Literatura

Los 50 años de la novela La casa grande

Redacción

19/09/2012 - 11:50

 

Alvaro Cepeda y Gabriel García Márquez / Foto: El tiempoHace exactamente medio siglo salía a la venta una novela que marcó el género de la literatura contemporánea: La casa grande, de Álvaro Cepeda Samudio.

El propio Gabriel García Márquez lo señalaba en el prefacio de aquella época: “Además de ser una novela hermosa es un formidable aporte al hecho literario más importante del mundo actual: la novela latinoamericana”.

Así fue recibida una obra que describe un suceso trágico de la historia de la costa Caribe: la masacre de la zona bananera, de la cual el autor fue testigo directo (puesto que en aquel entonces residía frente a la estación del ferrocarril de Ciénaga).

Desde un punto de vista histórico, la obra brilla por los detalles de una época marcada por la inestabilidad nacional e internacional. En pleno año 1928, el gobierno colombiano de Miguel Abadía Méndez se enfrentaba a un contexto social tenso  que tuvo su máxima repercusión en el episodio de la zona bananera, pero también resistió los embates de la crisis del 29 y sus nefastos efectos sobre los intercambios internacionales.

Los conflictos sociales –enraizados en la falta de garantías laborales  y la ausencia completa de políticas que dignificaran a los obreros– y la imposibilidad de llegar a un acuerdo por la vía del diálogo provocaron la huelga general de Santa Marta el 6 de diciembre de 1928 durante la cual los trabajadores expresaron su total insatisfacción y reclamaron el apoyo popular.

No obstante, alertada por la crispación y la pérdida de control, la compañía United Fruit Company instó el gobierno nacional a que tomara cartas en el asunto e interviniera mandando el ejército.

La reacción no se hizo esperar. El gobierno colombiano mandó al general Cortés Vargas para restablecer el orden y éste, atendiendo las exigencias de la compañía estadounidense, dio instrucciones para que se persiguiera los amotinamientos de los huelguistas.  El resultado fue nefasto. El ejército abrió el fuego e inició una caza de brujas en contra de los supuestos comunistas.

Ese pedazo trágico de la historia quedó retratado de una manera inédita por el autor que hoy recordamos y Gabo lo expresó de manera contundente en sus escritos: “La casa grande no exhibe muertos, y el único soldado que recuerda haber matado a alguien “no tiene el uniforme empapado de sangre sino de mierda […]. Esta manera de escribir la historia, por arbitraria que pueda parecer a los historiadores, es una espléndida lección de transmutación poética”. [Ver tomo 4, Literatura, pp. 289-290; y tomo 5, Cultura, pp. 239240].

Este año, el libro ha retomado nuevos colores gracias al lanzamiento de una lujosa edición por parte de El Áncora Editores y el auspicio de la empresa Promigas. La obra viene con una introducción a cargo de Jacques Gilard, producto de la investigación que el académico realizó entre el 2003 y el 2008 en torno de la obra de Cepeda Samudio.

En resumidas cuentas, tenemos una ocasión única para redescubrir los episodios más oscuros de la historia de Colombia a través de una pluma prodigiosa.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Mala suerte, el cuento corto de Antón Chejov

Mala suerte, el cuento corto de Antón Chejov

  Ilia Sergeich Peplov y su mujer, Cleopatra Petrovna, escuchaban junto a la puerta con gran ansiedad. Al otro lado, en la pequeña s...

Carmen Carmen

Carmen Carmen

¡Que rompa el son caliente, y que lo baile la gente, pecho con pecho, vaso con vaso, y agua con agua con aguardiente!   Yoruba soy,...

Mi bisabuelo el campesino

Mi bisabuelo el campesino

  La madrugada se había despedido. El día comenzaba taciturno y parsimonioso. Efraín Ortega, agricultor empedernido y amante de la...

Dos poemas para cantar a los orichas, de Manuel Zapata Olivella

Dos poemas para cantar a los orichas, de Manuel Zapata Olivella

CANTO A CHANGÓ, ORICHA FECUNDO ¡Changó! Voz forjadora del trueno. ¡Oye, oye nuestra voz! Siéntate, descansa tu descomunal fal...

Florece la poesía en Codazzi

Florece la poesía en Codazzi

Cuando se cerró el telón, Nidio Quiroz tenía un cansancio físico indescriptible y no era para menos, pues llevaba dos meses con sus...

Lo más leído

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

La Muerte de Abel Antonio

Álvaro Rojano Osorio | Música y folclor

Los mejores comienzos de novela en español

José Luis Hernández | Literatura

El discutido origen de la arepa

Redacción | Gastronomía

Gabo Niña, Gabo Mujer

Yarime Lobo Baute | Opinión

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados