Historia

Virreyes de la Nueva Granada: sucesiones y poder político entre 1717 y 1822

Eduardo Barrera Monroy

10/01/2023 - 05:40

 

Virreyes de la Nueva Granada: sucesiones y poder político entre 1717 y 1822
Aunque ya era una realidad en 1717, el virreinato de Nueva Granada se constituyó en forma definitiva en 1739 / Foto: Banrep

 

En busca de una mejor administración y para reforzar la seguridad en vista de posibles ataques extranjeros, el imperio español creó, en el siglo XVIII, una serie de virreinatos en América del sur.

Aunque ya era una realidad en 1717, el virreinato de Nueva Granada se constituyó en forma definitiva en 1739 y se le adjudicaron las audiencias de Bogotá, Panamá y Quito.

A continuación, se enumeran los virreyes que marcaron un siglo de vida política, económica y social hasta el advenimiento de las independencias en la primera parte del siglo XIX.  

ANTONIO IGNACIO DE LA PEDROSA

1717-1719

Señor de la Villa de Buxes. Antes de obtener del rey la misión para fundar en la Nueva Granada el virreinato en 1717, ejerció el cargo de fiscal protector general de Indios y Naturales de la Audiencia de Santafé. Existe aún discusión sobre si De la Pedrosa fue o no el primer virrey de Nueva Granada; al parecer ejerció todas las facultades que se solían otorgar a los virreyes e incluso firmó algunos documentos como tal. Sin embargo, Germán Colmenares señala que este funcionario vino a América con el nombramiento de don Jorge de Villalonga como primer virrey, a quien debía notificarle la real orden en el Perú. Durante su mandato procuró controlar el contrabando y estimular la minería en el Chocó. Sus desavenencias con el virrey Villalonga, una vez llegado éste a Santafé, parece que fueron de tal gravedad que, generalmente, se ha explicado la supresión del virreinato arguyendo esta circunstancia como una de sus causas.

JORGE DE VILLALONGA

1719-1724

Conde de la Cueva, caballero de la Orden de San Juan, teniente general de los Reales Ejércitos, consejero en el Supremo de la Guerra y procurador real del Reino de Mallorca. Al ser nombrado virrey de la Nueva Granada, desempeñaba el cargo de cabo principal de Armas del virreinato del Perú y gobernador de su presidio. Su llegada a Santafé produjo gran impresión en los habitantes de este reino, debido al boato con que acompañó su entrada a la capital, y que mantuvo durante su permanencia en Santafé, que contrastaba con el estilo de vida y la pobreza de sus habitantes. El virrey traía órdenes específicas de acabar con los desórdenes y la corrupción entre los funcionarios de la Corona, lo que cumplió en el caso del contador Domingo de Mena, a quien enjuició en 1722. Debió además evitar el desarrollo de industrias vinícolas y textiles en la Nueva Granada, para proteger así esas industrias en la metrópoli. Ante la situación económica del virreinato y basado en informes de Villalonga, el rey decidió acabar con esta unidad administrativa y devolverla al régimen presidencial.

SEBASTIAN DE ESLAVA

1739-1749

Comendador de Calatrava, gentilhombre de cámara de Su Majestad con entrada y ejercicio, teniente ayo del infante don Felipe, teniente general de los Reales Ejércitos. Fue el primer mandatario de Nueva Granada, una vez restituido el virreinato. Tomó el mando en medio de una dificil situación internacional, pues España se encontraba en guerra con Inglaterra, circunstancia por la cual Eslava debió permanecer en Cartagena al frente de la defensa militar de esta plaza y de la Costa Caribe. En 1741 los ingleses, al mando del almirante Vernon, atacaron a Cartagena, que fue defendida, entre otros, por el famoso Blas de Lezo. Además de la defensa militar del virreinato, Eslava promovió varias campañas de pacificación y conquista contra indios que no habían sido reducidos aún, como en el caso de los chimilas, que atentaban continuamente contra la seguridad de los viajeros del Magdalena. Promovió, igualmente, las misiones religiosas como otra forma de sometimiento y conquista sobre los aborígenes. Tomó medidas importantes para controlar el pago de los impuestos a la Corona, sobre todo en lo tocante a comercio, transporte y circulación de metales preciosos.

JOSE ALFONSO PIZARRO

1749-1753

Marqués de Villar, caballero de la Orden de San Juan, gentilhombre de cámara de Su Majestad con entrada y teniente general de la Real Armada. Habiendo tomado posesión de su cargo en septiembre de 1749, se encaminó hacia Santafé, a donde arribó el 3 de mayo de 1750. A fines del mismo año se agravó de una dolencia que le molestaba desde hacía tiempo, por la cual solicitó que se le removiera de su cargo. El retiro le fue concedido sólo en 1753. Promovió las entradas fiscales de la Real Hacienda, con la creación de un impuesto sobre el aguardiente. Continuó la reducción de indios no conquistados todavía, esta vez con la promoción de pueblos de indios, como forma ideal de organización. Los que fueron fundados durante su gobierno, en el trayecto del Magdalena y a los pies de la Sierra Nevada, no lograron subsistir por mucho tiempo. Durante su mandato se realizó la fundación de la universidad de los jesuitas en Panamá.

JOSE SOLIS FOLCH DE CARDONA

1753-1761

Mariscal de campo de los Reales Ejércitos, comendador de Ademuz y Castelfabi, caballero de la Orden de Montesa, primer teniente de la Tercera Compañía de las Guardias de Corps. Durante su gobierno, se impulsaron las obras públicas, como la apertura del camino de los Llanos y el del Opón. Dejó el proyecto de construcción de los caminos del Chocó y de Antioquia, dentro de la política de promoción de la minería en esas regiones. Trató de controlar los fraudes a la Real Hacienda, a través de la fundación de la aduana de Guayaquil y del establecimiento de Reales Cajas en Ocaña, Barbacoas y Cartago. Apoyó la producción y comercio de las provincias del virreinato, a través de una política de protección, prohibiendo, por ejemplo, a los comerciantes de Quito que introdujesen ropas del Perú en esa provincia. Como será constante durante todo el siglo XVIII, quiso reactivar la actividad minera en Mariquita y Pamplona, sin lograr resultados positivos. El 28 de febrero de 1761, decidió dejar sus bienes a los pobres y hacerse monje franciscano.

PEDRO MESSIA DE LA CERDA

1761-1773

Marqués de la Vega de Armijo, caballero Gran Cruz de Justicia del Orden de San Juan, gentilhombre de cámara de Su Majestad, caballero y comendador de la Llave Dorada, decano de su Consejo en el Real y Supremo de Guerra, teniente general de la Real Armada. Dedicó gran parte de su energía a la promoción de las misiones, lo que destaca la importancia que tenía, para la Corona, el aumentar los caudales del tributo. Esta gestión arrojó, según el mismo virrey, muy pocos resultados. Dentro de la misma política de aumentar las entradas de la Real Hacienda, creó el estanco del tabaco, seguramente ante los buenos resultados que dejaba el estanco del aguardiente. Promovió en gran medida la minería del oro, consciente de que se trataba de la actividad económica más importante del virreinato. Desarrolló campañas de pacificación de indios no reducidos, contra los motilones, cunas, chimilas, guajiros y otros, que no tuvieron éxito. Fundó una fábrica de salitre en Tunja y otra de pólvora en la capital.

MANUEL GUIRIOR

1773-1776

Caballero de la Orden de San Juan, teniente general de la Real Armada. Bajo su mandato, se implementó la reforma educativa ideada por Francisco Antonio Moreno y Escandón, pensada en una perspectiva moderna, a la que se opuso la Iglesia. Fundó la Biblioteca Pública en Santafé y realizó el primer censo de población del virreinato. Redujo los impuestos al comercio interno del virreinato, desamortizó terrenos que eran improductivos y promovió la fundación de varios asilos para pobres. Propuso también la reforma de algunos conventos de religiosos, enviándoles visitadores, y quiso poner límites al excesivo control de los eclesiásticos sobre asuntos civiles. Buscó promover la actividad de la minería; según su opinión, el obstáculo principal para el desarrollo de esta actividad lo constituía la falta de vías de comunicación. Dos preocupaciones atraviesan el pensamiento de este gobernante sobre el orden público del virreinato: el contrabando y su imposible control, en el orden externo, y la falta de control sobre varios grupos indígenas, en el interno. Al poner en práctica medidas proteccionistas sobre los productos españoles, promovió la actividad del comercio ilícito. 

MANUEL ANTONIO FLORES

1776-1782

Comendador de Lopera, de la Orden de Calatrava y teniente general de la Real Armada. Continuó la obra de su antecesor, abriendo al público la Biblioteca. Trajo la imprenta a Santafé, y estableció fundaciones de hospitales y hospicios. Promovió campañas de pacificación contra los guajiros y cocinas y quiso llevar adelante la obra de apertura de caminos en la zona minera de Chocó y Antioquia. En 1778 realizó el segundo censo de población del virreinato, con 828.757 habitantes. Este mismo año, la Corona expidió el decreto de libre comercio entre España y América, y de las colonias entre sí. Dentro de la política de la Corona por aumentar sus entradas fiscales, se realizó un aumento excesivo de impuestos, que ascendían mucho más ante la necesidad de España para sostener su guerra contra Inglaterra. En este contexto, se creó la Regencia en la Nueva Granada, y para ejercer el cargo fue nombrado Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, quien reestableció el impuesto de la Armada de Barlovento y extendió la alcabala a otros productos. Aumentaron los precios en los estancos y no se redujo o eliminó ninguno de los otros impuestos existentes. En 1781 se produjo el levantamiento comunero.

JUAN DE TORREZAL DIAZ PIMIENTA

1782

Caballero de la Orden de Carlos III, mariscal de campo y brigadier de los Reales Ejércitos. Al ser nombrado virrey de la Nueva Granada, desempeñaba el cargo de gobernador de Cartagena. Habiendo tomado posesión de su mando el 1 de abril de 1782, inició su viaje hacia la capital el 21 de ese mismo mes, y llega a Santafé el 7 de junio, en un delicado estado de salud. Murió el 11 de junio, apenas cuatro días después de su llegada.

ANTONIO CABALLERO Y GONGORA

1782-1789

Colegial del Imperial de Santa Catalina de la ciudad de Granada, capellán de Su Majestad en la Real Capilla de esa ciudad, canónigo lectoral de la catedral de Córdoba, obispo de Chiapa y Yucatán, arzobispo de Santafé de Bogotá, caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III. Este virrey-arzobispo fue famoso por su actuación en los sucesos de los Comuneros de 1781, cuando encabezó la delegación oficial que negoció en Zipaquirá con los amotinados. Su habilidad política llevó al triunfo de las autoridades sobre los comuneros. Se destaca su posterior gobierno por la creación del Instituto Científico, más conocido como la Expedición Botánica, y por la introducción del estudio de las ciencias exactas. Estimuló el desarrollo y la modernización de la minería y, en el caso de Mariquita, la aplicación de nuevos métodos, para lo cual trajo al mineralogista sueco D'Elhuyar. Promovió las misiones franciscanas en los Llanos, y mandó destruir la colonia de ingleses en el Darién.

FRANCISCO ANTONIO GIL Y LEMOS

1789

Caballero de la Orden de San Juan, comendador de la Orden Mayor de Puente de Orbigo, jefe de escuadra de la Real Armada, del Consejo de Su Majestad en el Supremo de la Guerra, teniente general de la Real Armada. Aunque este gobernante creyó en la promoción de la industria americana, debió cumplir la orden de importar vinos de España. Expuso las razones que creía convenientes para el desarrollo del comercio y las industrias del Nuevo Reino y pidió permiso para realizar un tráfico libre de esclavos. Cerró el comercio de harinas con extranjeros, para apoyar a los agricultores del Nuevo Reino. Procuró sanear la Hacienda, racionalizando el gasto público y las inversiones en burocracia administrativa. En su relación de mando se descubre un pensamiento moderno, preocupado por el desarrollo de vías de comunicación, buena administración y mercados regionales capaces de competir. Fue nombrado virrey del Perú a los siete meses de haber iniciado su gobierno en la Nueva Granada.

JOSE MANUEL DE EZPELETA

1789-1797

Conde de Ezpeleta de Beire, caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III, de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y justicia en la Orden San Juan, gobernador de Consejo Real y Supremo de Su Majestad, consejero de Estado, mariscal de campo de los Reales Ejércitos. Durante su gobierno, vio la luz el periodismo, bajo la dirección de don Manuel del Socorro Rodríguez, primer director del Papel Periódico de la ciudad de Santafé de Bogotá, que llegó a editar 265 números. Fundó el primer teatro de Santafé y promovió las tertulias literarias, en las que participaron algunos de los futuros próceres de la independencia. En 1794, Antonio Nariño publicó la traducción de Los Derechos del Hombre, por lo que fue juzgado y condenado. Espeleta intentó impulsar, como sus antecesores, la minería de Mariquita, pero llegó a la conclusión de que eran mayores los gastos de explotación, que las ganancias recibidas. Promovió las misiones católicas como medio para reducir a los indios no pacificados, especialmente a los andaquíes.

PEDRO MENDINUETA Y MUZQUIZ

(1797-1803)

Caballero de la Orden de Santiago, Gran Cruz de Carlos III y teniente general de los Reales Ejércitos. En su obra de gobierno sobresalen la fundación de la Facultad de Medicina, el inicio de la construcción del Observatorio Astronómico y la realización del cuarto censo de población, que, al parecer, no tuvo resultados confiables. Bajo su auspicio se fundó la Sociedad Patriótica de Amigos del País. Debió enfrentar los levantamientos de negros franceses en Cartagena, que llegaron a atentar contra el gobernador de la ciudad y el de los indígenas de Túquerres y Guaitarilla. Estos últimos se amotinaron y llegaron a asesinar al gobernador y al recaudador de diezmos, debido a la exagerada presión fiscal que la Corona ejercía sobre los habitantes de sus colonias. Cuando Antonio Nariño regresó a Santafé como prófugo de las autoridades españolas, Mendinueta, violando su promesa de perdón y olvido, lo hizo encarcelar nuevamente, el 19 de julio de 1797.

ANTONIO JOSE AMAR Y BORBON

1803-1810

Caballero profeso de la Orden de Santiago, mariscal de campo, teniente general de los Reales Ejércitos, Gran Cruz de la Orden de Carlos III, Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo. Durante su mandato llegó a la Nueva Granada la vacuna contra la viruela, en cuya difusión tomó el mayor empeño. Con los sucesos de Europa y la cautividad de Fernando VII en 1808, apoyó las gestiones de Juan José Llorente, comisionado de la Junta de Sevilla, que pasó a América con el encargo de mantener la obediencia a la Corona. En 1809, tomó medidas militares para sofocar la declaración de independencia de Quito. Su gobierno ha sido visto tradicionalmente como débil, y su figura, según las tradiciones recogidas por cronistas e historiadores, fue la de un hombre enfermo, indeciso y un poco lerdo. Sin embargo, más que la debilidad del gobernante, parece que debe examinarse la fortaleza adquirida por las élites criollas. Después del grito de Independencia del 20 de Julio, fue llevado preso a Cartagena, de donde partió hacia La Habana en octubre de 1810.

FRANCISCO JAVIER VENEGAS

1810

Fue nombrado virrey, gobernador y capitán del Nuevo Reino de Granada el 20 de febrero de 1810, y retuvo este título hasta agosto del mismo año, cuando fue nombrado virrey don Benito Pérez. No se conoce aún la razón por la que este personaje no vino a América a ejercer el cargo.

BENITO PEREZ BRITO

1812-1813

Mariscal de campo, realizó toda su carrera militar empezando como cadete del regimiento de Navarra en 1762. Ejerció varios cargos en América, entre los cuales se destacan los de teniente de Rey en Puerto Rico, teniente de Rey en La Habana y capitán general intendente en Yucatán. Este último cargo parece que le valió un renombre ante la Corona, por lo acertado de su gestión. En agosto de 1810 fue nombrado virrey de la Nueva Granada, en reemplazo de Francisco Javier Venegas, y se dispuso que tuviera como residencia la ciudad de Panamá, debido a los acontecimientos que sucedían a la sazón en Santafé de Bogotá. Antes de su llegada a Panamá y de la instalación que hizo allí de la Real Audiencia de Santafé, pasó por Mérida y La Habana, para allegar recursos para la recuperación de Cartagena. Estuvo en el mando hasta junio de 1813 y trató de apoyar a los realistas de Santa Marta, para hacer reconocer los derechos de Fernando VII en este reino.

FRANCISCO JOSE DE MONTALVO

1813-1818

Caballero de la Orden de Santiago, alcanzó el título de brigadier en 1795 y el de mariscal de campo en 1810. Llegó a Riohacha el 30 de mayo de 1813, habiendo recibido el nombramiento de virrey el año anterior, cuando se encontraba en La Habana. Al final de este año es nombrado capitán general de Venezuela. En marzo de 1814, se lleva a cabo una batalla naval en la Ciénaga Grande, donde los españoles, al mando de Montalvo, vencen a los republicanos. Busca llegar a algún entendimiento con el gobernador de Cartagena, pero éste no acepta ninguna negociación. En 1815 recibe la noticia de la llegada de Pablo Morillo y la toma de la isla Margarita. En julio El Pacificador llega a Santa Marta, de donde parte Montalvo con él, al frente de la campaña de reconquista. Crueles medidas tomó Montalvo contra los patriotas, con ocasión del sitio de Cartagena, a fines de 1815. A mediados de julio de 1816, pasa a Santafé a tomar posesión como virrey de la Nueva Granada.

JUAN SAMANO

1818-1819

Mariscal de campo. Se había desempeñado en varios cargos militares en la Nueva Granada, como teniente de Granaderos en 1784, y como comandante en 1794. En 1802, fue teniente coronel de los Reales Ejércitos y en 1805 fue nombrado gobernador de Riohacha, donde se destacó por la defensa de esa plaza, ante los ingleses. En 1810, se dirigió a los Llanos orientales a reestablecer la autoridad del rey. Luego de un corto viaje a España, regresó a Nueva Granada en 1816, donde fue nombrado por Morillo gobernador militar y político de este Reino. Durante este período, se hizo famoso por sus medidas sanguinarias, entre las que se destaca el fusilamiento de Policarpa Salavarrieta. A comienzos de 1818 es nombrado virrey y hasta el año siguiente continúa tomando crueles medidas contra los patriotas. Al conocer el triunfo patriota en Boyacá, huye precipitadamente hacia España.

JUAN DE LA CRUZ MOURGEON

Caballero de las Ordenes de San Fernando y San Hermenegildo, Benemérito de la Patria en grado Heroico, condecorado con el Lis de Francia, las Cruces de Lerín, Chiclana, Albuhera, Mengivar, Segundo y Tercer Ejército, Medallas de Bailén, Sufrimiento de la Patria, Reconquista de Sevilla, socio honorario de las Sociedad Patriótica de Sevilla, mariscal de campo de los Ejércitos Nacionales. Nombrado capitán general y presidente de Quito, podría detentar el título de virrey de la Nueva Granada en el momento en que reconquistara las dos terceras partes del virreinato. Desembarcado en Chagres en agosto de 1821, organizó desde allí una expedición para seguir a Quito, a donde llegó en diciembre de ese mismo año. Propuso la libertad a los esclavos a cambio de sus servicios en las milicias realistas. A comienzos de 1822 escribió a Bolívar una carta en que consigna el fracaso de la empresa militar española para reconquistar sus antiguas colonias. Murió en Quito en abril de 1822.

 

Eduardo Barrera Monroy

 

 

 

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