Música y folclor
Los compositores de las marchas guamaleras
Durante el desarrollo del proyecto de investigación: Evolución y tensiones de las marchas procesionales de la Depresión Momposina: Guamal y Mompox (el cual se puede descargar libremente en este enlace), se identificaron doce compositores para las marchas procesionales de la Semana Santa guamalera (sacando los de El gallo de oro y El mantero), entre los cuales se encuentran siete momposinos y cinco guamaleros.
Entre los momposinos se tenían muy pocos datos acerca de Vicente Barraza (Zapata, 2015, p. 240) y Santos Esquivel (Zapata, 2015, pp. 241 - 242), pero ninguno acerca de Gabriel Ribón Cordero, debido a lo cual fue necesario construir unas reseñas biográficas, así como de todos los compositores guamaleros, las cuales se comparten en un acápite aparte, exceptuando la del autor que no se nos permitió nombrar en este trabajo. Para los otros compositores momposinos se logró complementar las existentes, suministradas por el académico Jesús Zapata, con datos obtenidos de archivos parroquiales y datos de las obras de su autoría interpretadas o encontradas en los archivos de familias guamaleras.
A continuación, se compartirán algunos datos acerca de la vida, obra y aportes de estos compositores.
Francisco Venancio Villanueva de León
Compositor Momposino (23/04/1860 – 21/10/1940), considerado el más importante entre los creadores de marchas de Mompox, aunque también compuso otros ritmos, tales como: pasillos, valses, polcas, mazurcas, danzas y danzones. Fue ejecutante del armonio y el bajo E♭ en la banda Armonía Sucre y el Concertino Bolívar.
Acerca de su obra, el historiador Jesús Zapara Obregón, afirma: “En Francisco Venancio Villanueva se nota una marcada melancolía, lo cual hace pensar que siempre compuso marchas para ser interpretadas en la Semana Mayor, por la sensación de devoción y recogimiento que se siente al escucharlas. En sus obras se presentan juegos de tonalidades con cambios fuertes; sin embargo, la armonización es tan perfecta que el oyente común no alcanza a comprender la dificultad de la ejecución” (Zapata, 2015, p. 168).
En Guamal, se interpretan en la actualidad, de su autoría, las marchas Colombia sufre por sus malos hijos y Caída al infierno, la cual se conoce localmente como San José. Se debieron interpretar en el pasado, dado que Rodolfo Ribón Bonito posee algunas particellas de ellas: Pena y dolor y Tristes memorias, marchas identificadas como de su autoría por De Ávila y Flórez en el Archivo Musical santa Cruz de Mompox.
Se considera uno de los impulsores del progreso guamalero durante las primeras décadas del siglo XX, debido a que tuvo una fábrica de gaseosas (Zambrano, 1997, p. 55) y trajo el primer automóvil a Guamal (Zambrano, 1997, p. 90). Además de esto dominaba los idiomas inglés y francés y se desempeñó como profesor de música y notario público, cargo en el cual él mismo realizó el registro civil del matrimonio entre su hijo Manuel “Manolo” Ribón Cuevas y Doris Ortiz Murillo, quienes fueron casados por el Pbro. Marco A. Rojo el 27 de enero de 1943 en Guamal, Magdalena.
Falleció a las 3:15 de la mañana del 26 de febrero de 1944 en Guamal, Magdalena, a los 78 años de edad, en donde permanece sepultado.
Manuel Idelfonso Villanueva Rangel
Compositor, instrumentista, técnico y profesor de piano Momposino (23/01/1883 – 17/11/1962), considerado uno de los más fecundos y versátiles compositores de la ciudad valerosa. Fue profesor de música del colegio del Sagrado Corazón de Jesús y ejecutante del bajo B♭ en la Orquesta Nuevo Horizonte. En palabras de Zapata, sus marchas son “dicientes, claras y expresivas” (Zapata, 2015, p. 168).
Fue autor de valses, mazurcas, rumbas, pasillos, pasodobles, himnos y foxtrots. En Guamal se debió interpretar, de su autoría, la marcha Concepción, de la cual se conservan dos papeles: uno en poder de Alberto Ávila Bagarozza y otro custodiado por Rodolfo Ribón. Esta obra no aparece referenciada ni en el Archivo musical Sana Cruz de Mompox ni en el importante libro Mompox y su cultura musical.
Fortunato Beleño Gómez
Intérprete de Cornetín B♭, fundador y director de las bandas 11 de noviembre y 2 de febrero de Magangué. Director, también, de la Banda Municipal de Corozal. Dos de sus obras fueron publicadas en el diario Mundo al día del Banco de la República: Teresita en el N° 1580 del 27 de abril de 1929 y Olaya Herrera en el N° 1957 del 2 de agosto de 1930 (Zapata, 2015, p. 207).
Fue autor de valses, mazurcas, rumbas, pasillos, pasodobles y pasos redoblados, además de marchas religiosas. En Guamal se interpreta, de su autoría, la marcha Lamentación y piedad, conocida actualmente como Beso de Judas y se debió interpretar Santísimo sacramento. De ambas obras conserva particellas Rodolfo Ribón Bonito y no aparecen referenciadas ni en el Archivo musical Santa Cruz de Mompox ni en el importante libro Mompox y su cultura musical.
Compositor e instrumentista nacido en Mompox, Bolívar, el 9 de junio de 1902 en el hogar conformado por Luis Villalobos y Matilde Vides (Zapata, 1992, p. 191) y falleció en Río viejo, Bolívar, el 1 de enero de 1966. Intérprete de cornetín y director de orquestas. Desempeñó varios cargos como funcionario público, tales como: jefe de la policía municipal y profesor de primaria en el Colegio Pinillos, en Mompox, además de alcalde de San Sebastián de Buenavista, Magdalena, sitio donde también fue estanquero de la Administración de rentas departamentales y tesorero municipal.
En este municipio convivió con Cipriana Quintero Oliveros, con quien tuvo a Luis y Carlos Arturo Villalobos Quintero. De su unión con Aminta Cano nació Hilario Villalobos Cano, integrante de la Armonía Sucre (Zapata, 1992, p. 75), quien estuvo casado con María Beatriz Bandera, como consta en las notas complementarias de su partida de bautismo.
Fundó una banda en Loma de Corredor, Cesar, y una en Regidor, Bolívar. Fue director de la Banda Departamental del Atlántico, en Barranquilla, y perteneció como instrumentista a la Banda Departamental, en Santa Marta (Zapata, 1992, p. 219).
Fue compositor de valses, rumbas, pasillos, pasodobles, porros y merengues, además de marchas religiosas. En Guamal se interpreta, de su autoría, la marcha Calvario. Esta marcha es interpretada con carácter fúnebre en Guamal y en modo andante en Mompox, los domingos de ramos.
Santos Esquivel
Compositor e instrumentista momposino, de quien no se han podido establecer, hasta el momento, la fecha de nacimiento y defunción, aunque se conoce que fue hijo de José Isabel Esquivel y Cándida Sehuanes o Cándida Campo - En la partida de bautismo de César Augusto Esquivel, se relacionan como padres de Cesar a Santos Esquivel y Orocia Fuentes y a José I. Esquivel y Cándida Sehuanes como abuelos paternos. En la partida de matrimonio de Santos Esquivel y Orocia Fuentes se relacionan como padres de Santos Esquivel a José Isabel Esquivel y Cándida Campo -.
La partida de bautismo de su hermano José Leonardo Esquivel Campo nos puede permitir ubicar su nacimiento a finales del siglo XIX, ya que su hermano nació el 1 de noviembre de 1889 y fue bautizado el 25 de marzo de 1890 en Mompós, Bolívar. Fue hermano de Luz María Esquivel Seguanes, como consta en la partida de bautismo de su sobrina María Ester. Además, fue hermano de Crispiniano, Leonidas y Rótulo Esquivel. La fecha de su muerte se debe ubicar en fecha posterior al 6 de julio de 1948, fecha en la que realizó en la notaría de Magangué el denunció de la muerte de Cándida Seguanes, hija natural de Sixto Seguanes y Concepción Rocha.
Contrajo matrimonio el 7 de octubre de 1916 con Orosia Fuentes, de cuya unión nacieron: César Augusto, José Isabel, Crispiniano y Luisa Mariana, los tres últimos antes del matrimonio en la parroquia de El Banco.
En Guamal, convivió con Gabriela Martínez Moya, de cuya unión nacieron Enoes, Dilia Rosa y Alberto Esquivel Martínez. Dilia no tuvo descendencia. Enoes tuvo tres hijos: Carmen Rosa (†), José y Gabriela Montaño Esquivel. Alberto tuvo diez hijos: Diomedes, de una unión extramarital, y del matrimonio con Petrona Lascarro Álfaro tuvo a: Paulina, Dilia Rosa, Marla, Alberto, Carlos Gabriel (†), Carmen Rosa, Miguel (†), José Ángel y Ana Milena.
Fue compositor de valses, mazurcas, rumbas y sones, además de las marchas religiosas: ¡Colombia llora!, La muerte, Mis dos hermanas, Resurrección, Infierno libre, Número 3 y Huellas de dolor.
En Guamal, se interpretan, de su autoría, las marchas Hijas de María y Semana Santa, las cuales se habrían compuesto en 1941, de acuerdo a unas particellas en poder del trompetista Atanael Fonseca, las cuales no aparecen referenciadas ni en el Archivo musical Santa Cruz de Mompox ni en el libro Mompox y su cultura musical. Estas marchas son conocidas en Tenerife, Magdalena, como Santísimo sacramento y Santo entierro, respectivamente, y no se les conoce autor, de acuerdo al historiador tenerifano Julio Gómez.
Se debieron interpretar en el pasado las marchas Resurrección y Separación, de las cuales conserva unas particellas Rodolfo Ribón, quien también conserva una particella para cornetín de la Marcha fúnebre N° 3, en la cual se puede leer el complemento del nombre: “El Cristo”.
Se conserva en casa de la familia que no nos autorizó ser nombrada un cuadernillo con varias particellas con su firma, en el cual se pueden encontrar las obras: Brisas del Magdalena y Traigo un amor, valses; Cañita, Izquierdismo y Manolo, rumbas; Jota, mazurca; Garcés y Beleño, son; Los anarquistas, Los pajarillos y Sindicato, porros; Míster Charli, Bambuco; Café emperador, Elena y Ondas del Leteo, sin ritmo visible.
Vicente Barraza Fonseca
En Mompox, convivió con Zoila Romero, de cuya unión nació Eriverto Julio el 14 de abril de 1899. Allí, en la ciudad valerosa, hizo parte de la Armonía Alonso de Heredia, junto a su hermano Domingo (Zapata, 1992, p. 289), abuelo del profesor Domingo Barraza Beleño, importante saxofonista vinculado a las bandas que amenizan las procesiones de Semana Santa de Mompox, quien en su momento llevó al músico Edulfo Rangel Guillen a participar en dicha banda e hizo parte de la agrupación guamalera Yeyo y sus playeros.
Tuvo en Murillo una escuela informal en la cual enseñó las artes que conocía. Allí también fundó y dirigió la banda La Barracera, de la cual hicieron parte los tres hijos que heredaron su vena musical: Francisco, trompetista; Vicente, clarinetista, y Humberto, intérprete de Saxofón barítono. De la unión de músicos de esta banda y de la Rangelana surgió la banda Once de enero de Murillo, la cual permanece actualmente.
En el libro Mompox y su cultura musical, se registran como composiciones suyas el vals Para mi “E”, coqueta y una calumniosa y la marcha religiosa San Sebastián, la cual hace parte del repertorio tradicional de la Semana Santa tanto de Guamal como de Mompox.
Redento Erundino Miranda Acuña
Compositor e instrumentista nacido en Guamal, Magdalena, el veintitrés de julio de 1907 y fue bautizado el veinticinco de diciembre del mismo año en la parroquia Nuestra señora del Carmen de Guamal, por el presbítero Ángel Cortés. Fueron sus padrinos Gregorio Florián P. y Sabina Acuña. Hijo legítimo de Gregorio Miranda y Gregoria Acuña, de cuya unión también nacieron: Anaxímenes, Arturo, Hortensia, Juan Manuel, María Luisa, Odalinda, Obdulia María, Pedro Nel y Rafael, Miranda Acuña.
Contrajo matrimonio en La Gloria, Cesar, el 18 de mayo de 1942, con Juana de Dios Oyaga, como consta en las notas complementarias de su partida de bautismo. De su unión nacieron: Eini y Ortencia Miranda Oyaga. Falleció el 9 de noviembre de 1986 en Costilla, corregimiento de Pelaya, Cesar.
Fue intérprete del cornetín y director de la Orquesta Arco iris, una de las dos bandas con tendencia política conservadora, contraparte, en su momento, del Grupetto Rojo.
Entre las marchas tradicionalmente interpretadas en las procesiones de la Semana Santa guamalera, se encuentra Redención, cuya autoría se le atribuye. No fue posible acceder, para esta investigación, al archivo de baúl custodiado por Alberto Ávila Bagarozza, en el cual estaría al menos una particella de una marcha con su nombre.
Rodolfo Ribón conserva particellas de las siguientes obras, sin ritmo especificado, con su nombre escrito en la parte superior derecha: Abre que tengo frío, para bombardino, saxo y trompeta; Esquiando, para bombardino y trompeta y Que me dices, para bombardino y trompeta. Además, tiene unas del paso doble Paso entre paso, para bombardino, saxo y trompeta, también con su nombre en la esquina superior derecha.
El maestro Yeyo, como cariñosamente se le conoce en el pueblo, es un destacado arreglista, compositor, instrumentista e instructor de música, quien permite, con sus antepasados y herederos, construir un arco desde la Armonía vespertina hasta la Gran Banda de Guamal, pero, principalmente, mediante las distintas generaciones de la Banda 11 de enero de Murillo, la más importante del municipio.
Nació el 10 de diciembre de 1941 en el hogar de Faustino Rangel Zambrano y Ana María Flórez Berrueco, ambos murilleros. Nieto de Faustino Rangel Berrueco, director de la banda Armonía vespertina o La Rangelana.
Hizo parte de la banda Internacional de Chico Cervantes, con la que grabó el inmortal solo de la canción Tienes que quererme y Los Corraleros de Majagual. Creó el grupo, Los playeros, posteriormente renombrado como Yeyo y sus Playeros, con el cual grabó los álbumes: Tenemos que amanecé, Amaneciendo en Carnaval, Si me das te doy, La cosquillita, Tremendo verano y Vuelve, con más fuerza, de los cuales destacaron, con éxito a nivel subregional y en los carnavales de Barranquilla, con las canciones Nos queremos, Tu llorarás, Por ti, Me voy pal carnaval, Tremendo verano, Bartel Klaus y Franco Páez, entre otras. Trayectoria que lo convierte en el más importante entre los músicos de bandas de vientos guamaleras, de ya centenaria tradición.
En el 2016, le fueron incluidas dos composiciones en el álbum La cumbia del Río Magdalena, del músico polonuevero Juventino Ojito, el cual fue nominado en el 2017 a los premios Grammy Latino, en la categoría Cumbia/Vallenato. Los números, que ocupan las pistas 4 y 5 fueron: El cañamillero, un homenaje a los intérpretes del instrumento líder de los conjuntos de cumbia de la subregión de la isla de Mompós y a algunos personajes banqueños, y Pájaros del monte, en el cual el maestro devela la influencia del trinar de los pájaros que día y noche marcan el compás de la vida en nuestros pueblos.
Durante la administración municipal del médico Robert Ramírez Blanco se creó por acuerdo del Concejo municipal la Escuela de música Indalecio Rangel Flórez, vinculada a la casa de la cultura, en la que el mismo homenajeado se desempeñaba como profesor de música de vientos. Su labor docente se extendió hasta el municipio de San Martín de Loba, Bolívar, donde fundó la banda Once de noviembre. En Guamal, en la escuela de su nombre, fueron sus primeros alumnos los miembros de la desaparecida Gran banda de Guamal, antes mencionada. Al finalizar la administración del médico Ramírez, dejó de funcionar la escuela, oficialmente; sin embargo, el maestro Yeyo y su hermano Tino, de manera particular, han seguido su labor docente, logrando que la música de la Semana Santa guamalera se constituya en un espacio para la formación de nuevos talentos y para la educación musical de muchos niños y jóvenes que garantizan el relevo generacional y la continuidad de las músicas tradicionales de bandas del municipio, no solo de las marchas de la Semana Santa.
Faustino Rangel Flórez
Compositor, arreglista, instrumentista – intérprete de la Trompeta – e instructor guamalero, nacido el 25 de diciembre de 1950 de la unión de Faustino Rangel Zambrano, intérprete del bajo, y Ana María Flórez Berrueco. Nieto de Faustino Rangel Berrueco, director de la banda Armonía vespertina o La Rangelana. Pertenece a la tercera generación de la familia musical más importante del municipio. De su matrimonio con la murillera Yunis Barros Hernández nacieron Magi y Maira Alejandra Rangel Barros. También criaron, desde los dos años de edad, al trompetista Jainer Ortiz Rangel, su sobrino.
Hace parte de la Banda 11 de enero de Murillo desde la década de 1970 y tuvo la oportunidad de participar en tres de los cuatro discos de larga duración que esta banda grabó. Hizo parte de la banda Internacional de Chico Cervantes, entre los años 1983 y 1984, pero no tuvo la oportunidad de grabar con esta agrupación. Fue integrante de Yeyo y sus Playeros, con el cual participó en los cuatro álbumes que el grupo grabara con Industrias Fonográficas Victoria.
Fue instructor en la escuela de música Indalecio Rangel Flórez, mientras esta permaneció en funcionamiento, y, posteriormente, ha continuado su labor de manera independiente en su residencia, contribuyendo decidida y desinteresadamente a la conservación de la tradición de la música de las bandas de vientos del municipio y, en particular, de las marchas de Semana Santa.
Compositor de la canción Este bello porro, incluida en el LP Café Colombiano (Caliente, LCS 153 – 080), grabado por Chico Cervantes y su Conjunto internacional en 1973, la canción Ledys en versión instrumental en el LP Llegó la pesada (Caliente, LCS 153 – 065), grabado por la Banda 11 de Enero de Murillo, además del porro El viejo fausto, dedicado a su padre, y otros porros y fandangos sin nombre que hacen parte del repertorio tradicional de la Murillera.
En el ámbito de la música sacra es compositor de las marchas religiosas: Redentor, Tierra Santa y San Pedro, la cual se interpreta hace más de 15 años en las procesiones guamaleras.
Jossie Rangel Zambrano
Fue miembro fundador de la Gran Banda de Guamal, en el 2018, la cual obtuvo el segundo lugar en el Festival Nacional de bandas folclóricas de Barrancabermeja, Santander – mismo evento en el que fue elegido como el mejor clarinetista del certamen - y el primer puesto como Mejor banda profesional en el Festival Nacional del Porro en San Pelayo, Córdoba, en el 2019.
Seis de sus composiciones han sido galardonadas en el Festival Nacional del Porro de San Pelayo, Córdoba: El negro chocolatero, ocupó el primer puesto en el Concurso de Mejor Fandango, interpretado por la Banda municipal de Gutiérrez, Cundinamarca, en el 2012; Un sueño pelayero, obtuvo el primer puesto en el concurso de mejor Porro palitia´o, interpretado por la Banda juvenil de Sabanalarga, en el 2018; A nuestro legado, quedó en el tercer puesto en el concurso de mejor porro tapa´o, también interpretado por la Banda juvenil de Sabanalarga, ese mismo año, 2018; El buen padre, logró el primer puesto en el concurso de mejor porro tapa´o, interpretado por la banda La valerosa de Santa Cruz de Mompox en el 2022. En el 2024 obtuvo el primer puesto en el concurso de mejor porro palitia´o Tierra de Dios interpretado por la banda La valerosa de Santa Cruz de Mompox y El paladín el segundo puesto en el concurso de mejor porro tapa´o, interpretado por la banda de Sabanalarga, Atlántico.
Ha compuesto Porros, Fandangos, Puyas, Mapalés, Cumbias, Pasodobles, Pasillos, Bambucos, Merengues dominicanos, Salsas y algunas piezas clásicas, además de marchas religiosas, entre las cuales destaca Melodía para Dios, la única de las cuatro compuestas, hasta ahora, que se ha interpretado en las procesiones guamaleras. Las otras tres marchas no tienen un nombre en particular, sino que las tiene numeradas, como acostumbra hacer con muchas de sus composiciones.
Una familia musical
Considero de suma importancia hacer referencia al árbol familiar musical más importante del municipio y del cual se considera figura central al maestro Indalecio Rangel Flórez. Por ello, a continuación, hago un recorrido por todas sus generaciones esperando no dejar a ninguno de sus integrantes por fuera.
Se puede dar por iniciado con Faustino Rangel Berrueco – su abuelo -, director y fundador de la banda Armonía vespertina, y sus hermanos: Vespaciano, intérprete del bajo, y Mauricio, intérprete del bombo. En la segunda generación de la familia paterna estuvieron: Faustino Rangel Zambrano – su padre -, intérprete del bajo; Clímaco, intérprete de bombardino; Cipriano, clarinetista y Virgilio, también intérprete del bombardino. En la familia materna, Flórez Berrueco, se deben incluir a sus tíos: Hermenegildo, intérprete de los platillos; Heriberto, intérprete de bombardino; Reyes, trompetista; Feliciano, intérprete de alto de pistón; Juan Evangelista, intérprete del redoblante; Mariano, trompetista y Eliodoro, intérprete del redoblante.
A ellos siguió su generación, en la cual le acompañaron sus hermanos: Melecio, intérprete de bombardino; Luis, trompetista; Mileth, trombonista y Faustino, también trompetista. Esta generación es complementada por sus primos: Reyes Flórez Mendoza, clarinetista; Juvenal Flórez Rangel, trompetista e intérprete del bombardino; Epiménides Zambrano Rangel, acordeonista y percusionista; Valmiro Rangel, trompetista; Feliciano Flórez Rocha, trompetista, y Rafael Chiquillo Rangel, cantante.
La cuarta generación está conformada por sus hijos: Edulfo “El pitu”, trompetista e intérprete de bombardino; Nivaldo, trompetista y percusionista; Erasmo, bajista e intérprete de saxofón y clarinete, además de productor musical, y Albeiro Rangel Guillén, pianista. Walberto y Elvis Flórez Cortés, hijos de Reyes Flórez Mendoza, clarinetistas ambos. Omar Rangel Jiménez, hijo de su hermano Mileth, compositor vallenato; Elkin Zambrano Flórez, nieto de Mariano Flórez Berrueco, es saxofonista e intérprete de bajo eléctrico; Faustino Rangel Ruidíaz, hijo de su hermano Adel, compositor y cantante; Faider y Jhon Padilla Flórez, ambos coristas y percusionistas, nietos de Reyes Flórez Berrueco; además de los hermanos Zambrano Flórez, hijos de Epiménides y también nietos de Reyes Flórez Berrueco: Miguel, bajista; Alí, pianista; Sandro, guacharaquero y Jimmy, destacado acordeonero, compositor y productor.
La quinta y actual generación en ejercicio, incluye a su nieto Jossie Rangel Zambrano, clarinetista y arreglista; Eduard Lemus Rangel, clarinetista e intérprete de saxofón tenor, nieto de su hermano Melanio; Jainer Ortiz Rangel, nieto de su hermano Faustino, trompetista; Luis Fernando Ruidíaz Rangel, nieto de su hermano Mileth, acordeonero, y David Alejandro Ramírez Lascarro, bisnieto de Juan Flórez Berrueco, cañamillero y compositor de música de pitos y tambores.
Luis Carlos Ramírez Lascarro
Referencias
- ÁVILA, Xavier y RAMÍREZ, Luis. Evolución y tensiones de las marchas procesionales de la Depresión Momposina: Guamal y Mompox. 2024.
- DE ÁVILA, María y FLORES, Leopoldo. Catálogo y estudio del Archivo Musical Santa Cruz de Mompox (AMSCM). Bogotá. Biblioteca Nacional de Colombia, Ministerio de Cultura, 2021.
- ZAMBRANO, José. Apuntes de mi tierra. Guamal de ayer y hoy. Barranquilla: Servimpresores, 1997.
- ZAPATA, Jesús. Mompox: Música, autores y notas: Una visión histórica y social. Mompox: 1992.
- ZAPATA, Jesús. Mompox y su cultura musical (una visión histórica y social 1540-1993). Barranquilla. La iguana ciega, 2015.
Sobre el autor
Luis Carlos Ramirez Lascarro
A tres tabacos
Guamal, Magdalena, Colombia, 1984. Historiador y Gestor patrimonial, egresado de la Universidad del Magdalena. Autor de los libros: La cumbia en Guamal, Magdalena, en coautoría con David Ramírez (2023); El acordeón de Juancho (2020) y Semana Santa de Guamal, Magdalena, una reseña histórica, en coautoría con Alberto Ávila Bagarozza (2020). Autor de las obras teatrales: Flores de María (2020), montada por el colectivo Maderos Teatro de Valledupar, y Cruselfa (2020), Monólogo coescrito con Luis Mario Jiménez, quien lo representa. Ha participado en las antologías poéticas: Poesía Social sin banderas (2005); Polen para fecundar manantiales (2008); Con otra voz y Poemas inolvidables (2011), Tocando el viento (2012) Antología Nacional de Relata (2013), Contagio poesía (2020) y Quemarlo todo (2021). He participado en las antologías narrativas: Elipsis internacional y Diez años no son tanto (2021). Ha participado en las siguientes revistas de divulgación: Hojalata y María mulata (2020); Heterotopías (2022) y Atarraya cultural (2023). He participado en todos los números de la revista La gota fría: No. 1 (2018), No. 2 (2020), No. 3 (2021), No. 4 (2022) y No. 5 (2023). Ha participado en los siguientes eventos culturales como conferencista invitado: Segundo Simposio literario estudiantil IED NARA (2023), con la ponencia: La literatura como reflejo de la identidad del caribe colombiano; VI Encuentro nacional de investigadores de la música vallenata (2017), con la ponencia: Julio Erazo Cuevas, el Juglar guamalero y Foro Vallenato clásico (2016), en el marco del 49 Festival de la Leyenda vallenata, con la ponencia: Zuletazos clásicos. Ha participado como corrector estilístico y ortotipográfico de los siguientes libros: El vallenato en Bogotá, su redención y popularidad (2021) y Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020), en el cual también participé como prologuista. El artículo El vallenato protesta fue citado en la tesis de maestría en musicología: El vallenato de “protesta”: La obra musical de Máximo Jiménez (2017); Los artículos: Poesía en la música vallenata y Salsa y vallenato fueron citados en el libro: Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020); El artículo La ciencia y el vallenato fue citado en la tesis de maestría en Literatura hispanoamericana y del caribe: Rafael Manjarrez: el vínculo entre la tradición y la modernidad (2021).
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