Literatura
Summa de Giovanni Quessep: un homenaje al Premio René Char
En la presencia intensa y verdadera de la muerte,
existe la presencia intensa y verdadera del amor [René Char].
Paradójicamente, muchos construyen destruyendo lo que otros han realizado. Lo difícil para muchos antologistas es no sustituir la visión universal en su trabajo, por la localista, regional o hasta de capilla intimista.
Por ello a muchos excelentes autores caribeños se les ha negado sistemáticamente consagrarse ante el país, por culpa del ingenuo academismo pueblerino exhibido por tantos compiladores que, con el erario de todos, ocultan la obra de primer orden y con calidad unitaria que representa la voz natural del poeta Giovanni Quessep Esguerra (San Onofre, Sucre, 1939), inicia sus escarceos líricos desde niño, y en su grado en la quinta promoción de bachilleres, en 1955, pronuncia en verso larguísimo panegírico en la clausura del año lectivo, en el Instituto Nacional Simón Araújo de Sincelejo.
Merece ser resaltada su obra lírica en los 70, desde las páginas de ECO, y varias revistas de proyección internacional, o en obras regionales como las de Abel Ávila, Jocé Dániels y otros investigadores que han hecho acopio riguroso de obras de sus paisanos apasionados por la languidez de sus paisajes marinos o el arrullo incesante de dulces palmeras que reciben el beso de móviles espejos de esmeralda.
No podemos olvidar el lúcido ensayo de Piedad Bonnet, Imaginación y Oficio, 2003, descubridora de su hipersensibilidad y temperamento dulce atractivo para las mujeres, quien lo ve como un Quijote sin adarga ni Rocinante, por las solitarias calles payanejas, donde labora en la Universidad del Cauca, Alma Mater que recién le publica Antología Personal, compilación de sus doce libros, para reconocer la labor de hombre dedicado al cultivo de las letras en una época donde impera el consumismo, la barbarie y el más grosero pragmatismo.
Tan emérito claustro universitario ha distinguido a Quessep como Doctor Honoris Causa, por ser ganador del Premio Nacional de Poesía José A. Silva, con su libro Brasa Lunar, 2004, y haber recibido en este 2015, el Primer Premio Internacional de Poesía René Char. Todo ello desmiente razones apresuradas para ser desconocido en muchos trabajos sobre la poesía nacional, dándole la espalda a las palabras de Valencia Goelkel: la tradición está muerta en la medida en que está muerto el presente.
Tales monumentos a la ruindad literaria hacia aquellos creadores cuya constante es ejercitarse en las infinitas posibilidades de las palabras son, grosso modo: Obra en Marcha, 1 y 2, de Cobo Borda; 105 Sonetos, de Landínez C.; Versos Memorables y Lira de Amor de R. Echavarría, quizá por las palabras, no afortunadas, de M. Mercedes Carranza, en Poesía Post-nadaísta, 1984, quien afirma que la obra de Quessep es rechazada pues emplea un lenguaje libresco, siempre correcto, no toma riesgos y es literal en la expresión de los sentimientos. A lo que responde el propio Quessep: “Me alejo de todo estilo de época y de toda moda y no me interesa describir los objetos de la realidad más tangible; creo que todo poema debe ser una metáfora del alma”.
En sus poemas de Alguien se salva por escuchar al ruiseñor, intuimos sus palabras: Digamos que una tarde / El ruiseñor cantó / Sobre esta piedra / Porque al tocarla / El tiempo no nos hiere / No todo es tuyo olvido / Algo nos queda / Entre las ruinas pienso / Que nunca será polvo / Quien vio su vuelo / O escuchó su canto.
Quienes aspiran a sacrificar una noche por pulir un verso deben tener siempre en cuenta las palabras de César Vallejo: El espíritu exige un pesimismo activo y una terrible desesperación creadora. Desde la Universidad de Illinois tomamos del trabajo hecho por J.J. Alstrum: “Un magisterio permanente es el de Quessep merecedor del aprecio ecuménico, pues sus poemas son elaborados con gran esmero, como un tapiz reflexivo con honda indagación acerca del canto para descubrir la esperanza y el temor individual y social, presentes en la subconsciencia colectiva”.
Y sobre todo, estar alertas, sobre todo ahora cuando se estremecen los costillares de la vida nacional por no saber encontrar salida a más de medio siglo de crisis política y de violencia que liga, tanto al poeta, como al intelectual, con los cambios y los procesos sociales contradictorios que lo rodean. A propósito, mis especiales congratulaciones para el jurista y catedrático, Tito Hernández Caamaño [Rincón hondo, Cesar, 1950] por su obsequio de Pensamiento Latinoamericano”, obra indispensable para el acervo investigativo y cultural en nuestro medio afrocaribeño.
Volviendo al lenguaje poético de Quessep, profundo estudioso de Dante, Rubén Darío, Neruda, Vallejo, Borges, Dylan Thomas, Baudelaire, Rimbaud, Lezama Lima y María Zambrano, lo vemos desdoblar las fronteras entre realidad y fantasía, historia y leyenda, vigilia y sueño, mundo mágico de ánimo contemplativo tal como el de la infancia en donde el tiempo y el espacio se juntan:
Muerte de Merlín
Entre bosques el reino ha concluido. / No tiene sino puertas con herrumbre.
El sortilegio era falso, los encantadores / Yacen bajo el espino blanco.
Canción y Elegía
Quién moverá mis pasos en la arena / Celeste o gris si al reino desencanta.
El hilo de la muerte o la memoria / Cercano de la nada.
Canto del extranjero
Pero hay un caminante en la palabra / Ciega canción que vuela hacia el encanto
Dónde ocultar su voz para tu cuerpo / Nave volando.
De insomnio
¿La vida es ilusoria entonces, / un huerto miserable
por donde van la ronda de las constelaciones / y el reposo nocturno inalcanzable ?
La alondra y los alacranes
Acuérdate muchacha / Que estás en un lugar de Suramérica / No estamos en Verona
No sentirás el canto de la alondra / Los inventos de Shakespeare / No son para
Mauricio Babilonia / Cumple tu historia suramericana / Espérame desnuda /
Entre los alacranes / Y olvídate y no olvides / Que el tiempo colecciona mariposas.
Jairo Tapia Tietjen
jtt.stspiritu2outlook.com
Sobre el autor

Jairo Tapia Tietjen
WikiLetras - In Memoriam
Codazzi, Cesar (1950-2018). Columna en memoria de quien fue un destacado colaborador de PanoramaCultural.com.co. Bachiller Colegio Nacional A. Codazzi, 1970. Licenciado en Filología Española e Idiomas, UPTC, Tunja, 1976; Docente en Colegio Nacional Loperena, 1977-2012. Catedrático Literatura e Idiomas, UPC, Valledupar, 1977-2013. Director Revista 'Integración', Aprocoda-Codazzi, 1983-2014; columnista: Diario del Caribe, Barranquilla, El Tiempo, Bogotá, El Universal, Cartagena, El Pilón, Vanguardia Valledupar: 1968-2012. Tel: 095 5736623, Clle. 6C N° 19B 119, Los Músicos, Valledupar- Cesar.
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