Literatura

José Luis Urón, el último liberal

Redacción

26/10/2012 - 11:50

 

José Luis UrónEscribir nos permite ser la voz de los que son minoría, construir o reconstruir una historia desde un espacio intimo, y conocer a personajes simbólicos de una región. Es un ejercicio que permite recobrar el sentido y dar a los hechos un contexto.

A este ejercicio se ha entregado el escritor mejicano Emilio Enrique, residente en la ciudad de Valledupar, y autor del libro “José Luis Urón, el último liberal” (Fundación Pactia Nic, 2012) presentado esta semana ante un amplio público.

La obra nacida de un abierto interés por la figura de José Luis Urón, actual director de la Cámara de Comercio de Valledupar, se enfoca en algunas de sus experiencias personales más impactantes y en un país trastocado por la violencia y la corrupción.

“Cuando conocí el secuestro de José Luis Urón, un tema que siempre me interesó –expresó el escritor–, le pedí permiso para escribir sobre ese tema”.

La respuesta de José Luis Urón no pudo ser más positiva. Deseoso de compartir su experiencia y revelar su insólita trayectoria, el director de la Cámara de comercio recibió la propuesta con entusiasmo. “Aceptó con generosidad –explicó Emilio Enrique– y descubrí a un hombre socialdemócrata, orgulloso de sus orígenes humildes, luchador incansable. Es la voz de los oprimidos”.

A esto, el escritor añadió con un tono emocionado y admirado que José Luis Urón era una persona de diálogo, enemigo de la guerra, que tiende a mirar a largo plazo con el fin de beneficiar a la comunidad.

En este libro de tinte biográfico e investigativo se abordan temas como la juventud de José Luis Urón, su secuestro a manos del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, el asunto tan delicado de la gasolina en el Cesar y la presencia de la mujer en la escena pública, mientras que en la portada resalta la imagen de un Urón en horas bajas, barbudo y visiblemente afectado por el cautiverio. Un hombre que ha sabido crecerse ante la adversidad.

En lo que se refiere al acto en sí, pudimos ver a un José Luis Urón resplandeciente, agradecido y visiblemente satisfecho de poder dejar un testimonio a la comunidad. “Nunca me había atrevido a hacer un relato público de todo mi trasegar”, explicó con un semblante serio.

Ante la presencia de sus hijas y de algunos de sus más allegados, el hombre dijo estar muy orgulloso de haber nacido en un lugar humilde. Su situación actual es innegablemente el resultado de un camino que lo ha fortalecido y obligado a encararse a los elementos más inesperados.

Emilio Enrique “Desde muy corta edad tuve que trabajar para avanzar –manifestó José Luis–. Tuve que cargar leña, vender arepas, echar pico, coger maíz y quizás este pasado es lo que me haya hecho más fuerte”.

En la universidad, el presidente de la Cámara de comercio descubrió prontamente sus dotes de líder y, poco a poco, fue emprendiendo un camino político que le llevó a la militancia en el partido liberal.

“Desafortunadamente, muchos de los que me acompañaban en la militancia en los años 70 cayeron en el movimiento del Ejército de Liberación Nacional –explicó el ponente–. Muchos murieron y yo también tuve la tentación de engrosar esas filas, pero, finalmente, gracias a mi educación, nunca transité por ese camino equivocado”.

Al caer en las manos de una compañía móvil de la guerrilla, José Luis Urón conoció el lado más oscuro del conflicto armado. La angustia e incluso las ganas de renunciar a la vida le avasallaron en los momentos más difíciles.

“Jamás sindiqué ni identifiqué a ningún habitante –expresó José Luis Urón–: lo que implicó ser desplazado automáticamente a la jungla por no colaborar”.

Con todo esto, el libro presentado en el Hotel Sicarare aporta la luz necesaria para entender el trasegar de un hombre voluntario e imperturbable que no teme enfrentarse solo a su destino.

“Cuando hablamos del último liberal, hablamos del liberal de ideas y no del partido – concluyó José Luis Urón–. ¡Un liberal que bebe en la fuente de la ideología liberal!”.

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