Medio ambiente
Yo no me quiero extinguir
Un veterano costeño, amante de lo ancestral, lo tradicional, folclórico y natural, me tomó una foto para que ustedes por siempre me recuerden. Actualmente, estoy en una selva de cemento donde nadie me mira, sólo veo a unos seres correr de un lado a otro, apresurados; el ruido que hace ensordece, el eructo de unos objetos rodantes vuelve el aire pesado y hace toser a los andantes.
Esos seres caminantes no me determinan ni mucho menos saben qué soy o cuál aporte vital le he hecho a la humanidad desde hace aproximadamente 3000 años, cuando alimenté y salvé de hambrunas a los antiguos habitantes de China e India. Después, hice un viaje por el mundo para seguir cumpliendo mi noble misión.
Muchos lo desconocen, pero algunos celíacos pueden alimentarse conmigo sin poner en riesgo su salud como sí ocurre con otros de mis colegas.
Me dijeron que, en la costa norte de Colombia, llamada también Caribe colombiano o Cultura Costeña, yo hice felices a sus habitantes por medio de las deliciosas y nutritivas preparaciones que hicieron con mis antiguos parientes. Hacían alegría con coco y anís, bollos, mazamorra y hasta chicha. Asimismo, aves de corral como gallinas, pavos, patos, coclás (gallinas de Guinea), etc. llenaron sus buches con lo que yo represento.
Hoy estoy aquí en la ciudad de Bucaramanga, en el departamento de Santander, Colombia. Afortunadamente, un pájaro salvador vino desde muy lejos con la semilla madre en su buche y la esparció con sus heces sobre este estrecho espacio de suelo donde me hallo aferrado, rogando que nadie venga a acabar con mi existencia.
Estas semillas verdes que ahora cargo sobre mí, ojalá tengan un buen destino con otro bondadoso pájaro que quiera transportar mis hijos a tierra fértil para así no extinguirme. Soy el millo y tengo un hermano llamado sorgo. Nunca me olvides.
Tomás Martínez Montenegro
El Curucutiador
Sobre el autor
Tomás Martínez Montenegro
El Curucutiador
Tomás Martínez Montenegro, pseudónimo “El Curucutiador”. Nacido en Sabanas, corregimiento del municipio de El Piñón (Magdalena), en el año 1981. Primer hijo de la unión de José del Carmen Martínez de la Cruz y Cira María Montenegro Cantillo.
Es un amante e investigador innato de las tradiciones y costumbres de la región Caribe de Colombia. Compositor, poeta y escritor dialectal. El Curucutiador habla español, inglés y el dialecto Costeñol.
En su lugar de nacimiento vivió sus primeros nueve años, de donde más tarde se trasladó con sus padres y sus dos hermanas hacia el municipio cercano de Pivijay (Magdalena) para seguir cursando sus estudios de educación básica primaria. Ahí finalizó el quinto grado de primaria en la Escuela Urbana de Varones Número 1.
Después de finalizar su pregrado en la Universidad Industrial de Santander (UIS), hizo una especialización en Gestión de Proyectos, así mismo un MBA en Administración y Dirección de Empresas, además de múltiples cursos y diplomados.
Desde muy niño le ha gustado escribir, sin embargo, estando en Bucaramanga se le ha despertado el interés incesante en temas de investigación relacionados con la esencia y las raíces de la cultura de la Costa Norte de Colombia, a lo cual él ha denominado Cultura Costeña.
1 Comentarios
Felicitacionesss...primacho y pa lante es pa alla atte julio antonio villa
Le puede interesar
Colombiano creó kit solar portátil para poblaciones apartadas
El colombiano Daladier Giraldo invirtió su tiempo durante la cuarentena en desarrollar una idea que ayude a los más vulnerables en el...
Las islas amenazadas de muerte por el cambio climático
La imagen del Ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu exponiendo, con el agua hasta las rodillas, los retos de su país ante el ca...
El poder transformador de los huertos urbanos
“Las personas quedan fascinadas”, explica Duver Vides con una sonrisa notable cuando se le pregunta por el impacto de su nuev...
Yo no me quiero extinguir
Un veterano costeño, amante de lo ancestral, lo tradicional, folclórico y natural, me tomó una foto para que ustedes por siempre...
Cuando el bosque arde, se apaga la vida
La sentencia es literal. Millones de hectáreas de bosque en el mundo están siendo consumidas por el fuego justo en este momento. Lo...