Literatura

El universo llamado “Asidos en el destello”

Tengo la responsabilidad de presentarles “Asidos en el destello”, aunque la palabra no debería ser “presentarles” porque la poesía de esta autora habla y se presenta por sí misma, por lo tanto, mi única labor es brindarles la emoción que me ha dado este hallazgo literario.

Quiero compartirles que antes de que se encomendara esta labor no conocía a Ariana Molina, sin embargo, fue solo hasta mi encuentro con este libro que puedo decir que es una poeta que escribe como piensa, siente y respira y ese pensamiento nos abre camino para adentrarnos a su propuesta. Propuesta donde dibuja entre claro-oscuro y con gesto magistral quien es ella, cuál es su indagación particular, su estilo, todo ello plasmado en cada página y es así como puedo participarles que su poesía es libre, penetrante, dinámica y con un sentido muy personal, que lo define todo, que la define.

Es por esto que como amantes de la literatura y de este género siempre hemos indagado por conceptualizar la poesía, por preguntarnos ¿Qué es poesía?, pero sería más sencillo e incluso podríamos coincidir más rápidamente en qué no es poesía. Yo pensaría que “Asidos en el destello” de Ariana Molina conceptualiza en su haber el desborde pleno de sentimientos y emociones donde (palabras de la autora) “las presencias erosionadas” y “el sudor de las palabras” permiten una caligrafía interior que nos llevaría a una respuesta a ese primer interrogante.

De ahí que me atreva a decir que más que un poemario “Asidos en el destello” sería un largo poema que inicia con “Palabra en erosión” y finaliza con “Fuego Umbral” bajo una voz arriesgada configurando imágenes que desdibujan lo obvio y nos lleva a sentirla lenta, consciente y a la vez deliberadamente a través de su lectura, en la cual Ariana propone significados espectrales en los que (palabras de la autora) “pretendo que la espera se suicide” regalándonos con ello un trasegar inimaginado de la magia que confluye en un puñado de páginas donde la palabra, la ausencia, el tiempo, los cuerpos, sus apariencias y ocultaciones artificiosas buscan anclar los ensueños prohibidos y nos muestran que alrededor de los 30 poemas aquí consignados guardan secretos que debemos descubrir entre líneas las formas  constantes de su revelación del mundo, de su mundo en el que la palabra poética desnuda la realidad y no las revela. Es por ello quizás que la autora haya pensado en una imagen que exija al lector desde la caratula del libro a adentrarse en las entrañas de su lenguaje, sus signos cargados de una fuerza dramática que se deja sentir, de ahí que la obra del artista plástico Eduardo Esparza ligue completamente ese testimonio que Ariana Molina sintetiza en este universo llamado “Asidos en el Destello”.

Es de resaltar que la poética de esta autora logra exteriorizar las emociones que le embargan y estas se convierten a su vez en revelaciones que trasciende lo simple desde su propio juicio al crear una aventura que desliga lo oculto de la realidad para reinventarse una nueva en la que vierta su esencia y ello le lleve a convertir su poesía en una apuesta original impregnada de palabras e imágenes que trasciende en significación para que su creación llegue a convertirse en una revelación de  lo impensable, pero que en la voz de Ariana Molina  afloran sin remordimiento.

De ahí que la importancia de la poesía de esta autora permita acercarse al lenguaje, al lector y de esa manera producir nuestro propio descubrimiento de la realidad del poema mismo que sólo existe a través de la lectura. Este descubrimiento se hace digno gracias a la aparente sencillez de la poesía de Ariana, pero sobre todo por la autenticidad testimonial en sus poemas que revelan sin reparo las más apasionadas sensaciones que van encontrando su forma y su sentir entre la secuencia de los versos.

Habría mucho más que decir sobre esta obra, pero esto sería para el lector a quien invito a sentir esta muestra poética a través de su lectura y solo me queda reiterar las gracias por permitirme esta tarde estar aquí y regalarles mi sentir, ahora los dejo con la autora.

Nellys Esther Montenegro De La Hoz