de los que podrían decirse que hemos querido mencionar dada la importancia del club en su momento, pero no queremos concluir estas anotaciones sin destacar como un hecho de singular importancia y es la labor que viene realizando el actual rector Román Payares Almarales, que en forma tenaz, perseverante, viene organizando por el resurgir del juego ciencia en el Instituto San Juan del Córdoba. Gracias a esta iniciativa de su director Payares Almarales, el colegio tiene hoy una moderna sala de ajedrez que lleva el nombre Rafael “Lito” Calderón Cabana en honor a la persona que por su desempeño y figuración a nivel nacional en el ajedrez se destacó siempre en los torneos donde participó, siendo varias veces campeón departamental. Todo aquello permite suponer que el nombre Rafael “Lito” Calderón Cabana ocupará el sitio de honor que ha debido tener desde hace mucho tiempo.
Vayan pues nuestras felicitaciones al señor rector Payares por su meritoria y plausible labor que contribuye al renacer del ajedrez en Ciénaga y de quienes lo practican aconsejado, además, para todas las edades. Sus prácticas para el ajedrecista cualquier momento es bueno para jugarlo ya sea entretenidamente con amigos o como quiera practicarlo también. Bienvenida entonces la sala de ajedrez “Rafael “Lito Calderón Cabana y honrémosla haciendo de su ejemplo nuestro legado.
Edgar Caballero Elías
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