Medio ambiente

Las llantas usadas y los programas de posconsumo

Las llantas usadas son realmente un problema. En nuestro país la mayoría de llantas usadas terminan almacenadas en depósitos clandestinos, techos o patios de casas de vivienda y en espacios públicos (lagos, ríos, calles y parques) ocasionando graves problemas relacionados con el medio ambiente y la salud, principalmente, porque estas llantas se convierten en el habitat de las ratas y mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla y la encefalitis equina. Las llantas a cielo abierto y su quema, contaminan el suelo, los recursos naturales renovables, la atmosfera y afectan el paisaje.

El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, actual Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, expidió la Resolución 1457 de 2010 considerando que todos los colombianos tenemos derecho a gozar de un medio ambiente sano y que, además, para el 2008, la producción de residuos de este producto, fue de un total de 61.000 toneladas al año.

Esta resolución, expedida el 29 de Julio de 2010 establece a cargo de los productores de llantas que se comercializan en el país, la obligación de formular, presentar e implementar los sistemas de recolección selectiva y gestión ambiental de llantas usadas, con el propósito de prevenir y controlar la degradación del ambiente. Esta resolución se aplica a los productores de 200 o más unidades al año de llantas de automóviles, camiones, camionetas, buses, busetas y tractomulas hasta rin 22,5.

Con ocasión de la ejecución de este acto administrativo, los productores y distribuidores de llantas en el país están en la obligación de recoger todas las llantas que salgan de sus inventarios y someterlas a un proceso de recolección, sin costo para los usuarios y realizar actividades de aprovechamiento y/o valorización.

Esta resolución fue expedida en 2010 y sólo hasta la fecha se ha podido evidenciar la voluntad de los comerciantes en poner en marcha estos planes de posconsumo de llantas. La ANDI Asociación Nacional De Empresarios De Colombia, informa          que en Bogotá se encuentran disponibles 92 puntos de recolección de llantas usadas.[1] Y en otras ciudades como Medellín y Cali, también se encuentran disponibles puntos de recolección de llantas usadas.

Pero se evidencia un problema muy grave relacionado con el abandono de las llantas por parte de los usuarios. Las calles y andenes de nuestras ciudades se convierten en los escenarios predilectos por los talleres de mecánica y monta llantas para deshacerse de estos residuos, como lo recalca un diario de la capital del país.[2]

En la costa Caribe de Colombia, las noticias al respecto son un poco más alentadoras. En la Guajira se construirá la primera planta recicladora de llantas de la costa Caribe. Este proyecto se espera que entre en marcha este segundo semestre del presente año, y fue pensada con el fin de obtener polvo de caucho, derivado del procesamiento de llantas de equipos mineros y livianos que servirán para la construcción de vías. “La meta de esta empresa, que será la única en Colombia en procesar llantas de gran tamaño,  es reciclar anualmente cerca de 2.350 llantas usadas por los camiones y otros vehículos mineros, con lo que se podrán generar unas 8.500 toneladas del material base para la pavimentación.”[3]

En la capital del departamento del Cesar, se generan en promedio 509,8 ton/año de llantas usadas, producto de 25.060 vehículos que se encuentran matriculados en el secretaria de transito del municipio. En la ciudad de Valledupar no existe un programa, mecanismo o empresa dedicada al almacenamiento y/o tratamiento que permita el aprovechamiento como materia prima.[4] En lo corrido del 2015 en Valledupar, se han presentado 68 casos de dengue clásico, a la fecha ninguno hemorrágico. El Secretario de Salud Municipal explicó que las muertes que se dieron por el contagio de dengue, que luego se convirtieron en casos graves, fueron en municipios y departamentos alejados de esta ciudad.[5] Este problema está relacionado directamente con la inadecuada disposición de llantas en la ciudad.

Pero no todo es malo; en otro lugar de la geografía de nuestro país, en los llanos orientales, en el departamento del Casanare, unos soldados del medio ambiente desde hace varios años tienen la labor de recolectar y aprovechar las llantas usadas que encuentra en ríos y quebradas con el fin de darles un mejor uso para la comunidad.

“La fundación Llano feliz que presiden Rodrigo Roa y César Ortiz Zorro, impulsa la campaña Casanare sin llantas, proyecto que inicio  en el año 2008, con tres temporadas de recolección y disposición final adecuada hasta el 2014.

Para este año se realizará la cuarta temporada denominada, “Construcción graderías en llantas usadas para la cancha de fútbol centro poblado la Niata del municipio de el Yopal”.

Los días 3, 4 y 5 de Julio se construirán las graderías, para el escenario deportivo, con 400  llantas rin 22.5¨ y 24.5¨, “el diseño de estas, fue realizado por el ingeniero Camilo Pérez y el objetivo es  beneficiar a cerca de 600 personas que habitan la Niata”, dijo el ambientalista Rodrigo Roa.

Las llantas se recolectaran desde el centro poblado El Charte hasta el centro poblado La Chaparrera, y la materia prima en llantas ya se encuentra identificada. Este proyecto se realiza bajo el marco de la resolución 1457 de 2010, como medida para exigir su cumplimento inmediatamente.”[6]

Es de admirar la labor que realizan estos ambientalistas de profesión y corazón, permitiendo que los habitantes de sus comunidades disfruten de un ambiente sano y salud para sus niños y adultos.

En toda Colombia se debería replicar este tipo de iniciativas ciudadanas, con el objetivo de comprometer a los comerciantes de este tipo de productos de la responsabilidad social y ambiental que tienen con ocasión de la Resolución 1457 de 2010.

Esta resolución pronto cumplirá cinco años y no evidencian los cambios que se propuso implementar. Debemos exigir el cumplimiento de la misma, las autoridades locales deben tomar cartas en el asunto y comprometerse con esta causa ambiental que no solo aporta beneficios a la salud, si no, al paisaje que se ve desmejorado por la presencia de llantas en cada una de nuestras vías.

Diego Andrés Miranda