Literatura
Mala suerte, el cuento corto de Antón Chejov
Ilia Sergeich Peplov y su mujer, Cleopatra Petrovna, escuchaban junto a la puerta con gran ansiedad. Al otro lado, en la pequeña sala, se desarrollaba, al parecer, una escena de declaración amorosa. Su hija Nataschenka se prometía en aquel momento con el profesor de la Escuela Provincial, Schupkin.
—Parece que pica —murmuraba Peplov, temblando de impaciencia y frotándose las manos—. Mira, Petrovna... Tan pronto como empiecen a hablar de sentimientos, descuelgas la imagen de la pared y entramos a bendecirlos... Quedarán cogidos. La bendición con la imagen es sagrada e irrevocable... Ni aunque acuda al juzgado podrá ya volverse atrás.
Al otro lado de la puerta estaba entablado el siguiente diálogo:
—¡Nada de su carácter!... —decía Schupkin, frotando una cerilla en sus pantalones a cuadros para encenderla—. Le aseguro que yo no fui quien escribió las cartas.
—¡Vamos no diga!... ¡Como si no conociera yo su letra! —reía la damisela lanzando grititos amanerados y mirándose al espejo a cada momento—. La reconocí en seguida. ¡Y qué cosa tan rara!... ¡Usted, profesor de caligrafía y haciendo esos garrapatos!... ¿Cómo va usted a enseñar a escribir a otros si escribe usted tan mal?...
—¡Hum!... Eso no significa nada, señorita. En el estudio de la caligrafía lo principal no es la clase de letra..., lo principal es mantener sujetos a los alumnos. A uno se le pega con la regla en la cabeza..., a otro se le pone de rodillas... ¡Pero la escritura! ¡Pchs!... ¡Eso es lo de menos!... Nekrasov era un escritor y daba vergüenza ver cómo escribía. En sus obras completas viene una muestra, ¡qué muestra!, de su caligrafía.
—Sí..., pero aquel era Nekrasov, y usted es usted... —un suspiro—. ¡A mí me hubiera encantado casarme con un escritor! ¡Se hubiera pasado el tiempo haciéndome versos!
Antón Chejov
1 Comentarios
Me podrían especificar de qué trata este cuento en un pequeño resumen
Le puede interesar
Cuando los árbitros miran a las ratas
Farruko Kataño esa madrugada estaba sin dormir, se paró de su cama, abrió la nevera y encontró una rata comiéndose un ped...
La dulce sombra de Hoai Houng Nguyen, o el aroma de un amor perdido
Hoai Houng Nguyen (Francia, 1976) es hija de padres vietnamitas y nacida en París; su lengua materna es el vietnamita y sólo aprend...
La comadrona, de Katja Kettu: un descenso vertiginoso a los campos de concentración
Katja Kettu (Finlandia, 1978) es una escritora sin par. Me he leído La Comadrona (Alfaguara 2014) prácticamente de un tirón. Es un...
Marguerite Yourcenar, cuando la sapiencia tiene nombre de mujer
Esta incomparable mujer (1903-1987), cuyo nombre era Marguerite Cleenewerck de Creyencourt, es una de las más grandes intelectuale...
Poema en defensa de la vida de los toros
Tras la muerte indignante de un toro en las corralejas de Turbaco (Bolívar), el mundo de la cultura ha expresado su descontento y su...