Literatura
Ricardo Antonio Arias presenta Los cuentos del Tumbacucharas
La escritura tiene ese poder de trasladar a otros tiempos y transmitir las costumbres de una comunidad. Ése es uno de los grandes fines del escritor Ricardo Antonio Arias quien presentó el 10 de mayo en Valledupar su último libro: “Los cuentos del Tumbacucharas” (2012).
El autor del libro de poemas “Los cángueras tocan tambó” (2004) recopila en esta nueva obra 15 cuentos insólitos, nacidos de la tradición oral y de la cultura palenque, que recrean los escenarios más variados de la región Caribe y del lenguaje afrocolombiano.
Nacido en 1936, Ricardo Antonio Arias es un hombre entregado a la escritura, con una memoria prodigiosa, que ha conocido los episodios más destacados de la historia de la costa Caribe pero que también se ha dedicado a observar los cambios y los personajes más significativos de su región.
“El viejo Arias” –así es como lo llaman sus más allegados– fue navegante fluvial en los buques a vapor que transportaban petróleo desde Barrancabermeja hasta la costa Atlántica. La búsqueda de horizontes más prósperos llevó el escritor a recorrer varios departamentos del interior del país y a emigrar en 1958 al país vecino, Venezuela. Allí fue detenido y deportado al actual departamento del Cesar. Se estableció en Aguas Blancas y se dedicó a la administración de cultivos de algodón hasta que en 1982 se erradicó en la ciudad de Valledupar.
Todas estas vivencias aparecen reflejadas en este libro en el que también incorpora las expresiones vivas y cálidas de los palenques del norte de Colombia. Ésa es la marca imborrable de una identidad que Ricardo Antonio Arias quiere comunicar a los suyos y todos los estudiosos de las tradiciones colombianas.
En la presentación del libro, su hijo Ricardo Luis Arias destacó 3 elementos importantes de la obra: (1) los cuentos se refieren a hechos sucedidos en el río Magdalena y la zona de Barranca Vieja, (2) los personajes aparecen también en otros escritos del mismo autor, y finalmente, (3) la presencia del guacabó cantando en las ramas de un árbol seco. “Siempre que vean un guacabó cantando en un árbol deben preocuparse”, dijo jocosamente el presentador con un aire de misterio.
En el libro el lector podrá descubrir lo que es guacabó pero también otros conceptos del universo afrocolombiano. Changó, esa deidad venida del pueblo Yoruba en áfrica, es uno de ellos.
En su lectura introductoria, Ricardo Luis Arias dijo que “Los cuentos del Tumbacucharas dejan desde hoy de pertenecer a la Familia Arias Noriega para convertirse en uno de los símbolos culturales con los cuales se engrandecen las letras negras de la Región Caribe, sin que se pretenda con ello reemplazar a tan valorados autores como Candelario Obeso o Manuel Zapata Olivella, pero sí es un cántico a las costumbres de los pueblos formados por esclavos emancipados o libertos que, en lo que más tarde se denominó la Barrancavieja”.
0 Comentarios
Le puede interesar
La asesina ilustrada: el libro de la muerte
Cabe señalar que este libro es particular tanto por su forma como por su contenido. Todo aquel que ose leer este libro termina murie...
Las líneas de la mano, el cuento breve de Julio Cortázar
De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descu...
Escombros
I En la Avenida El Dorado los carros formaban pasillos por los que caminaban vendedores ambulantes. Sobre el puente de la Avenid...
Los vecinos nunca sospechan la verdad, el cuento breve de Óscar Collazos
Es verdad: los vecinos nunca sospechan la verdad: se encierran en sus conciliábulos, son herméticos en sus conjeturas, carecen de ima...
Antonia, nuestra memoria
Desde el albor de los tiempos, paseo mi espejo buscando alumbrar con mi luz todos los rincones de la Tierra. Muchas cosas han visto m...