Literatura

Viejos poemas de mi juventud

Diógenes Armando Pino Ávila

11/06/2021 - 04:50

 

Viejos poemas de mi juventud
Foto: Getty images

 

Por allá en el pasado remoto, cuando recién descubría la poesía y balbuceaba titubeante ese intrincado vocabulario de los poetas, me divertía como ahora escribiendo versos y mamando gallo a lo caribe. Hoy les muestro algunos de esos balbuceos que han querido escaparse por esa puerta misteriosa del olvido.

El Viejo Lasca

A pie descalzo bastón en mano

pelo canoso, de mirada inquieta,

resumen claro del dolor humano,

camina lento Lascarro el poeta.

 

Cara de mono comiendo banano,

de tez arrugada un poco prieta,

andar inseguro de dipsómano,

¡Es Lasca, el pordiosero musageta!

 

Rima buenos versos -por unos tragos-

mordaces y agudos como una espada,

pide limosna y versa por pago...

 

Mientras miro su cara arrugada

-pienso- si ese hombre hubiera estudiado

¡Hasta de pronto no fuera nada!

 

Mallorca

¿Quién del pueblo, no sufrió los rigores

de éste educador de férula y rejo,

que a los traviesos hacía mejores

y a los dispares hacía parejos?

 

¿Quién no guarda recuerdos añejos,

alegrías, penas y sinsabores

de Aniana y Mallorca, maestros viejos

con caras adustas, de inquisidores?

 

¿Quién en su escuela no sufrió el temor

de verse hincado ante su presencia?

¿Quién no tembló al dar la elemental lección

 

temiendo hacerle perder la paciencia, esperando siempre un fuerte coscorrón,

por aquello de: ¡La letra con sangre entra!

 

Al flaco Carlos Julio

A Dios le pido, hermano mío

en éstos versos que te dedico

que no te vaya a echar al olvido

y que haga de ti un famoso médico.

 

Que se cumplan tus grandes aspiraciones

que no quede ninguna sin que se cumpla

te convierta en un maestro de curaciones

y no te desampare nunca, nunca.

 

Y cuando seas grande y famoso

y ostentes con orgullo el título

de médico cirujano, magno coloso,

de la ciencia haced un capítulo.

 

Cuando ya famoso y sin pelo

esté quedando tu cabeza pensante

cuando seas artista del escalpelo

y te atrevas a hacer un trasplante.

 

Quizás llegue achacoso a tus manos

todo moribundo, con la vista ida,

a implorarte como todo humano

¡Doctor, por favor, sálveme la vida!

 

y tu lleno de parsimonia todo

esculques mi cuerpo febril y lacerado

y al tomar mi pulso débil y flojo

-digas- ¡Murió o mi reloj se ha parado!

 

Aguinaldo

Happy birthday to you

Para Antonio González

Sé que hoy cumple años ¡felicidades!

te doy como mi más rico aguinaldo

pues mi bolsillo -tú muy bien lo sabes-

se encuentra sin un signo monetario.

 

Espero que goces muchos carnavales

y que te ganes un extraordinario

 premio en plata, para que me regales

 aunque sea un escapulario.

 

Para pedirle a "Papá Chucho Lindo"

que te conserve muy lleno de vida

para que así puedas cuidar a tus hijos

 

con celo de padre y pasión sentida

a tus familiares y demás amigos

a tus dos gatos y a tus... ¡diez queridas!

 

En el zoológico

Hoy fui a un zoológico -cautiverio

de elefantes, tigres, cabras y leones-

y lo observé todo con un criterio

científico, haciendo lucubraciones.

 

Me entretuve con las cebras -misterios

de su piel, de los presos sus pantalones

y camisas de rayas blanco y negro-

y las melenas hippies de los leones.

 

Todo me inquietó. Las fieras hoscas,

los chimpancés graciosos y distantes,

los hipopótamos de narizotas

 

grandes... y más que todo el instante

en que unas despreocupadas moscas

¡hacían el amor, sobre un elefante!

 

Diógenes Armando Pino Ávila

@Tagoto

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

@Tagoto

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El escritor que rechazó el premio nobel

El escritor que rechazó el premio nobel

Fue uno de los momentos más polémicos en la historia de la literatura del pasado siglo. Jean-Paul Sartre, un destacado pensador y esc...

La muerte nunca ha vencido (décimas)

La muerte nunca ha vencido (décimas)

En estos tiempos en los que la paz se ha convertido en una esperanza, y cuando se rescata la importancia de la vida y de quienes nos ro...

Quenas y decimistas en el Perú

Quenas y decimistas en el Perú

Al cruzar la puerta de bienvenida del aeropuerto de Lima (Perú), al lado de un hombre que tenía en una pequeña pancarta los  nombre...

El sabor del paraíso

El sabor del paraíso

  Un día de 1916, la madre, después de intentos le confió un plan para que su hijo viajara a Cuba. —¿A Cuba? —Sí, Milton. ...

Katja Petrowskaja o el poder evocador de la palabra

Katja Petrowskaja o el poder evocador de la palabra

Tal vez Esther(Ediciones Adriana Hidalgo, traducción de Nicolás Gelormini), de la ucraniana Katja Petrowskaja (1970), obtuvo el imp...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados