Literatura
Joan Margarit: poesía a dos voces
Desde su primera edición, el 23 de abril del 2015, Tiempo de poesía -nacida en el marco del Proyecto Leer es un Derecho, con el apoyo fundamental de PanoramaCultural.com.co- persigue construir puentes de conocimiento y diálogo entre las dos orillas del Atlántico, utilizando la palabra; la lengua común, a modo de instrumento orientado a potenciar el desarrollo personal y social.
La palabra, en general y la poesía, en particular, como vehículos expresivos de sentimientos e ideas, se constituyen en herramienta privilegiada para el entendimiento y la resistencia, frente al pensamiento uniformador difundido por medios de comunicación o redes sociales, alzando y difundiendo la bandera del pensamiento crítico, consustancial al discurso literario promovido desde estas publicaciones.
Sin olvidar la vocación transatlántica, su edición actual tiende dichos puentes en el interior del propio país originario del proyecto. Decir que España es una realidad multicultural y multilingüística, pareciera una obviedad, pues la propia Constitución de 1978, en su art. 3, reconoce el castellano como lengua oficial; teniendo igualmente la consideración de oficiales las demás lenguas españolas -gallego, vasco, catalán y valenciano- en sus respectivos territorios o Comunidades Autónomas. Dicho marco legal señala: la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. Sin embargo, transcurridos más de 40 años desde su aprobación, el debate continúa abierto. En multitud de ocasiones, y en relación a la posición ideológica, se habla de español como sinónimo de castellano; ignorando las otras lenguas, que son tan españolas -al menos en el interior peninsular- como la primera.
Otro tema bien diferente es el uso de “español”, y no “castellano”, en el ámbito hispanoamericano, donde se utiliza dicho término para referirse al idioma común de Latinoamérica y España. Mientras que, en ese contexto, la utilización del término español, expresa riqueza cultural, en el interior del España supone justo lo contrario: reduccionismo.
En las siguientes líneas haremos una pequeña revisión de las raíces de este conflicto y cómo la poesía de Joan Margarit supone una alternativa al mismo, mediante la integración; mediante el diálogo de estas dos voces a que hace referencia el título. Dos voces, capaces de crear una polifonía poética, cuya calidad la hizo merecedora del Premio Cervantes en 2019.
Como señala Rodríguez-Puértolas (en “Historia de la literatura fascista española”, 2008), durante la dictadura del General Franco (1939-75), los otros idiomas hablados en España, diferentes al castellano, fueron considerados dialectos, frente al idioma “genuinamente español” que se identificaba con aquel. En un golpe de Estado contra el gobierno legal y legítimo -bajo el “grito” de “España: una, grande y libre”- no cabía forma de pensar ni forma de hablar diferente a la impuesta por las nuevas autoridades.
Así, en octubre de 1940, se publica la circular "Uso del idioma nacional en todos los servicios públicos", desde las escuelas hasta cine, correos y telégrafos, etc., además de rótulos de empresas o comercios. Se emprende entonces una cruzada rayana en lo ridículo, como la retirada de lápidas de un cementerio por estar escritas en catalán o la multa a personas por utilizar públicamente un idioma diferente al “español”. El propio Joan Margarit manifestó en diversas ocasiones cómo, a los cinco años, alguien le dio una bofetada en la calle por hablar en catalán, mientras le increpaba: “¡habla en cristiano!”.
Durante el final de esa etapa histórica, precisamente el catalán, así como, en menor medida, el resto de lenguas habladas en el país, se convirtieron en símbolo de resistencia contra la dictadura, convirtiéndose en la actualidad la citada lengua en expresión del debate y el conflicto sobre la realidad plurinacional del territorio y el modelo de Estado. Un conflicto que pide diálogo y convivencia, como convivencia pluri-lingüística e invitación a la reflexión y diálogo serenos hay en la poesía de Margarit.
Joan Margarit, nació en la provincia catalana de Lleida en 1938, y falleció el 16 de febrero de este año, en pleno proceso de creación de Tiempo de Poesía, convirtiéndose la presente edición en homenaje a este gran poeta. Nacimiento en plena guerra civil; infancia y juventud, coincidentes con los años más años oscuros de la dictadura, determinan su trayectoria poética, de la que se ha hablado como “expresión creativa de la negrura franquista” (Sánchez García, R. y Lanseros Sánchez R.: “Un poeta al margen de generación: itinerario poético de Joan Margarit”, 2017).
Tras una primera etapa poética caracterizada por la utilización exclusiva del castellano, y una segunda etapa en catalán, el poeta empieza a utilizar las dos lenguas a la vez. Su obra es bilingüe, no por presentar el mismo poema en las dos lenguas sino por mostrar cada uno de ellos en dos versiones: una en catalán, y otra en castellano, elaboradas por el mismo autor. En ese sentido se ha hablado de bilingüismo creativo (Torressi, S.: La poesía bilingüe de Joan Margarit, 2012). No es casualidad que su primer libro se titulara 'Cantos para la coral de un hombre solo', pues es la suya una obra a dos voces y un solo intérprete.
Al igual que su discurso poético está impregnado de una realidad plurilingüística que durante décadas han tratado de borrar – suponiendo, de esta forma, una manifestación de resistencia contra la anulación y uniformización culturales- su profesión de arquitecto ha influido notablemente en su obra, que se caracteriza por la concisión y la exactitud cuasi arquitectónica. De hecho, uno de sus libros más importantes se llama precisamente así: Cálculo de estructuras, donde afirma: “pienso que no es una coincidencia baladí que el Cálculo trate de lograr la máxima resistencia y estabilidad con el mínimo de material (en general acero u hormigón) y que la poesía trate de decir el máximo con el mínimo de palabras: al igual que las matemáticas son las más exactas de las ciencias, la poesía es la más exacta de las letras”. El que fuera llamado el arquitecto de las palabras (Pepa Fernández: Homenaje a Joan Margarit, Radio Nacional de España, 17-2-21), dota a su obra poética de una precisión; una exactitud; un realismo que le hace mostrarse empático con el sufrimiento, en una poesía que refleja honestidad.
Al igual que las dos voces en las que escribe sus poemas constituyen una polifonía chorente y equilibrada, este equilibrio se manifiesta entre la verdad poética que emana su biografía, no exenta de dureza, como la propia de los años oscuros del franquismo, a los que nos hemos referido o, entre otras circunstancias, el dolor por la pérdida de su hija. De esta manera obra y vida son una conjunción entre verdad, belleza y bondad (Pepa Fernández, 2021)
Según decíamos en las primeras líneas, palabra y poesía deben actuar como palancas que activen el desarrollo y la resistencia. Así, el trabajo poético de Joan Margarit se convierte, según sus propias palabras, en “refugio frente a la intemperie moral” (Diario ABC, de 10-03-2015). Es la suya una poesía “arraigada a la existencia y embridada por la inteligencia” (El Periódico.cat, de 16-07-2020) de la cual, Tiempo de poesía 2021, ofrece una pequeña muestra, que se convierte en sentido homenaje a su obra y su memoria.
Antonio Ureña García
Sobre el autor
Antonio Ureña García
Contrapunteo cultural
Antonio Ureña García (Madrid, España). Doctor (PHD) en Filosofía y Ciencias de la Educación; Licenciado en Historia y Profesor de Música. Como Investigador en Ciencias Sociales es especialista en Latinoamérica, región donde ha realizado diversos trabajos de investigación así como actividades de Cooperación para el Desarrollo, siendo distinguido por este motivo con la Orden General José Antonio Páez en su Primera Categoría (Venezuela). En su columna “Contrapunteo Cultural” persigue hacer una reflexión sobre la cultura y la sociedad latinoamericanas desde una perspectiva antropológica.
2 Comentarios
¡Qué buen articulo Antonio Ureña! Felicitaciones
Muchas gracias, Berta Lucía. Viniendo de una persona con esa formación y trayectoria en el mundo de la literatura, tus palabras tienen para mi un gran valor.
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