Literatura

La obra maestra desconocida, el cuento breve de Balzac

Redacción

18/06/2019 - 07:05

 

La obra maestra desconocida, el cuento breve de Balzac
La obra maestra desconocida / Ilustración de Pablo Picasso

I. Gillette.

A finales del año 1612, en una fría mañana de diciembre, un joven, pobremente vestido, paseaba ante la puerta de una casa situada en la Rue des Grands—Augustins, en París. Tras haber caminado harto tiempo por esta calle, con la indecisión de un enamorado que no osa presentarse ante su primera amante, por más accesible que ella sea, acabó por franquear el umbral de aquella puerta y preguntó si el maestro Françoise Porbus estaba en casa. Ante la respuesta afirmativa que le dio una vieja ocupada en barrer el vestíbulo, el joven subió lentamente los peldaños, deteniéndose en cada escalón, cual un cortesano inexperto, inquieto por el recibimiento que el rey va a dispensarle. Al llegar al final de la escalera de caracol, permaneció un momento en el rellano, perplejo ante el aldabón grotesco que ornaba la puerta del taller donde, sin lugar a duda, trabajaba el pintor de Enrique IV que María de Médicis había abandonado por Rubens.

El joven experimentaba esa profunda sensación que ha debido de hacer vibrar el corazón de los grandes artistas cuando, en el apogeo de su juventud y de su amor por el arte, se han acercado a un hombre genial o a alguna obra maestra. Existe en todos los sentimientos humanos una flor primitiva, engendrada por un noble entusiasmo, que va marchitándose poco a poco hasta que la felicidad no es ya sino un recuerdo, y la gloria una mentira. Entre estas frágiles emociones, nada se parece más al amor que la joven pasión de un artista que inicia el delicioso suplicio de su destino de gloria y de infortunio; pasión llena de audacia y de timidez, de creencias vagas y de desalientos concretos. Quien, ligero de bolsa, de genio naciente, no haya palpitado con vehemencia al presentarse ante un maestro siempre carecerá de una cuerda en el corazón, de un toque indefinible en el pincel, de sentimiento en la obra, de verdadera expresión poética.

 

Honoré de Balzac

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Cuando leer es aprender a escribir: El juilguero de Donna Tartt

Cuando leer es aprender a escribir: El juilguero de Donna Tartt

En estos últimos días estuve sumergida en un libro de Donna Tartt (Estados Unidos, 1963), una obra que debería ser estudiada en los ...

Luis Alberto Dïaz: “Cada día es un encuentro”

Luis Alberto Dïaz: “Cada día es un encuentro”

Toda nueva publicación debe ser motivo de diálogo. El poeta Luis Alberto Díaz lo tiene muy claro ya que, aprovechando la segunda e...

La periodista Natalia Gnecco presenta su novela La Promesa

La periodista Natalia Gnecco presenta su novela La Promesa

  La periodista Natalia Gnecco Arregocés inicia hoy un nuevo camino. Tras años de periodismo (que hemos podido saborear en parte gr...

Décimas a Catherine Ibargüen Mena

Décimas a Catherine Ibargüen Mena

Ella es la gran colombiana de los últimos años, la que hace soñar con cada salto, la que nos hace ver que los límites son simples...

Porfirio Barba Jacob: el poeta que se suicidó tres veces

Porfirio Barba Jacob: el poeta que se suicidó tres veces

  El poeta colombiano postmodernista Miguel Ángel Osorio Benítez (1883-1942), mejor conocido a través de sus seudónimos Ricardo A...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La parranda y el parrandero en la música vallenata

María Emilia Aponte Mantilla | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados