Literatura
Epifanías del poeta ‘Beto’ Murgas
“La luz celebra el misterio de la palabra
A veces la palabra es demasiado opaca
Para palpar la alejada fiebre de la estrella
Dios vela el resplandor callado
De la luciérnaga”
‘Beto’ Murgas
Aparecen de repente, sin preludio ni inquisiciones. Son como relevaciones precisas, repentinas y misteriosas; como destellos de luz que lo iluminan, lo poseen y lo inducen a buscar papel y tinta, a transformarlas en un texto poético, en arte literario.
“Yo no sé. Eso es un misterio. Son como revelaciones que van naciendo y uno después la reescribe”. Esta es la respuesta del poeta Luis Alberto Murgas Guerra cuando se le pregunta por su musa. “Yo no me propongo hacer un poema. Son imágenes que de pronto salen”.
Escuchándolo es fácil, entonces, entender sus escritos, reunidos en poemarios como ‘Errancia del Agua’, ‘Hojas de Hayo’ y ‘La miel del alacrán’ o ‘Vincent Van Gogh (cartas al rojo blanco de cuchillo)’ y ‘Epifanía de la luz’. Son textos que hablan de amor, de silencios invencibles y palabras que son fuego, de crepúsculos de girasol y voces en ruinas, de vorágines de sombras y espirales de luz.
No hay antecedentes literarios en su familia, a no ser por una abuela, Remedios Fernández Parodi, cuya memoria estaba llena de poemas. Es el único referente familiar que pueda tenerse antes y después de él en los Murgas Guerra.
Nació en el barrio Núñez de San Diego, Cesar, donde creció y se hizo poeta. Su motor impulsor fue la lectura. “Siempre he sido un buen lector”, dice. Desde sus quince años se recuerda sumergido en textos como ‘La cenicienta’, ’Caperucita’, ‘El Principito’ y otros más que fueron alimentando al poeta que llevaba por dentro y que constituyeron el comienzo para que se convirtiera en el poeta que es hoy: uno de los más importantes que tiene la región Caribe y el líder de decenas de personas que se han decidido por la creación literaria, ganador de concursos regionales y nacionales.
Han sido más de dos décadas entregando herramientas literarias a otros, ayudando a formar escritores en varios municipios del departamento del Cesar, como Curumaní, Tamalameque, Aguachica, Manaure, El Copey, Valledupar y su natal San Diego. Se desempeña como docente en literatura en la Universidad Popular del Cesar y tiene a su cargo el proceso de creación literaria de la Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa, Relata, Nodo Caribe.
Una mañana de sábado, por ejemplo, ‘Beto’ Murgas viaja de San Diego a Valledupar y se reúne con sus pupilos para dejar brotar la inspiración, estimulada por el mundo, la naturaleza, el tiempo, lo humano. El escenario es la Biblioteca Pública Departametal. Ahí leen obras propias y ajenas, para analizar los detalles de la creación, para confirmar esa fuerza individual, personal, que tiene cada texto y que lo hace parecerse a su creador. Ahí hablan de fábulas, cuentos, novelas y otros géneros narrativos; hacen ejercicios de microficción, cada uno crea su nanorelato y traen a memoria a excelsos autores de este género; el profesor les habla de novelas fractales, les cita ejemplos, y les recalca que un texto pequeño puede ser el comienzo para un cuento o novela.
Al final del encuentro creatiivo, ‘Beto’ Murgas regresa a San Diego, pueblo hermoso que es, en sí, una poesía de paisajes y gente buena, un abrevadero de inspiración para este poeta.
María Ruth Mosquera
@sherowiya
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