Literatura
Es lunes
Es esta la canción de un verano…
(Aurelio Arturo)
Es lunes.
Un lunes de esos imaginarios: un domingo extendido. Es un día que utilizo para hablar de ti:
Simplemente…
Es como un día que no existe antes, pero, si estamos juntos, pasa sin advertirlo: plácidamente.
Y es que verte a los ojos o escucharte sonreír y hasta verte llorar, ah… pero hoy es lunes: uno de esos imaginarios.
Sí, el día más lento, largo y profético: vulgar –no por lo grosero, sino lo populoso-.
Bueno, acabo de acostarme a tu lado, sólo para verte enroscada sobre tu cama, abrazando tu almohada: ¡Qué difícil conservar un lugar en la cama, evitando tropezar, con tantas vueltas y revueltas que das! Verte, imaginarte dormida, como una beba, sin tocarte apenas y sentir, sin embargo, cómo cede el colchón bajo los pesos y se empapan las sábanas con nuestro sudor: tu vientre, redondeado al final, tus caderas fuertes y amplias, tus piernas cortas, torneadas, tus senos libres y bellos, bajo la frágil y fresca telilla que apenas les cubre…
Es inútil, quizá, pasar la noche en vela sólo viendo dormir a una mujer. Yo perdería varias: seguro te haría mi mujer de una manera especial… ¿Amarte en silencio, en la distancia? Acariciarte quizá mientras te recorren los sueños y tú, por ellos, paseas como si no existieran el miedo ni el dolor, dejándoles el lugar que les pertenece, enseñándonos a vivir más que a estar vivos: acompañándome a estar solo y a ser feliz sin pretenderlo ni querer saber por qué… Me sentaría a escuchar cómo respiras y a ver cómo, en los párpados, se te vienen todas las angustias y las felicidades, a ver tu corazón latir bajo ese lunar que tanto me gusta y morderme los labios al quererte besar.
Abriría las ventanas al patio (quizá entre entonces una bocanada de aire desde el mar que nos une y nos separa) y te contaría una historia mientras la luna reposa sus rayos sobre tus hombros. Cantaría una estrofa que se te parezca, dormiría acodado en la cama y te correría las sábanas para no ahogarte el sexo ni descubrirlo a la tentación… Sería feliz un instante, otro instante, hasta hacerte parte de mí, poco, poquito a poco, media noche, cada noche, sin que sepas, siquiera, que estoy allí…
Pero hoy es lunes: un día normal y debes salir a no sé qué cosa. Imagino que saltarás, a veces, y otras te retorcerás desperezándote… Pero hoy miras la ventana sin recordar cómo la habías dejado, apagas el abanico, sin ganas, con la punta del pie y sientes el suelo frío y liso tanteando las chanclas. Es verano.
Es diciembre. No tienes por qué salir, aunque sea lunes.
Te acomodas las telitas que te cubren en ese combate de sábanas y perezas que acabas de concluir.
Bostezas.
Tienes los ojos chicos, felizmente chicos y aún empatados de esa sustancia que tienen los sueños cuando no son de otro: ¡Siempre he querido verte así! Aún no sales. No quieres salir. Te haces un nudo en el pelo, te empinas y te arqueas te tráquea un huesecillo allá junto al alma-. Bostezas, de nuevo, con una sonrisa entre dientes, y, entonces, miras la cama sin querer arreglarla y sin estar pensando en mí.
Yo ahora pienso ( y ahora lo pienso) –no es que siempre lo haga– y es divertido: Siento quererte tanto y, a veces, no sé cómo puedo aguantarme las ganas… ah, si estuvieras más cerca, si aboliéramos distancias… pero hoy es lunes, es diciembre y estás de vacaciones.
Bueno, es que sólo quería decirte que a veces pienso y casi nunca digo… Por eso hoy es lunes, para decirte… no es necesario decirlo, para sentirte cercana y mía como si fueses mi amante. La amada, la amante que nos hace pensar y ser poetas… a la cual jugaríamos la vida sin temor a perderla…
Pero hoy es lunes y este día es la excusa formal para hablarte al oído y decirte que casi, eres la mujer perfecta. Lo fueras, seguro, si en verdad fueras mi amante… pero ahora es lunes y debes ducharte, comer y vestirte para acabar de ser esa mujer a la que tanto amo, sin paranoias ni mentiras.
Un amor de tropiezos y caídas, de regaños y, por qué no, de reclamos.
Un amor sin doble cara y un filo peligroso, que mutila lo inútil, poda lo prodigioso y fecundo. Precioso.
Un amor prosaico al cual, seguro, aún no debemos llamar amor. ¿Sólo cariño?
Hoy es lunes, de todas formas, y es mejor dejarlo, seguir o mandarlo a dormir para no seguir enredándome o hundiendo, ¿quién sabe?
Igual, fue bonito verte dormir e imaginarme a tu lado y poderte decir, con este desorden de letras, que casi lloré –como lloran los hombres– al ver, sentir y saber que podría amarte tanto y no poder hacerlo.
Buen día. Buena noche.
Amada.
Luis Carlos Ramírez Lascarro
Sobre el autor
Luis Carlos Ramirez Lascarro
A tres tabacos
Guamal, Magdalena, Colombia, 1984. Historiador y Gestor patrimonial, egresado de la Universidad del Magdalena. Autor de los libros: La cumbia en Guamal, Magdalena, en coautoría con David Ramírez (2023); El acordeón de Juancho (2020) y Semana Santa de Guamal, Magdalena, una reseña histórica, en coautoría con Alberto Ávila Bagarozza (2020). Autor de las obras teatrales: Flores de María (2020), montada por el colectivo Maderos Teatro de Valledupar, y Cruselfa (2020), Monólogo coescrito con Luis Mario Jiménez, quien lo representa. Ha participado en las antologías poéticas: Poesía Social sin banderas (2005); Polen para fecundar manantiales (2008); Con otra voz y Poemas inolvidables (2011), Tocando el viento (2012) Antología Nacional de Relata (2013), Contagio poesía (2020) y Quemarlo todo (2021). He participado en las antologías narrativas: Elipsis internacional y Diez años no son tanto (2021). Ha participado en las siguientes revistas de divulgación: Hojalata y María mulata (2020); Heterotopías (2022) y Atarraya cultural (2023). He participado en todos los números de la revista La gota fría: No. 1 (2018), No. 2 (2020), No. 3 (2021), No. 4 (2022) y No. 5 (2023). Ha participado en los siguientes eventos culturales como conferencista invitado: Segundo Simposio literario estudiantil IED NARA (2023), con la ponencia: La literatura como reflejo de la identidad del caribe colombiano; VI Encuentro nacional de investigadores de la música vallenata (2017), con la ponencia: Julio Erazo Cuevas, el Juglar guamalero y Foro Vallenato clásico (2016), en el marco del 49 Festival de la Leyenda vallenata, con la ponencia: Zuletazos clásicos. Ha participado como corrector estilístico y ortotipográfico de los siguientes libros: El vallenato en Bogotá, su redención y popularidad (2021) y Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020), en el cual también participé como prologuista. El artículo El vallenato protesta fue citado en la tesis de maestría en musicología: El vallenato de “protesta”: La obra musical de Máximo Jiménez (2017); Los artículos: Poesía en la música vallenata y Salsa y vallenato fueron citados en el libro: Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020); El artículo La ciencia y el vallenato fue citado en la tesis de maestría en Literatura hispanoamericana y del caribe: Rafael Manjarrez: el vínculo entre la tradición y la modernidad (2021).
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