Historia

El terremoto de Cúcuta y sus efectos

Guillermo León Labrador Morales

11/10/2022 - 05:55

 

El terremoto de Cúcuta y sus efectos
Imagen de la destrucción causada por el terremoto de Cúcuta en 1875 / Foto: archivo Biblioteca Nacional de Colombia

 

El crecimiento poblacional de Cúcuta fue detenido en el año de 1875, cuando el 18 de marzo ocurre un terremoto devastador que destruye por completo no solo a San José de Cúcuta, sino también a las poblaciones de Villa del Rosario, San Antonio del Táchira y San Cristóbal, llegando a afectar también a Pamplona y muchos otros poblados de la región.

El sismo trajo, no solo una total pérdida material en el valle de Cúcuta y sus alrededores, sino también una gran pérdida humana. Aunque el Boletín Oficial emitido en Pamplona el 3 de Junio de ese mismo año calculaba el número de fallecidos en 461, este mismo admitía que los muertos probablemente duplicaban esa cifra, y que incluso podrían llegar a ser muchos más de los mil, sin contar los que se encontraban en las zonas aledañas. Al final, las cuentas del alcalde de San José de Cúcuta, Francisco Azuero, dan un total de más de 2.500 víctimas mortales. El desastre natural también dejó a un sinnúmero de personas sin hogar, habiendo perdido todos sus bienes, lo que llevó al detenimiento de todas las actividades económicas del valle por un tiempo, que a la vez llevó a un aumento significativo de los índices de pobreza.

Aunque pareciera que dicho desastre iba a marcar el fin de Cúcuta como epicentro regional, las autoridades, que no estaban dispuestas a abandonar las posibilidades que proporcionaban las riquezas del valle, decidieron emprender rápidamente un proceso de reconstrucción de la urbe, encabezado principalmente por el entonces presidente del Estado Soberano de Santander, Aquileo Parra. En primer lugar, Parra organiza una militarización general de las zonas afectadas para evitar los saqueos y el surgimiento de bandas criminales producto de la pauperización general de la población. A la vez solicita al gobierno central de la entonces república federal de los Estados Unidos de Colombia, radicado en Bogotá, que se le envíen auxilios económicos para iniciar la reconstrucción.

La presidencia de la Republica logra reunir para dicho fin alrededor de 2000 pesos de la época. A la vez, desde el Estado Soberano, se emitió una ley especial para la distribución de dichos recursos de auxilio, de manera que se le hiciera un énfasis especial en la reconstrucción de San José de Cúcuta, siendo la mitad del dinero destinado para la construcción de obras públicas en dicha ciudad, una cuarta parte destinada para las obras públicas de los demás municipios afectados por la tragedia, y la otra cuarta parte para la construcción de puentes sobre los ríos Pamplonita y Zulia.

Está claro entonces que el terremoto no detuvo del crecimiento de la zona, sino por el contrario fue una oportunidad que las autoridades aprovecharon para dar comienzo a una modernización de la ciudad de Cúcuta. El énfasis era tan claro que se emitió también una ley especial detallando la manera como debía ser reconstruida la ciudad, tratando de darle todos los elementos necesarios para que estuviera a la altura de las ciudades modernas. Para la tarea de ejecutar los planos de reconstrucción se asignó a Francisco de Paula Andrade, quien en primer lugar planteó que la ciudad debía ser construida para un total de 25.000 habitantes, un número que más o menos correspondía al crecimiento poblacional que había venido teniendo la región hasta el momento.

Además, se planteó que la ciudad ya no debía ser los arrabales desorganizados que había existido previos al terremoto, sino una cuadricula bien delimitada, en donde a la vez se construirían en lugares específicos los edificios públicos como la aduana, la alcaldía, la cárcel, un numero de iglesias, escuelas, teatros, cementerios, un hospital, un mercado cubierto, un centro de distribución de carnes, entre otros. Esto se planteó hacerlo bajo una estricta vigilancia y regulación del estado. La reconstrucción de Cúcuta en los años posteriores al terremoto la convirtió definitivamente en el epicentro urbanístico de lo que se convertiría en el Norte de Santander. Las proyecciones pos-terremoto lo demuestran siendo Cúcuta para 1896 una ciudad de 15.000 habitantes, para 1912 de 20.000 habitantes y para 1918 de 30.000 habitantes.

 

Guillermo León Labrador Morales

Acerca de esta publicación: El artículo publicado bajo el título “ El terremoto de Cúcuta y sus efectos ” de Guillermo León Labrador, corresponde a un capítulo del ensayo académico “ Cúcuta y Norte de Santander: Configuración histórica de una comunidad imaginada ” del autor mencionado.

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