Historia

John Hawkins: el contrabandista y pirata que abrió las hostilidades con la corona española

Milton Zambrano Pérez

23/11/2020 - 04:30

 

John Hawkins: el contrabandista y pirata que abrió las hostilidades con la corona española
El pirata y contrabandista inglés John Hawkins

 

John Hawkins viajaba a menudo a Canarias donde conoció a Pedro de Ponte y Vergara, comerciante cuyo padre era genovés, quien le dio datos sobre el tráfico de esclavos en las costas africanas. Hawkins salió de Plymouth en su primer viaje en octubre de 1562 (esta ciudad se había convertido en el principal centro para el comercio extranjero y la exploración ultramarina). Con sus tres barcos (el Salomón -120 toneladas-, el Swallow -100 toneladas- y el Jonas- de apenas 40) hizo escala en Tenerife, donde su socio y amigo Pedro de Ponte le consiguió un piloto de Cádiz llamado Juan Martínez. Después atravesó el Atlántico para vender su cargamento en la parte norte de La Española en abril de 1563 (antes había recogido esclavos en la costa africana). El contrabandista tuvo mucho éxito en Puerto Plata y Montecristi; en tales sitios vendió africanos y recibió cueros, azúcar, perlas, jengibre y, quizás, algo de oro. Lo más seguro es que Hawkins entrara en tratos con el licenciado Lorenzo Bernáldez, quien supuestamente debía enfrentarlo al mando de setenta caballeros enviados desde Santo Domingo. El acuerdo consistió en permitirle traficar y vender sus esclavos a cambio de pagar los derechos de aduana y entregar una Carabela portuguesa que había tomado. En septiembre de 1563, el contrabandista regresó a Plymouth; parece ser que dos de sus barcos habían ido hasta Lisboa (donde le embargaron su carga) y otro a Sanlúcar, por motivos que desconocemos.

La segunda incursión de John Hawkins a los dominios españoles del Caribe se produjo entre 1564 y 1565. En este viaje apoyaban al contrabandista-pirata los negociantes londinenses, algunos magnates de la marina real, Robert Dudley (conde de Leicester) protegido de la reina, y la propia Isabel I, quien arrendó un galeón grande de setecientas toneladas (el Jesus of Lubeck), exigiendo a cambio un porcentaje de los beneficios. El contrabandista-pirata (o contrabandista-corsario, sería mejor decir) llevaba la misión de visitar la colonia francesa creada a principios de 1564 por René de Laudonnière. Es pertinente anotar que un poco antes, en 1562, el capitán hugonote Jean Ribault había fundado otra colonia en la parte oriental de la Florida, desde la cual ponía en jaque a los barcos españoles. Con esta autorización a Hawkins, Isabel I jugaba sus cartas para desestabilizar a España

El contrabandista-corsario comerció en Tierra Firme sus esclavos por oro, plata, perlas y cueros. Pasó por el Cabo de la Vela (al norte del actual departamento de la Guajira en la República de Colombia), Río de la Hacha, Curazao, Aruba y llegó hasta Jamaica, Cuba y la Florida. Es decir, hizo sus buenos negocios en las colonias españolas caribeñas.

En el tercer viaje organizado por él (1566-1567), no pudo embarcar a raíz de las quejas expuestas por Guzmán de Silva, embajador español en Londres, por las entradas ilegales al Caribe. El mando de la expedición fue delegado a John Lovell, quien zarpó el 9 de noviembre de 1566 del puerto de Plymouth; entre los navegantes venía Francis Drake, quien llegaba a América por primera vez.

Entre 1567 y 1569 se produjo el cuarto viaje montado por Hawkins. Este fue una empresa nacional en la cual participaron los mercaderes, la Corona y sus consejeros y los familiares de Hawkins. La flota de seis buques zarpó el 2 de octubre de 1567 desde Plymouth. Llegó hasta Tenerife y de ahí pasó a cargar esclavos a Cabo Verde y Sierra Leona. En esta expedición, el brazo derecho de Hawkin fue su pariente Francis Drake. En Río de la Hacha y Santa Marta, los contrabandistas-corsarios presionaron a las autoridades para negociar. En Santa Marta se orquestó un ardid para aparentar que los intercambios se habían producido a la fuerza. Los ingleses lanzaron unos cañonazos y desembarcaron ciento cincuenta soldados para salvar las apariencias, como parte de la comedia.

En este cuarto viaje, Hawkins sufrió una devastadora derrota en San Juan de Ulúa, a la sazón el puerto más importante de México. El nuevo virrey, Martín Enríquez de Almansa, fue el promotor de la debacle. Fue tanta la presión española que Drake abandonó la lucha, huyendo dramáticamente a bordo del Judith. Allí se perdieron varios de los barcos y trescientos hombres. Hawkins escapó de la emboscada casi de milagro a bordo del Minion. Este duro golpe repercutió negativamente en quienes patrocinaban las expediciones, sobre todo en los mercaderes y marineros del sudoeste de Inglaterra. La derrota de San Juan de Ulúa contribuyó a sepultar muchas iniciativas, aparte de acrecentar en los marinos el odio hacia España, lo cual agrió aún más las condiciones geopolíticas globales, cruzadas por el enfrentamiento entre protestantes y católicos. A este sentimiento de derrota se unió el hecho del mejoramiento de las estrategias defensivas de los españoles, implementadas por Pedro Menéndez de Avilés después de haber exterminado la colonia francesa de Florida en 1565. Pero a pesar de todo, la necesidad de los ingleses de traficar y piratear no desapareció, aunque las ganancias en descenso y los altos costos para apertrechar los buques también desestimulaban las expediciones típicas de un comercio agresivo.

Es bueno destacar, que quienes pensaban en las riquezas americanas ya no se contentaban con el comercio ilegal, pacífico o depredador, sino que deseaban las represalias a través del saqueo o el pillaje; esta actitud está en la base del comienzo de un nuevo ciclo que desembocó en una guerra de casi veinte años (de 1585 hasta 1604).

La época de Hawkins puede caracterizarse como una etapa de contrabando impuesto por la fuerza militar; pero su política se vio limitada por los altos costos implícitos en armar las flotillas, lo que quizás no sucedió con las expediciones más sigilosas y menos molestas de los franceses y portugueses.

 

Milton Zambrano Pérez

Acerca de esta publicación: El artículo “ John Hawkins: el contrabandista y pirata que abrió las hostilidades con España ”, de Milton Zambrano Pérez, corresponde a un  extracto del ensayo titulado “Piratas, piratería y comercio ilícito en el Caribe: la visión del otro (1550-1650)” del mismo autor, y publicado anteriormente en la revista académica Historia Caribe.

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