Literatura

La Forma de las Ruinas: reporte de un lector crítico

Gustavo Álvarez Gardeazábal

29/03/2016 - 02:30

 

Cada vez que Juan Gabriel Vásquez, a quien no conozco, se ha ganado uno de esos rutilantes premios internacionales, he devorado sus novelas. Confieso que me ha ido mal.

Pesadas, indigestas cuando no apergaminadas. Pero ahora he leído La Forma de las Ruinas, que no se ha ganado ningún premio y, como diría mi abuelo, “me quito el sombrero”.

Es una estupenda novela, usada para muchos fines, pero todos logrados.

Averiguar quién mató al general Uribe o quién a Keneddy o quien a Gaitán, no es labor histórica para Vásquez, es la opción bien lograda de construir una novela de detectives con las astucias de Agata y la suficiencia de Scotland Yard.

Llevar al lector a encontrar quienes estuvieron detrás del asesinato de Uribe Uribe o en el de Kennedy y casi que decirnos con nombre propio quien tras el de Gaitán, es conseguir también, históricamente, una metáfora novelística sobre lo que muchos, superficialmente, trataron dizque de averiguar en el pasado.

Pero conseguir hacer una escanografia del propio autor, con sus debilidades y furias, sus invenciones y su atronadora metodología investigativa, hasta volverle también personaje de la novela, es un genial acto literario. 

Y lo consigue poniendo otro quinto personaje, el averiguador maniático, a compararse consigo mismo. La novela es muy larga para los nuevos lectores y puede tener averiguaciones que los viejos ya sabían, pero como se trata no solo de una obra literaria, inventada o no sobre la realidad nacional que los historiadores no han podido verificar ni mucho menos encontrar, se vuelve una catedral de nuestra narrativa.

Recomendar la lectura de un libro en estas épocas es más que una quijotada, pero este de Juan Gabriel Vásquez es tan contundente que vale la pena leerlo.

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal 

1 Comentarios


Berta Lucia Estrada 31-03-2016 06:20 AM

Esta reseña me parece bastante floja, por decir lo menos. Pienso que viniendo de un escritor como Alvarez Gardeaázabal el análisis literario, o al menos el comentario, hubiese podido ser más conciso y profundo; a mi modo de ver no pasa de ser un comentario que se hace cuando se toma una café con un amigo. Berta Lucía Estrada, autora de la columna Fractales.

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El sastre innovador

El sastre innovador

Augusto Morales, el sastre que llegó a Sagarriga de la Candelaria procedente de algún pueblo ribereño del rio grande de la magdale...

A quince mil kilómetros de distancia

A quince mil kilómetros de distancia

A los héroes y mártires olvidados del insólito Batallón Colombia   En toda familia hay secretos. Pero ahora todo se esclarece. O...

El caso Neruda

El caso Neruda

En septiembre próximo se cumplirán cuarenta años desde la muerte del poeta mayor, y, por esas cosas de la vida, dentro  de pocos d...

La ley de Dios

La ley de Dios

Los brazos abiertos, las manos extendidas hacia el cielo. Con mirada de esperanza, el padre ve a los feligreses que ese domingo se en...

Evocando el colegio, de Diógenes Armando Pino Ávila

Evocando el colegio, de Diógenes Armando Pino Ávila

El 15 de agosto se celebra en Colombia el día del maestro, de los catedráticos y profesores. Es para todos la ocasión de reflexionar...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados