Literatura
El gimnasio de El Sica
Yo no sé si el tipo es bueno o malo…
Rubén Blades
¿Habrás sopesado alguna vez las consecuencias de tus actos sicariales?
¿Habrás calculado alguna vez el alcance de tu terrorífico aliento,
/de tus dientes de hiel y acero y tu ponzoña de rémora?
¿Qué he de saber de ti embajador plenipotenciario de la infamia,
canciller absoluto del miedo y el olvido, mandadero estúpido de la muerte?
Nada, ni siquiera el sonido hueco de tu nombre…
No has sido más que un títere y, posiblemente, otra víctima más:
De tus jefes, tu hambre, tus vicios, tus miedos, de ti mismo,
sobre todo de ti mismo, animal solitario y perverso: antisocial.
Uno de estos días,
sin –quizá – haber tenido tiempo de pensarlo y llegar a advertirlo,
el ángel de la muerte tocará a tu puerta
o palmeara tu hombro,
antes, justo antes de asestarte su beso irrevocable y definitivo.
La herida sangrante, la úlcera escuecente,
la ilusión perdida, robada…
la orfandad sin cuento: eso eres.
¿Sientes miedo, descansas, acaso, con ese sin número de últimas miradas:
detenidas, suspendidas, fijas en tus ojos…
con la súplica que –quizá– nunca has oído más por miedo que por impiedad?
Te he sentido correr desde antes de apretar el gatillo
y te dispongas a iniciar, de nuevo, tu rutina de gimnasia para ser humano:
cosa imposible y que añoras cada mañana frente a tu espejo,
cada que matas y mueres, un poco, en ese abaleado.
Retumba, finalmente, tu vanidad de mercenario por tus dedoscañones de mierda.
Huyes.
Sé que estás ahí, que llevas horas – días - minutos,
que perdiste la noción del tiempo, ejercitándote,
buscando adquirir por fin un rostro…
Estás ahí frente a tu espejo, reconociéndote,
tratando de encontrarte,
de recuperar la inocencia perdida del niño que aún no has dejado de ser, del todo,
rumiando tu veneno
y espantándote del rostro se parece al que desearías tener.
No te reconoces en el desfile de rostros, superpuestos, asesinados por ti.
Tu rutina no es simple: para empezar, estás solo.
Ni aún a tus armas osas confiarte.
Te le adelantas al sol e inicias tu fase calentamiento a tientas:
Metes la cabeza en un molde de hierro candente
(y por más que insistes en la fragua, no logras darle forma).
Ilusionado con apartar de ella tus recuerdos,
fustigas tu cabeza con una almohadilla repleta de piedras,
golpeas una bolsa invisible donde has ido metiendo tus recuerdos,
(esos que quisieras no volver a acordarte)
y das mil saltos a una cuerda que es de alambre de púas.
Te clavas electrodos
pretendiendo hacer latir de nuevo la inocencia que has extraviado:
descargas tu soledad, tu angustia, tu miseria.
Empapado en los fétidos aceites del miedo haces raras contorsiones,
sofriéndote en el resbaloso infierno de tu cuartucho.
Tu sudor te aturde y embota
(siempre huele a sangre ajena)
y rehúsas acostarte en tu camilla de clavos y brasas.
Los vidrios de la hamaca que guindas atravesando tu estancia
reflejan los mil ojos que has conducido a la muerte.
¿Huir, de nuevo, de quién, a dónde?
Corres millas y millas en una estera puntiaguda que no lleva a ninguna parte.
Te has estirado tanto que casi llegas a la puerta y, aún,
deseas poder sobrepasarle para asegurarte el perímetro,
cerciorarte de que nadie ha podido seguirte y encontrar tu madriguera,
pero no puedes salir, no por ahora. Carcelero. Presidiario.
Te puede más el olor a sangre y a pólvora que mana de tus poros
y sigues al baño a sumergirte en una alberca de cerveza y orines.
Te cagas.
Lo sabes.
Alguien puede estar allá afuera esperándote…
Luis Carlos Ramírez Lascarro
Sobre el autor

Luis Carlos Ramirez Lascarro
A tres tabacos
Luis Carlos Ramírez Lascarro (Guamal, Magdalena, Colombia, 1984). Historiador y gestor patrimonial, egresado de la Universidad del Magdalena y Maestrante en Escrituras audiovisuales en la misma universidad.
Autor de los libros: Confidencia: Cantos de dolor y de muerte (2025); Evolución y tensiones de las marchas procesionales de los pueblos de la Depresión Momposina: Guamal y Mompox (en coautoría con Xavier Ávila, 2024), La cumbia en Guamal, Magdalena (en coautoría con David Ramírez, 2023), El acordeón de Juancho (2020) y Semana Santa de Guamal, Magdalena, una reseña histórica (en coautoría con Alberto Ávila Bagarozza, 2020).
Ha escrito las obras teatrales Flores de María (2020), montada por el colectivo Maderos Teatro de Valledupar, y Cruselfa (2020), monólogo coescrito con Luis Mario Jiménez, quien también lo representa. Su trabajo poético ha sido incluido en antologías como: Quemarlo todo (2021), Contagio poesía (2020), Antología Nacional de Relata (2013), Tocando el viento (2012), Con otra voz y Poemas inolvidables (2011), Polen para fecundar manantiales (2008) y Poesía social sin banderas (2005), y en narrativa, figura en Elipsis internacional y Diez años no son tanto (2021).
Como articulista y editor ha colaborado con las revistas Hojalata, María mulata (2020), Heterotopías (2022) y Atarraya cultural (2023), y ha participado en todos los números de la revista La gota fría (No. 1, 2018; No. 2, 2020; No. 3, 2021; No. 4, 2022; No. 5, 2023; No. 6, 2024 y No.7, 2025).
Entre los eventos en los que ha sido conferencista invitado se destacan: Ciclo de conferencias “Hablando del Magdalena” de Cajamag (2024), con el conversatorio Conversando nuestra historia guamalera; Conversatorio Aproximaciones históricas a las marchas procesionales de los pueblos de la Depresión Momposina: Guamal y Mompox (2024); Primer Congreso de Historia y Patrimonio Universidad del Magdalena (2023), con la ponencia: La instrumentalización de las fuentes históricas en la construcción del discurso hegemónico de la vallenatología; el VI Encuentro Nacional de Investigadores de la Música Vallenata (2017), con Julio Erazo Cuevas, el juglar guamalero; y el Foro Vallenato Clásico (2016), en el marco del 49º Festival de la Leyenda Vallenata, con Zuletazos clásicos.
Ha ejercido como corrector estilístico y ortotipográfico en El vallenato en Bogotá, su redención y popularidad (2021) y Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020), donde además participó como prologuista.
Realizó la postulación del maestro cañamillero Aurelio Fernández Guerrero a la convocatoria Trayectorias 2024 del Ministerio de Cultura, en la cual resultó ganador; participó como Asesor externo en la elaboración del PES de la Cumbia tradicional del Caribe colombiano (2023) y lideró la postulación de las Procesiones de semana santa de Guamal, Magdalena a la LRPCI del ámbito departamental (2021), obteniendo la aprobación para la realización del PES en 2023, el cual está en proceso.
Sus artículos han sido citados en estudios académicos como la tesis Rafael Manjarrez: el vínculo entre la tradición y la modernidad (2021); el libro Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020) y la tesis El vallenato de “protesta”: La obra musical de Máximo Jiménez (2017).
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