Literatura
La felicidad
Hola
amiga dalia,
dalia amarilla;
tú que despiertas cada día
con la sonrisa de oreja a oreja,
y gritando al mundo tus azules melodías,
explícame algo que mis ansias han estado
buscando por mares, ciudades y caseríos,
por montañas y ríos,
pero se esconde y no la he podido encontrar;
se me escapa cuando apenas alcanzo
a tocarla,
explícame con tu simplicidad,
¿qué debo hacer
para sentir
en todo momento las suaves caricias de la felicidad?
II
…La
Felicidad,
amigo poeta,
no se puede encontrar;
la felicidad hay que construirla,
hay que elaborarla día a día
como quien teje el canto de una begonia,
pétalo por pétalo,
en el pentagrama fluyente y altibajo del tiempo.
La felicidad es una actitud de vida,
tienes que sentirla en toda decisión,
en todo intento y toda acción
que realizas cada mañana, cada tarde,
bajo la luz azul
de cada
lucero, de cada sueño que tú mismo dibujaste.
III
para
hacer la felicidad,
amigo poeta,
necesitas tres cosas:
primero algo imprescindible,
algo que no te puede faltar jamás,
una rosa roja en tu alma;
para que sientas el gorjeo tenue del arco iris
en todo momento,
para que tu corazón palpite al compás
de las vibraciones musicales del universo;
una rosa roja en tu alma
para compartirla con tus hermanos,
cada vez que en la lucha
de la fiesta diaria
alguien necesite el apoyo fraternal de tu mano.
IV
La
segunda
cosa que debes hacer
poeta,
es no olvidar la guitarra,
la guitarra que te regalaron al nacer,
las trinitarias rosadas;
para tocar en la orquesta con tus semejantes,
para celebrar la gran fiesta;
para componer la canción que tendrás que vivir
día a día,
la canción que debes confeccionar
con cada nuevo intento,
con cada derrota superada;
con la sonrisa de cada
triunfo,
el triunfo de sentir los latidos de tu vida cada madrugada.
V
La
tercera cosa
que no te puede
faltar, es tu mochila,
tu linda mochila arhuaca al hombro,
para llenarla de sueños, llenarla de luceros;
luceros multicolores
que te susurren al oído cada vez
que tropieces y caigas en el camino:
¡Levántate y anda! ¡Levántate y anda!
Una mochila para llenarla de esperanzas,
para llenarla de fulgentes estrellas,
estrellas que iluminen
cada peldaño de la cuesta;
estrellas que te canten
sin descanso:
¡Que viva la vida carajo! ¡Que viva esta grandiosa fiesta!
Gaspar Pugliese Villafañe
Tomado del libro de poemas “Canto a la Vida 1.0” (en venta en Amazon,
Casa del Libro y Libros C.C.).
1 Comentarios
Hola Panorama. Gracias por la publicación del poema "La Felicidad" Gracias por el apoyo. Gaspar.
Le puede interesar
Rebelión
Esa mañana, después de nueve meses de verano, llovió. Ni siquiera la furia con la que el aguacero golpeó las tejas pudo sacar a m...
La ventana
Era martes. Como todos los martes y los jueves, Juliancito, como le decía su madre, llegaba del colegio, apurando a su progenitora...
Vito Apushana y las palabras de un poeta que canta a la América milenaria
Los hay poetas de un día. Los hay poetas que se hacen de un día para otro. Poetas que trabajan seriamente en serlo. Y los hay poeta...
Tío pobre, sobrino rico
La gente piensa que él expresa las cosas mintiendo. Pero no, no es así. Nada, absolutamente nada, de todo lo que sale de la boca ...
Un tal prólogo de García Márquez
Una de las razones que esgrime el editor Fernando Jaramillo, reconocido gabólogo, para afirmar que el prólogo que supuestamente escri...