Música y folclor

Fredy Molina marcó su territorio con cimientos de poesías cantadas

Juan Rincón Vanegas

15/10/2024 - 02:55

 

Fredy Molina marcó su territorio con cimientos de poesías cantadas
Monumento dedicado a la memoria de Fredy Molina en Patillal / Foto: archivo del autor

 

La poesía flotó en la memoria de Fredy de Jesús Molina Daza, aquel compositor nacido en el corregimiento de Patillal, municipio de Valledupar, llegando a escribir y luego ponerle melodía a aquel verso que llamó la atención de inmediato. “Soy hombre confundido pensando en cosas que de ser no dejarán. Excusen si necio he sido con este reflexionar. Si luego pienso, yo existo, dijo Descartes al pensar”.

Muchos no podían creer que ese verso fuera de su autoría, pero él, más adelante, le añadió otros para corroborar que era capaz de unir letras y separar las palabras justas en el tiempo del corazón o viendo una cometa dándose alegres paseos por el firmamento de su amado Patillal, tierra donde nació en el hogar de José Amiro Molina Gutiérrez y Eloísa Daza Hinojosa, el sábado cuatro de agosto de 1945.

Sus cantos fueron dignos de aplaudir teniendo en su interior la esencia del amor, las costumbres, las vivencias y pedazos de melancolías, donde se plasmó la primera novia en olvido, el trago a escondidas sintiendo la felicidad al regalar un beso y hasta hacerle preguntas a la luna Patillalera.

Fredy Molina, en el éxtasis de su composición, reflexionó: “Cuando me miras, qué es lo que sientes, dímelo pronto, pronto mi vida. Estoy que me muero por saber, qué es lo que sientes cuando me miras”. Después con la sinceridad que no podía ocultar, cantó. “Freddy Molina te quiere, eres mi duda esperanza. Cuando el Guatapurí se crece al sentir mi pasión se calma. Si no me miras el propio cielo, siente mi pena y se entristece”.

Sería extenso citar la maravillosa obra de este compositor quien mantuvo encendida la llama del alma, porque estando lleno de nostalgia en cierto punto del sentimiento la mezclaba con alegrías. Es así como expresó lo siguiente en el bello canto llamado ‘Dos rosas’. “Existen dos corazones que son dos rosas de fragancia y de pureza natural. El amor tiene un sentido a toda hora y el sentimiento nace espiritual. Canto sobre la verdad, hablo de dos corazones que se aman en realidad y gozan de sus amores”.

El indio desventurado

En el año 1970, Fredy Molina ganó el concurso de la canción vallenata inédita del Festival de la Leyenda Vallenata con el paseo ‘El indio desventurado’, donde contó sobre el romance de una pareja indígena, quien no tuvo un final feliz, sino que la soledad y la muerte llegaron en el momento inesperado. Un hecho digno de una obra literaria, caso Romeo y Julieta.

Abrazados en sueño eterno como haciéndose el amor, la soledad y el silencio se contemplan con el dolor. Y cuentan de esa leyenda que el indio desventurado tan noble sería su pena que fue y murió a su lado”.

La calificación como la mejor canción de ese año le correspondió al jurado conformado por Rafael Escalona Martínez, Arturo Molina Gutiérrez, Armando Maestre Pavajeau, Miriam Pupo de Lacouture y Rafael Guzmán, siendo grabada tiempo después por Alfredo Gutiérrez.

El paso por la vida de Fredy Molina fue corto y solamente estuvo 27 años porque se la apagaron a la fuerza. Esa noche del domingo 15 de octubre de 1972, la tristeza y el llanto sacudieron a Patillal. Entonces, aparecieron los cantos dedicados al hombre que supo ganarse un espacio en la música vallenata al saber marcar su territorio con cimientos de poesías cantadas.

De esta manera el compositor, Gustavo Gutiérrez Cabello le cantó ‘El silencio de Fredy Molina’, donde abrió su corazón, y dijo: “Voces de muerte se oyeron en todita la región, el llanto brilló en los ojos, tristeza en el corazón. Y mientras vibra confusa las notas de un acordeón, Fredy Molina se muere sin sentir ningún dolor. Y allí en su pueblito natal duermen sus sueños de infancia anhelos que nunca podrá realizar. De su pueblito en la sabana que se llama Patillal, Fredy Molina allí descansa nunca más se oirá cantar”.

Al respecto, ‘El Flaco de Oro’, quien recientemente cumplió 84 años, indicó: “El recuerdo de Fredy Molina es imborrable en mi memoria. Le hice la canción por su grandeza, siendo grabada por Alfredo Gutiérrez. Era una persona sencilla, amable, cariñosa y afectuosa con sus amigos. Tenía una gran sensibilidad para un componer. Además, su juventud y la mía estuvieron muy ligadas por una hermandad profunda. La poesía de Fredy Molina es  única y sus canciones inmortales”.

También con la tristeza a cuestas, el compositor Armando Zabaleta hizo la canción ‘No voy a Patillal’, una elegía para su colega y amigo, ganando en el Festival de la Leyenda Vallenata del año 1973. “No voy a Patillal porque me mata la tristeza, al ver que en ese pueblo fue donde murió un amigo mío. Era compositor como lo es Zabaleta, y era lo más querido de ese caserío. Si algún día llego a ir sé que me regreso enseguida, porque me da tristeza apenas yo empiezo a recordarlo”.

Recuerdos vivos

En Patillal, se sigue recordando, y más por Margarita Ochoa Maestre, con quien Fredy Molina tuvo dos hijos, Edgardo José y José Juan, quienes son compositores y han sacado adelante su legado para que nunca muera. Precisamente, hace dos años la versión 33 del Festival Tierra de Compositores de Patillal fue en su honor.

Ahora, 52 años después de su partida sigue viva la memoria del bardo de ‘La Malena’, quien con un verso dejo constancia de todo su sentimiento. “Yo quiero que tú me quieras como nunca me has querido. Y si no quieres que muera, vuélveme a querer lo mismo”. Definitivamente, Fredy Molina no pudo ser firme en el amor ante la debilidad del corazón.

 

Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Sobre el autor

Juan Rincón Vanegas

Juan Rincón Vanegas

Cultivo de folclor vallenato

Periodista, escritor y cronista, natural de Chimichagua, Cesar y ganador de distintos premios de periodismo con historias del folclor vallenato y sus distintos personajes. Actualmente se desempeña como Jefe de Prensa de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

@juanrinconv

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Recuerdos de Juancho Rois que adornan los 25 años de su partida

Recuerdos de Juancho Rois que adornan los 25 años de su partida

  Las etapas del destino marcan una línea invisible que ni los enamorados alcanzan a descubrir en el marco de sus corazones. Esa fig...

Leandro Díaz, el genio ciego del vallenato que caminó más allá de la oscuridad

Leandro Díaz, el genio ciego del vallenato que caminó más allá de la oscuridad

  La mañana del domingo 20 de marzo del año 2011, no era una mañana cualquiera, como se cuenta en una de sus canciones, sino la de...

Rafael Ricardo sí fue profeta en su amada tierra

Rafael Ricardo sí fue profeta en su amada tierra

  Como si estuviera caminando por los terrenos mágicos de Macondo, donde la realidad tiene destellos de eternos parpadeos del ayer, ...

26 de mayo de 1957, cuando nació un héroe vallenato llamado Diomedes Díaz

26 de mayo de 1957, cuando nació un héroe vallenato llamado Diomedes Díaz

  Se le reconoce con nombres como el Cantor Campesino, Chivato, Guajiro, Inmortal, Indio o Papá de los pollitos; sin embargo, para m...

Una cartilla educativa para preservar la auténtica música vallenata

Una cartilla educativa para preservar la auténtica música vallenata

Durante tres días se desarrolló en Valledupar el Encuentro de Saberes de Auténtica Música Vallenata cuya finalidad consistió en ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados