Literatura
Tres poemas de Miguel Iriarte que cantan al Jazz (y al Caribe)

Miguel Iriarte nació en Sincé, Sucre, en 1957. Es Licenciado en Filología e Idiomas de la Universidad del Atlántico, Especialista en Gerencia y Gestión Cultural y Magíster en Comunicación de la Universidad del Norte. Poeta, Publicista, Periodista Cultural, Gestor Cultural y Catedrático de la Universidad del Norte.
Ha sido Director del Instituto Distrital de Cultura de Barranquilla, Secretario de Cultura y Patrimonio del Atlántico, Director de la Biblioteca Piloto del Caribe, Director y Editor de la Revista Víacuarenta, Director de la Revista Oral Astrolabios. Actualmente es Director de la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta y de PoemaRío.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: Doy mi palabra (1985), Segundas intenciones (1996), Cámara de Jazz (2005). Prepara el poemario Semana Santa de mi boca, además de su primera novela: La ceja del tigre.
Black and blue
Louis Armstrong
Brazo fuerte de este río
Corriente principal de un arte de tristeza
Cantada
Con toda la boca, la risa y la trompeta.
Boca de bolso, boca de caldero,
Satchelmouth, Satchmo
Dios riente con toda su negrura
Nadie cantó mejor su carraspera
Nadie sopló tanto el alma propia
Hasta fundirla toda con el cobre.
Cobre usted Don Luis
Pase la cuenta
A todo aquel que dijo que era usted
Un triste entretenedor de Storyville.
Haga tiros al aire. Los que quiera.
Pele los dientes hacia arriba
Bajo la luz del escenario.
Acuérdese de aquella noche en New Orleans
Y de la diana
En la corneta vieja del reformatorio.
Aquí nadie puede contestarle su pregunta
De porqué nació tan negro y tan triste.
Limpie la sangre de sus labios
Haga con toda perfección la embocadura
Sople
Que de ese viento viene
La canción que a todos salva.
Mister Ellington hace una vista
Está tocando la música
A mi puerta
Y no se irá si no le abro
El corazón.
¿Cuáles arreglos querrá enseñarme hoy?
¿Qué extraños instrumentos guardará en mis oídos?
¿Con qué argumentos encantará mi tiempo?
Anoche, por ejemplo, no me dejó pegar
los ojos
Se presentó con unos músicos de Ellington
(y con Ellington)
Que venían muy negros desde Harlem
A organizar una sesión de Jazz en mi aposento.
Y estuve hasta hace poco
Tratando de sacudirme de los sueños
Los maullidos agónicos de Anderson
Y la pastosa tragedia de Tizol
Que en una discusión que era una queja
Decían algo de mí
En un arreglo especial del Saddest Tale.
Tratando…
Pero es que Duke se ríe con todos
los dientes del teclado
Me presenta uno a unos los dioses de su orquesta
Y me dedica un solo para quebrar mis resistencias.
Sigue tocando la música
A mi puerta
Y no se irá, eso me temo
Porque me tiene la dosis con que vivo.
Los latidos de Mingus
Charles Mingus vagó por estos lados
Detrás de los gaiteros de Sucre y de Bolívar
Incognito sabueso rastreador en el aire
De ritmos de la sangre
Obscuros y ancestrales
Entres resquicios misteriosos de la Cumbia.
Buscador incansable de razones
Era sabio porque hallaba la belleza
En un sencillo gesto,
Sonoro, primitivo,
En una catedral de versos de T.S. Eliot
O en el diván onírico del viejo Sigmund Freud.
Solo el trabajo atenuaba su odio
Él, con trabajo,
Inmenso corazón vertical
Para la resistencia.
No muchos se imaginan
Lo grande y lo terrible de este genio
Difícil y demasiado humano
Hundiéndose hasta el asco
En el lodo del mundo.
Pero Mingus pulsaba lo que buscaban
Todos:
Un sonido en la vida, un tambor en la guerra.
Era un creador muy cierto.
Pensaba con su música.
Hizo una ideología con los ruidos del jazz
Y ganó a los estúpidos
Arreglando unas notas y ritmando unos sueños.
Sin embargo tenía la opinión muy dolida
Y a veces se sentía
Poco menos que un perro.
Sobre el autor

Luis Carlos Ramirez Lascarro
A tres tabacos
Luis Carlos Ramírez Lascarro, Guamal, Magdalena, Colombia, 1984. Estudiante de Historia y Patrimonio en la Universidad del Magdalena. Autor de los libros: El acordeón de Juancho y otros cuentos y Semana Santa de Guamal, una reseña histórica; ambos con Fallidos editores en el 2020. Ha publicado en las antologías: Poesía Social sin banderas (2005); Polen para fecundar manantiales (2008); Con otra voz y Poemas inolvidables (2011); Tocando el viento (2012) Antología Nacional de Relata (2013), Diez años no son tanto y Antología Elipsis internacional (2021). Ponente invitado al Foro Vallenato Clásico en el marco del 49 Festival de la Leyenda Vallenata (2016) y al VI Encuentro Nacional de Investigadores de Música Vallenata (2017). Su ensayo: El Vallenato protesta fue incluido en el 4to Número de la Revista Vallenatología de la UPC (2017). En el 2019 escribe la obra teatral Flores de María, inspirada en el poema musical Alicia Adorada, montada por Maderos Teatro y participa como coautor del monólogo Cruselfa. Algunos de sus poemas han sido incluidos en la edición 30 de la Revista Mariamulata y la edición 6 de la Gaceta Hojalata (2020). Colaborador frecuente de la revista cultural La Gota fría del Fondo mixto de cultura de La Guajira.
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