Literatura

Décimas al poeta Luis Mizar, de José Atuesta Mindiola

Redacción

15/08/2014 - 11:15

 

Décimas al poeta Luis Mizar, de José Atuesta Mindiola

Luis Mizar De todos los poetas cesarenses Luis Mizar es quizás el que más fascinación suscita. El profesor Oscar Ariza Daza lo presentó como “el prodigioso mago del verbo y la risa intelectual” en una columna que se centra en una de sus obras maestras: “Letanías del convaleciente”.

Y esa admiración se cristaliza en eventos como el Encuentro Regional de Escritores donde literatos extraen y discuten la esencia de una obra que bebe de la vida, la ironía, la risa sarcástica, la espiritualidad y, sobre todo, la libertad. Esa libertad que reclama todo poeta.

En esta ocasión, les ofrecemos las “Décimas al poeta Luis Mizar” de José Atuesta Mindiola en las que aparece un Luis Mizar filósofo-poeta, infatigable en la meta, y con el don de poetizar.

I

Rumor de brisas morenas

y azul en la lejanía,

el recuerdo es sinfonía

de la Bella Cartagena.

Las murallas en verbenas

alegría de los poetas,

en sus labios las saetas

palabras en El Candil (1)

los versos en el atril

eran cantos de profetas.

 

II

La nostalgia es el sendero

entre las sombras de palmos,

y los Apócrifos Psalmos

burlas de clavo y madero.

En un poema certero

pintaba al Toro barcino

que asustaba a los vecinos

con su cornamenta brava

y cada vez que  bramaba

se cruzaban los caminos.


III

En el edén de sus manos

las metáforas florecen

y con el viento se mecen

alejadas del verano.

Bajo un frondoso campano

él  divisa la Nevada,

la tierra madre sagrada

de sus Kankuamos ancestros

donde viven los maestros

de su vida sosegada.

 

IV

Arde en la noche oscura

la musa en fuego fulgente,

como un violín en la mente

la armonía de la escritura.

En el verso se depura

la música para cantar:

siempre será Luis Mizar

el filósofo poeta,

infatigable en la meta

con el don de poetizar.

 

(1)    El Candil, Taller Literario de U. de Cartagena

 

José Atuesta Mindiola

 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Un hombre del pueblo, de Chinua Achebe

Un hombre del pueblo, de Chinua Achebe

La sociedad política que el nigeriano Chinua Achebe relata en Un hombre de pueblo, se resume bajo el rótulo de “come y deja comer...

La miel silvestre, el cuento breve de Horacio Quiroga

La miel silvestre, el cuento breve de Horacio Quiroga

  Tengo en el Salto Oriental dos primos, hoy hombres ya, que a sus doce años, y a consecuencia de profundas lecturas de Julio Verne...

Cuando la escritura se convierte en una necesidad para la existencia

Cuando la escritura se convierte en una necesidad para la existencia

  Probablemente doña Petra Pérez –una modesta trabajadora de la Caja Agraria del municipio de Becerril (Cesar)- jamás imaginó...

La noche luce ciega, de Luis Alberto Murgas Guerra

La noche luce ciega, de Luis Alberto Murgas Guerra

Cada sábado entre nueve y doce de la mañana en el taller de RELATA, el poeta Luis Alberto Murgas Guerra nos invita a sobrevolar el in...

Julio Ramón Ribeyro: una vocación de sangre, sudor y humo

Julio Ramón Ribeyro: una vocación de sangre, sudor y humo

En medio del fervor patrio por la reincorporación de la heroica ciudad de Tacna (Perú), el 31 de agosto de 1929, Julio Ramón Ribeyro...

Lo más leído

La Muerte de Abel Antonio

Álvaro Rojano Osorio | Música y folclor

Origen del Festival de la Leyenda Vallenata: un viaje en el tiempo

Simón Martínez Ubárnez | Música y folclor

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados