Literatura
El cuento del gallo capón, el cuento muy breve de García Márquez
Los que querían dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños, recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a conversar sin tregua, a repetirse durante horas y horas los mismos chistes, a complicar hasta los límites de la exasperación el cuento del gallo capón, que era un juego infinito en que el narrador preguntaba si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que sí, el narrador decía que no había pedido que dijeran que sí, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que no, el narrador decía que no les había pedido que dijeran que no, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando se quedaban callados el narrador decía que no les había pedido que se quedaran callados, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y nadie podía irse, porque el narrador decía que no les había pedido que se fueran, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y así sucesivamente, en un círculo vicioso que se prolongaba por noches enteras.
FIN
Gabriel García Márquez
0 Comentarios
Le puede interesar
La sombra de Roberto Bolaño
Roberto Bolaño muere en el 2003 dejando, tras de sí, una estela de desencanto que se respira a través de sus novelas y poemas. E...
Cien años de soledad, el Quijote del Tercer Milenio
Hace muchos años, primero, desde los bancos del bachillerato en el histórico Colegio Nacional Pinillos dé Mompós, y después, d...
La Hora Literaria, especialmente dedicada a las mujeres
Con ritmo y serenidad, la Hora Literaria se afianza en Valledupar como un momento clave de la literatura. La cita se ha convertido en u...
Gioconda Belli: una voz comprometida
Todos los años, al llegar el mes de abrir, parafraseando a Antonio Machado, se produce un “milagro de la primavera”, pues como...