Literatura
Mi mochila arhuaca, el poema de Gaspar Pugliese Villafañe
Hola
magnolia
fucsia, magnolia
que cantas contenta
todas las madrugadas en
el patio de mi casa; ¿quieres
decirme algo, quieres preguntarme
a dónde voy con este saxo en mi
alma? Quieres saber a dónde voy
sonriente todas las mañanas?
No, poeta, lo que quiero saber
es: ¿qué llevas guardado
en esa linda mochila arhuaca?
II
Son
mis sueños
magnolia, son mis
luceros de colores; ellos
son los que iluminan mi senda,
los que guían mis pasos en cada
amanecer; ellos son los que a veces
me regañan, los que me dan toda la
vitalidad para no languidecer en la
marcha; ellos son los que llenan
mi alma de fe para sobreponerme
a los maremotos del camino;
convencido de que muy pronto
las mirlas de la libertad,
sonreirán a carcajada
suelta en las
notas acompasadas de mi destino.
III
Este
lucero amarillo,
es el que me dice que
un día en el mundo se acabará
la horrible y amarga tragedia de las
guerras; un día en el mundo los besos
suaves de los crisantemos humanizarán
al hombre y lo convencerán de que si es
posible vivir en paz. Este sueño amarillo
me dice que blancos, negros, cristianos y
no cristianos, liberales, socialdemócratas
y conservadores, todos somos hermanos;
y que un día en el mundo el hombre
comprenderá que sí podemos tocar
todos en la gran orquesta;
comer todos de la misma
manzana y disfrutar
todos, las
mieles y las delicias de esta grandiosa fiesta.
IV
Este
lucero rojo,
es el que me dice
que un día en el mundo
todos seremos libres; que un
día, el susurro de la aurora hará
civilizado al hombre y lo convencerá,
de que todos tenemos los mismos
derechos y, por lo tanto, debemos todos
tener las mismas oportunidades. Este sueño
rojo, me asegura que la hermandad pondrá
el compás a la fanfarria de la orquesta;
hasta los poetas tendremos un trabajo,
y podremos todos disfrutar, la poesía
que musitan los nardos por las tardes;
me grita que con amor un día
en el mundo, ningún
hermano
morirá jamás de soledad ni de hambre.
V
Este
lucero blanco
es el que me dice,
que un día en el mundo
el rumor afable de las olas del mar,
realizarán el milagro de sanar el alma
del hombre; para que comprenda que el
poder y la riqueza son para ayudar a los
demás. Este sueño blanco es el que me
grita a cada instante, que el musitar
leve de las margaritas, llenará de
solidaridad el corazón de todos
los seres humanos;
y disfrutaremos entonces, la
dicha de festejar el gran
fandango
de la vida con todos nuestros hermanos.
VI
Este
lucero azul
es el que me dice,
que con este geranio
que llevo en el corazón, puedo
superar todos los obstáculos que
aparezcan en mi senda; y puedo
levantarme cuantas veces caiga en la
empinada cuesta. Este sueño azul
es el que me grita siempre, que con
este violín que llevo en la frente,
puedo curar cualquier herida;
y puedo tejer también,
la melodía más
sabrosa
para la canción multicolor de mi vida.
Gaspar Pugliese Villafañe
Poema extraído de su segundo libro de penas “Canto a la Vida 2.0”, a la venta en Amazon.
1 Comentarios
Gracias Panorama por el apoyo.
Le puede interesar
La muerte del estratega
Hace algunos días la literatura colombiana sufrió una de sus más grandes pérdidas con la muerte del historiador, poeta y novelist...
Cáscara de nuez, de Ian McEwan
Soy una lectora asidua de la literatura anglófona, regularmente me sumerjo en las páginas de algunos de sus autores; aunque no ...
Un tributo a Luis Mizar: el poeta vivo más importante del Caribe colombiano
Los homenajes se hacen en vida. No se puede esperar a que la muerte nos haga recobrar de repente la memoria y la clarividencia. Éste...
Lo que me dejó el amor de Julieta
No quedan rastros de mi amor bajo tu cielo, pero me alegro mucho de haber volado en él. Tenía doce años cuando Julieta me prometi...
La lectura, según Paulo Freire
Entre los ensayos que Paulo Freire escribió entre 1968 y 1981, sobresale en particular La importancia del acto de leer, porque el...