Literatura
El cuento del gallo capón, el cuento muy breve de García Márquez
Los que querían dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños, recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a conversar sin tregua, a repetirse durante horas y horas los mismos chistes, a complicar hasta los límites de la exasperación el cuento del gallo capón, que era un juego infinito en que el narrador preguntaba si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que sí, el narrador decía que no había pedido que dijeran que sí, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que no, el narrador decía que no les había pedido que dijeran que no, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando se quedaban callados el narrador decía que no les había pedido que se quedaran callados, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y nadie podía irse, porque el narrador decía que no les había pedido que se fueran, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y así sucesivamente, en un círculo vicioso que se prolongaba por noches enteras.
FIN
Gabriel García Márquez
0 Comentarios
Le puede interesar
Literatura para bailadores
Hace algunos unos días asistí a una conferencia sobre gastronomía, y cuando el especialista terminó su brillante exposición, alg...
Álvaro Miranda, de cuerpo entero
Por cortesía del Magazín del Caribe, nos permitimos presentar este emotivo texto en el que el poeta José Luis Díaz- Granados ha...
Rumor de hojas
Tenía el cabello mugroso, le faltaban tres dientes y el tono de piel era más oscuro que la cobija que llevaba sobre sus hombros. ...
Recuerdos de un taller literario RELATA
Sentado detrás de una mesita rectangular en la sala de conferencias de la Biblioteca Rafael Carrillo, Luis Alberto Murgas espera a sus...
Omar Geles Suárez, el compositor del año
El sábado 9 de diciembre, en el marco del 46 Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata, durante el almuerzo “La Pre...