Literatura
El cuento del gallo capón, el cuento muy breve de García Márquez
Los que querían dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños, recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a conversar sin tregua, a repetirse durante horas y horas los mismos chistes, a complicar hasta los límites de la exasperación el cuento del gallo capón, que era un juego infinito en que el narrador preguntaba si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que sí, el narrador decía que no había pedido que dijeran que sí, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que no, el narrador decía que no les había pedido que dijeran que no, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando se quedaban callados el narrador decía que no les había pedido que se quedaran callados, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y nadie podía irse, porque el narrador decía que no les había pedido que se fueran, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y así sucesivamente, en un círculo vicioso que se prolongaba por noches enteras.
FIN
Gabriel García Márquez
0 Comentarios
Le puede interesar
El festival de poesía Luna de locos se mantiene
Giovanny Gómez cumple un año de su partida (7 de agosto 2021), voló como las metáforas al campo de los diversos sentidos. No si...
Gonzalo Arango, profeta del Nadaísmo
Han pasado más de 40 años desde su desaparición física en un lamentable accidente cerca de Villa de Leyva, en septiembre de 197...
La timidez del poeta
En estos días de cuarentena y confinamiento responsable, conmigo, con mi familia, con mi comunidad, donde sufro momentos de estré...
Alicia adorada
- Tienes que mirar si es sangre limpia o es sangre con heces. O sólo heces. Un tipo flaco, de piel trigueña, ojos cafés más b...
Literatura y Globalización
En multitud de ocasiones, frente a la pantalla en blanco –la actual hoja de papel del escritor- y dispuestos a comenzar una avent...