Moda

La evolución del traje de baño femenino

Entre 1920 y 1940, comenzó la liberación de la silueta femenina con trajes de baño más ligeros / Foto: Pixabay

Ninguna prenda ha evolucionado tanto como el traje de baño femenino, ni ha vencido tantos tabúes y restricciones en la historia de la industria de la moda, hasta convertirse hoy en día en uno de los símbolos distintivos de sensualidad.

Sobre su origen hay muchas teorías. Algunos historiadores remontan hacia el año 1.600 A.C, cuando las mujeres griegas usaban un traje de dos piezas para practicar deporte. Otros especialistas creen que nació a finales del siglo XIX, cuando el rey Jorge III de Inglaterra promueve el baño público y masivo en las playas como una actividad recreativa. Aunque fue en la década de 1940 cuando empezaron los primeros intentos por acortar las dimensiones de las prendas reveladoras.

“Tanto para hombre como mujer, el traje de baño de la época dejaba todo a la imaginación porque consistía en un camisón largo, con pantalón y medias, en ocasiones hechos de lana que podían pesar más de tres kilos luego de ingresar al mar. Ahora el bikini pesa menos de 50 gramos y se elabora con material ultra ligero cómo la lycra y poliéster”, manifiesta Miriam González, redactora de Superguapas.

A decir de la especialista, los diseñadores ya no sólo buscan presentar el bikini más pequeño del mundo, sino que recogen diseños de los años pasados para recrearlos con los materiales actuales y así conseguir trajes de una pieza muy entallados, pero con la sensual tanga de siempre.

Hasta 1920, los trajes de baño solo liberaban piernas y brazos, pero eran similares a vestidos sueltos de lana, igual de incómodos y pesados. Entre esta década y el año 1940, comenzó la liberación de la silueta femenina en vista que la industria se apropió de materiales más ligeros y elásticos para confeccionar trajes más entallados y cómodos para disfrutar del mar.

Por increíble que parezca, a medida que se acortaba el traje crecían los controles como los reglamentos con medidas específicas del talle que debía tener la prenda para no mostrar más piel de lo autorizado. Las fotos de policías midiendo los trajes de baño son de antología.

Recién para el año 1946, la competencia de los diseñadores Louis Réard y Jacques Heim dio vida al traje de dos piezas. Entre los dos, Heim tomó ventaja con su modelo Átomo que pronto sería bautizado como Bikini en alusión a la isla donde se hacían pruebas nucleares.

La explosión relacionada a su nombre de origen no solo tuvo secuelas morales en una sociedad conservadora sino hasta legales debido a que el uso de la prenda fue prohibido en ciudades de los Estados Unidos, así como por el régimen de Franco en la España de 1959.

Sin embargo, la censura de occidente solo duró hasta inicio de los años 60 cuando actrices y modelos internacionales como Brigitte Bardot lucieron bikinis en diversas películas y ante los medios de comunicación.

De ahí en adelante, el bikini no solo fue perdiendo más y más tela sino restricciones hasta convertirse en una pieza infaltable en el armario de las damas.

Verónica Salas