Literatura

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción

06/05/2024 - 09:25

 

Vida y trayectoria de Rafael Pombo
En el año 1905, Pombo fue coronado poeta nacional en el teatro Colón de Bogotá. Hoy se le recuerda por sus fábulas, poemas y cuentos

 

El 5 de mayo de 2012 se cumplían cien años de la muerte de uno de los maestros de la poesía colombiana: Rafael Pombo. El que antaño fue considerado como un nombre fundamental del romanticismo sudamericano sigue siendo en la memoria de todos una referencia literaria.

Nacido en el año 1833 en Bogotá, Rafael Pombo inició con sólo 12 años su camino literario, escribiendo versos y traduciendo obras del latín, del francés y del inglés.

Esta facilidad por los idiomas fue desarrollándose hasta que en 1850 el muchacho publica sus primeras poesías y sus primeros artículos en El Filotémico. Luego, siguiendo las instrucciones de su padre, Rafael emprendió unos estudios de ingeniería en el colegio militar fundado por el general Tomás Cipriano de Mosquera.

Logró graduarse aunque realmente nunca le gustaron las matemáticas. Fueron cuatro años desperdiciados según el autor que intentó recuperar viajando a Popayán donde su familia materna tenía propiedades.

Allí  se dedicó durante un año a la literatura y escribió algunos de sus poemas más conocidos: “La copa de vino” y “Mi amor” (firmado con el seudónimo de Edda).

En 1855 el joven literato aceptó el puesto de diplomático de la legación colombiana en Nueva York y permaneció en Estados Unidos  durante 17 años. En esos tiempos, su producción artística mejoró notablemente aunque también vivió momentos duros de soledad.

A su regreso a Colombia, Rafael Pombo se ilustra también como gestor cultural. El gran vacío encontrado en Bogotá frente a la incesante actividad de Nueva York le induce a emprender diversas actividades gestoras.

En el año 1905, Pombo fue coronado poeta nacional en el teatro Colón de Bogotá. Las celebraciones alcanzaron un tamaño jamás visto antes y, pese a la alegría suscitada, el evento terminó afectando la salud del poeta.

Las enormes composiciones florales traídas por los organizadores avivaron su alergia al polen. Como consecuencia, Rafael pasó los siguientes siete años en la cama, hasta su muerte en el año 1912.

De su obra debemos destacar el poema que escribió bajo el seudónimo de Edda (Mi Amor), pero también “La hora de las tinieblas” (1855) y algunos de sus poemas escritos en Estados Unidos: “Elvira Tracy” y “Al Niágara”.

El amor que impregna sus versos es el vivo reflejo de ese romanticismo irreprimible. Pombo analiza y escrudiña los sentimientos, elogia y canta la lo que para él simboliza la belleza de la creación: el amor de una mujer.

Cada aniversario de su muerte representa una parada necesaria para volver a leer algunos de los versos más conocidos de Rafael Pombo y reconocer su innata sensibilidad.

 

PanoramaCultural.com.co 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Una voz necesaria o un inclemente látigo

Una voz necesaria o un inclemente látigo

Su voz tal vez fue nutrida por el viento seco que corría en la ranchería, donde de niña, vio la vida asomarse como un ilustre visita...

Abre el Ier concurso de cuento Caro y Cuervo “El lenguaje en su laberinto”

Abre el Ier concurso de cuento Caro y Cuervo “El lenguaje en su laberinto”

Como un homenaje a Gabriel García Márquez, quien fue miembro honorario del Instituto Caro y Cuervo desde 1993, la Asociación de Amig...

“El Caribe es una buena arepa de huevo”: John Jairo Junieles

“El Caribe es una buena arepa de huevo”: John Jairo Junieles

No hay paraíso sin lectura. O no hay paraíso sin hablar de lecturas. La afirmación es atrevida, pero, estimado lector, póngase a pe...

El maestro del soneto erótico

El maestro del soneto erótico

La primera poesía que me aprendí con muchísimo entusiasmo, porque era obligatorio recitarla en el aula, fue “El colibrí”, un be...

A lo oscuro te metí la mano

A lo oscuro te metí la mano

  “La ceiba, luz y color”, como dice el aviso en rosa, lila y azul: el abanico de neón. El establecimiento se levanta solitario ...

Lo más leído

El árbol de Navidad y la evolución de un culto milenario

Berta Lucía Estrada | Otras expresiones

Débora Arango, la huella de una gran artista colombiana

Marta Elena Bravo de Hermelin | Artes plásticas

El origen del pesebre

Redacción | Ocio y sociedad

La Navidad en la literatura

Antonio Acevedo Linares | Literatura

El arroz con leche: una tradición en Latinoamérica

Jennifer Maldonado | Gastronomía

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados