Literatura

Niña nocturna

Yesid Ramírez González

13/04/2019 - 05:40

 

Niña nocturna

Noche con un extraño olor que incomoda, aturdida y embriagada por la presencia quíntuple de sicarios en cada esquina de la comuna.

Ella reaparece con tacones altos, maquillada y transformada, y con ella la sombra del monstruo agazapado, lleno de maldad que se le encarama y se camufla en su boa de plumas perfumadas.

Se embarca como única pasajera en el último bus urbano con el dial noctámbulo de siempre;

El chófer de hoy canoso y silencioso, el de ayer con heridas mal cicatrizadas, el del viernes cantante y desdentado; es el mismo, usa los recuerdos del día a día para untarse la cara y alimentar la rutina y atreverse por el espejo a mirarla.

Atrás se va perdiendo la miseria de su barrio…circunvalar con la doce, los bombillos amarillos ahora tienen otra luz; la ciudad se rejuvenece hasta volverse un hada prostituta.

… y a ella el corazón comienza a querer salírsele del pecho, inicia su despertar como reina de la noche.

El portero del club nocturno, con cuerpo de fisicoculturista y con la misma cara del monstruo que la arrulla.

Verdes, morados, naranjas, rojos, azules, las paredes salpicadas de neón.

La música estridente, el murmullo de los clientes, niebla de cigarro mezclada con fragancias baratas de revistas y con el olor del licor; alientos de sexos y muchos ojos y muchas manos, demasiadas manos.

En ella el corazón a punto de infartar, de nuevo bajo el reflector que la deja ciega escuchando al anunciador morboso, absolutamente desnuda en medio de la pista, desnuda y frágil, parece la Venus de Botticelli. La niña guardada para el último show de la noche.

Se reinventa con una nueva danza, pero gotea el mismo sudor, la misma timidez, el mismo pudor, la misma rabia, el mismo temblor en los párpados, en el vientre, en los senos, en las nalgas, gozando un orgasmo mentiroso, pensamientos lascivos que violan, botellas falos que vienen y van.

Fin de la música tortuosa, aplausos, risas, bromas, propinas regadas por el piso; el último trago, el único cigarrillo y el placer gratis y obligado con el dueño del chuzo.

… y a ella el corazón se le vuelve chiquito, se niega a la fuerza joven de sus arterias.

Escapa con la risa congelada, oliendo a billetes viejos, corre, se ajusta la falda, se acomoda el escote, se pone las tangas, arroja a la calle mojada la boa con su íncubo adentro y frente a la miscelánea que aún no abre, mientras pasa el primer bus de la mañana toda ella parece envejecida empapada en su hemorragia de lágrimas.

 

Yesid Ramírez González

Sobre el autor

Yesid Ramírez González

Yesid Ramírez González

Vivencias

Nacido en Río de Oro (Cesar, Colombia) en 1964. Comunicador Social de la Unversidad Autónoma del Caribe, ex Coordinador Municipal de Cultura de Río de Oro, cargo que desempeñó por más de doce años; ex catedrático del área de humanidades de la Francisco de Paula Santander Ocaña. Asesor de proyectos culturales. Diplomado en Gestión Cultural -Universidad del Norte. Escritor de cuentos, crónicas y poemas.

https://www.facebook.com/yesid.f.gonzalez

3 Comentarios


Saith Casadiegos 15-04-2019 10:42 AM

Hermoso y erótico este poema en prosa. Hermosamente trabajado con el miedo que trae la noche, la noche que se vuelve misterio untada de licor, de cigarrillo y de inocencia.

Maria Camila 15-04-2019 12:15 PM

asombroso padre esa manera tan fluida para escribir relatos y poemas ...me siento orgullosa de ti

Eduardo Enrique Páez Osorio 21-04-2019 04:12 AM

Qué bueno, me gustó mucho Yesid. La noche misma y el destino inevitable rondando la vida en su pesada rutina, para ser condenada y quizá a la vez salvada por su propia belleza y juventud,

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

“Los peores adversarios de la democracia: miseria e ignorancia”

“Los peores adversarios de la democracia: miseria e ignorancia”

Cuando un lector es voraz puede pasar una serie de hechos: que se convierta en escritor, que se haga filósofo y hasta que termine desa...

Cómo conservar los libros y tener una biblioteca perfecta

Cómo conservar los libros y tener una biblioteca perfecta

  Conservar libros antiguos es una tarea que a veces se torna complicada teniendo en cuenta que la tinta y el papel no tenían la mis...

Hasta ahora te creo, de Maribel Abello Banfi

Hasta ahora te creo, de Maribel Abello Banfi

Aguilar 2020 Penguin Random House Grupo Editorial. 165 páginas   Tengo el privilegio de conocer, así sea virtualmente, a Linda Fa...

Frida

Frida

Te echaste al pico toda la raza pintante… Diego Rivera Al final de la calle/ una vara de mimbre/ se aleja patinando/ en dos naran...

Cuando voy al trabajo

Cuando voy al trabajo

Escribo estas líneas para decirte, Maya, que te recuerdo cuando voy al trabajo. No es que no lo haga en otros momentos, sino que, en e...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados