Literatura
Décimas a Martín Elías
Todavía adoloridos por la partida de un cantante brillante como Martín Elías, hijo del Cacique, quien fue insuflando en la música vallenata grandes dosis de vitalidad y alegría, la poesía nos ayuda. Es un refugio.
En estas décimas de José Atuesta Mindiola encontramos el ritmo y el terremoto que animaron a tantas personas, porque “cuando un cantor se muere, se quedan las canciones que más se quiere”.
I
Un invierno de dolor
y lágrimas desbordantes
por la muerte de un cantante
de este querido folclor.
Martin Elías el cantor,
terremoto de alegría,
hijo de Diomedes Diaz,
su madre Patricia Acosta.
El alma se siente angosta
de tanta melancolía.
II
La gente en su caminar
con lamentos en repiques
por el hijo del Cacique
hoy llora Valledupar,
la Guajira y el Cesar,
y toda Colombia entera:
un clavel en primavera
con sus bonitas canciones
nos deja en los corazones
un perfume de quimeras.
III
Cuando un cantor se muere
Él se va, pero quedando
porque seguirá cantando
las canciones que más quiere.
La ausencia física hiere
pero el recuerdo nos queda,
el alma se ve muy leda
escuchando sus cantares,
y una estrella en los altares
entre sus versos se enreda.
Por José Atuesta Mindiola
0 Comentarios
Le puede interesar
Un poema de Álvaro Cepeda Samudio
Alvaro Cepeda Samudio fue un escritor y periodista costeño (Ciénaga, Magdalena, marzo 30 de 1926-Nueva York, octubre 12 de 1972)....
El libro Juglares y trovadores de Marina Quintero
Juglares y trovadores es el reciente libro de Marina Quintero, Magíster en Educación de la Universidad de Antioquia, investigadora ...
Tres siglos románticos [I]
Aristóteles se ocupaba de la “mimesis” (imitación o simulación), donde el artista copia la realidad y la refleja mejor de ...
El Patas blancas
Fue el 26 de marzo del año 2017 el día que lo conocí. Salió de no sé dónde. Enseguida me miró y comenzó a darme órdenes co...
Ironía
Fíjese que no sabía nada de ella. Sólo conocía lo que se puede ver, que es muchísimo más de lo que aconsejan las buenas costumbre...