Literatura

Crónicas de mi viejo valle y algo más

Redacción

16/02/2012 - 05:30

 


Cubierta de Crónicas de mi viejo valleUn testigo de su tiempo. Un observador de los cambios del Valle. Así  podría presentarse a Luis Alberto Armenta Mestre, además de leer su largo currículo en el que sobresalen las experiencias de químico farmacéutico y catedrático de la Universidad Popular del Cesar.

El autor publicó unas crónicas que sitúan a la ciudad de Valledupar en la inmensidad de la Historia universal, contextualizan las evoluciones de las últimas décadas y dan detalles interesantes sobre algunos símbolos importantes de la región.

En “Crónicas de mi viejo valle y algo más”, Luis Alberto Armenta impone su criterio de espectador  y momentos indelebles de su infancia con un “Yo sé” que marca de entrada la narración. El ritmo constante de sus revelaciones, la riqueza de los detalles, invitan el lector a un viaje a través del tiempo, sin otros límites que el de la memoria.

El asesinato de John Fitzgerald Kennedy o el primer paso sobre la luna son algunos de los momentos claves de la historia que acompañan la dulce vida de la capital del Cesar. Así es cómo se da sentido a los años que transcurren, a los cambios políticos, a las dificultades que atraviesa una región.

Pero no todo son imágenes estelares. El cronista recoge también en su obra recuerdos infantiles de los años 40 y 50 en los que Valledupar podía compararse con ese denso e insólito Macondo creado por Gabo. De esta manera, rescata el relato de un circo internacional que iba en dirección de  Venezuela, se establecía unos días y luego desaparecía sin dar más noticias de regreso.

Luis Alberto Armenta señala que, en una de las pocas visitas del circo, cuando se estacionó en la zona donde ahora se erige el hotel Sicarare, una lluvia torrencial destruyó la carpa principal, la levantó por los aires e imposibilitó toda presentación oficial, causando así la decepción de muchos estudiantes.

Estos detalles que ahora pueden hacer sonreír ––y  que ayudan a entender cómo ha cambiado la ciudad de Valledupar en los últimos cincuenta años–– son los que pululan en este libro y le dan un toque intimista, casi insólito. Y ciertamente, estos pequeños pormenores, el rescate de esos momentos en el que el tiempo parece detenerse, son los elementos más valiosos de una crónica.

Por su parte, Iván Martínez Anibar Zuleta, ex-alcalde de Valledupar, se encargó de presentar esta obra en la sede de Sayco ante un público numeroso. Sus palabras cálidas abrieron el acto de la mejor manera y se centraron en el talento del escritor: su estilo sencillo y castizo, novedoso e inteligente. “Su misión debe ser, porque es un buen escritor, en conservarse en un gran y buen escritor”, expresó el ex-alcalde.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Los vecinos nunca sospechan la verdad, el cuento breve de Óscar Collazos

Los vecinos nunca sospechan la verdad, el cuento breve de Óscar Collazos

Es verdad: los vecinos nunca sospechan la verdad: se encierran en sus conciliábulos, son herméticos en sus conjeturas, carecen de ima...

Los Borrachos

Los Borrachos

  Después de caminar un rato, los tres amigos, que habían establecido el pacto de no hablar sobre el trabajo que les unía, la an...

Ciberliteratura, la nueva literatura digital

Ciberliteratura, la nueva literatura digital

La era de la digitalización es un hecho. Con la abundancia de videos por Youtube, la tendencia a descargar películas online antes d...

Un canto a la lectura de Daniel Samper Pizano

Un canto a la lectura de Daniel Samper Pizano

Billy Wilder, quizás el más talentoso autor de comedias cinematográficas, solía decir a quienes acudían a proponerle algún guio...

La poesía y yo

La poesía y yo

  Puede llegar a ser cierta la afirmación de W.H. Auden de que “no hay palabra escrita del puño del hombre que pueda detener la...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados