Medio ambiente
El Valle de Cocora y sus palmeras gigantes

El Cocora es un valle situado dentro del Parque Nacional Natural de Los Nevados, un vergel natural del noroeste de Colombia, en la Cordillera Central de los Andes. Es lo más parecido al paraíso en su aspecto visual, aunque en el sentido clásico del término no lo es porque el sol no brilla tanto como debiera para serlo, dado que se halla en gran altitud, por encima de 1800 metros; de hecho, es un bosque nuboso húmedo con grandes índices de pluviosidad (llueve todos los días) porque las montañas detienen a los vientos que soplan desde el Océano Pacífico.
Cocora era el nombre de una princesa del pueblo quimbaya, una etnia precolombina que habitaba esa zona, famosa por sus bellos trabajos de orfebrería aúrea. Varias rebeliones contra los españoles y las epidemias los diezmaron hasta la extinción. Hoy, aparte de numerosos turistas, viven allí algunos de los grandes símbolos de la fauna sudamericana: puma, cóndor, perezoso, tapir, tucán, colibrí…
Pero, sin duda, el gran atractivo del valle de Cocora es la ceroxylon quindiuenseo palmera de cera de Quindío, una especie endémica de los departamentos colombianos de Quindío, Risaralda y Tolima. De aspecto no se diferencia demasiado de otros tipos de palmera de no ser por un detalle: la colosal altura que puede llegar a alcanzar. Como se puede apreciar en la foto, estos árboles miden hasta 70-80 metros, destacando muy por encima del resto de la vegetación. Y como además crecen separadas entre sí, el aspecto general resulta muy curioso.
No resulta extraña que el lugar atraiga bastante turismo, de ahí que el gobierno colombiano decidiera protegerlo en 1985 con la catalogación de Parque Natural. Por cierto, las palmeras también han sido declaradas “Árbol Nacional y Símbolo Patrio”, prohibiéndose su tala.
Acerca de la palmera de cera de Quindío
La palmera de Cera de Quindío se considera una de las especies más grandes del mundo. Sus hojas son verde oscuras y grisáceas,y su tronco cilíndrico, liso y cubierto de cera. Cuando sus hojas mueren y caen, dejan un anillo negro alrededor del tallo.
El Ceroxylon quindiuense tiene un crecimiento extremadamente alto, y vive más de cien años. El explorador y naturalista Alexander von Humboldt se interesó por este árbol en su periplo por Colombia y Latinoamérica en 1801.
Hoy se le considera una planta en peligro de extinción y, con fin de protegerla, fue escogida como árbol nacional de Colombia por la Comisión Preparatoria del III Congreso Sudamericano de Botánica, celebrado en Bogotá en 1952, y adoptada oficialmente como árbol nacional mediante la Ley 61 del 16 de septiembre de 1985.
Jorge Álvarez
La Brújula Verde
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