Música y folclor
Ignacio Guillermo Cantillo Vázquez, un hombre de leyes que defiende la autenticidad de la música vallenata
«Porque soy de una región de trovadores y poesías en donde el ciego Leandro Díaz alumbra más que el mismo sol»
(Adrián Pablo Villamizar Zapata, médico, compositor y trovador)
El martes primero de diciembre del año 2015 fue un día histórico para la música, el folclor y la cultura colombiana porque el género musical más importante de nuestro país, la “Música Vallenata”, fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Este reconocimiento representó la oportunidad, para que en el mundo se promoviera el aporte del vallenato al fortalecimiento del diálogo intergeneracional y el respeto por las matrices melódicas de una expresión musical que se ha construido a partir de la realidad, cotidianidad y la magia que encierra la región del Caribe colombiano.
Hace algún tiempo vengo siguiendo y escuchando las composiciones del abogado Ignacio Cantillo Vásquez, especialista en sociedades comerciales de la Universidad Libre, nacido en el municipio de La Paz, Cesar: bello y pintoresco pueblo del Caribe colombiano y terruño de grandes exponentes de la música vallenata: los integrantes de La familia López, Jorge Oñate, Emiro Zuleta Calderón, entre muchos más.
Este abogado, compositor, con alma de poeta viene haciendo canciones que reúnen todas esas características que tuvo en cuenta la UNESCO para designar nuestra música vallenata como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Son canciones bien logradas desde el punto de vista melódico, contenido literario, poético e interpretativo. Que han sido grabadas por destacados exponentes de la música vallenata como Ivo Díaz y Jimmy Murgas, con el respaldo de grandes acordeonistas, tales como el Rey de Reyes Almes Granados, los reyes Vallenatos Wilber Mendoza, Orangel "El Pangue" Maestre y otros dos acordeonistas también profesionales: Omar "El Zorro" Hernández y Hadiel Vega.
Tres buenos trabajos discográficos titulados "Con Sentimiento Provinciano", "El Sentir de Un Poeta" y "Mi Vallenato Por Siempre". Canciones compuestas con versos y melodías fieles a los cánones del vallenato clásico: paseos, merengues y sones que narran situaciones vivenciales de un compositor raizal.
En uno de tantos encuentros que he tenido con este compositor en lo que, por lo general hablamos de diferentes temas, pero en particular hacemos énfasis en la música vallenata que es un gusto que tenemos en común, surgió una charla muy amena de preguntas y respuestas sobre la historia de sus canciones, como nacen y otros aspectos de ellas que les comparto a continuación:
¿Qué es lo que lo lleva a componer canciones?
Mira, es un misterio el impulso para componer. Cuando yo estaba en bachillerato en el Colegio Liceo Celedón de Santa Marta, me di cuenta que yo era un adolescente confundido, perdido en un mar de cosas que muchas veces no entendía por lo complejo o, simplemente, que no me interesaban, no le encontraba ninguna utilidad. Eso me ocurría con asignaturas académicas como el álgebra, la física, la trigonometría, entre otras.
Fue, entonces, cuando un día mientras escuchaba a los pescadores de la bahía hablar con tanto entusiasmo de lo que les acontecía en sus faenas de pesca me puse a pensar y meditar que si esa vida que yo estaba llevando, aparentemente sin sentido, la podía traducir en versos, en poesía todo se vería diferente con unas tonalidades que lo harían más atractivo. De esta manera llegué, empíricamente, a una conclusión trascendental: "la vida mejora cuando la cuentas, cuando la vistes de poesía, de rimas y de detalles".
En la medida que hacía escritos sobre lo que me pasaba a mí, o a mis seres queridos, a mis compañeros de colegio, concluí que también podía componer canciones y narrar en versos las referidas historias. Sin embargo, como no tocaba ningún tipo de instrumentos y adolecía de conocimientos de música, utilicé como apoyo algunas melodías que ya existían en el vallenato tradicional. De esta forma comencé a "descomponer canciones" para darle sentido a mi mundo lo que me permitía aislarme temporalmente de aquellas situaciones que, para mí, tenían poco o ningún interés.
¿En qué momento de su vida se dio cuenta que lo apasionaría ser compositor?
Cuando comenzó mi adolescencia no tenía muy claro, exactamente, eso de ser compositor, hasta una tarde en la que pude presenciar la manera como el gran Dagoberto López Mieles "El Clarín de la Paz" componía una de sus canciones. Ver esa pasión con la que hacía nacer cada verso fue, para mí, algo mágico. En ese momento me dije: "Uy, esto es lo que yo quiero hacer algún día". Esa canción que presencié componer posteriormente se convirtió en clásico de la música vallenata, grabada por Los Hermanos Zuleta y cédula de presentación del maestro Dagoberto López "Costumbres perdidas".
¿Qué implica ser un compositor de música vallenata?
Implica muchas cosas. Yo creo que el compositor, no sólo en el vallenato, sino en cualquier tipo de música, es aquella persona que hace sentir en el alma de otros la pasión con la que escribió cada verso. Además, tiene la sensibilidad para interpretar los sentimientos de aquellos que no tienen la facilidad para hacerlo. Puede fácilmente ponerse en el pellejo de otro generando así la empatía necesaria para expresar sentires.
¿Qué se requiere para ser un buen compositor?
Yo creo que, para ser un buen compositor, como muchas cosas en la vida, se requiere comprometerse a usar las tres 'P': pasión, perseverancia y preparación. Eso sí, teniendo en cuenta que la pasión multiplica y las otras dos suman.
Estoy convencido que los grandes compositores han sido, son y serán pioneros, aventureros y rebeldes. Son esas personas que no dudan en saltarse las reglas, se lanzan a contar en versos y melodías unas historias donde la realidad y la imaginación se juntan en una simbiosis caprichosa e irreverente.
Hoy puedo afirmar que como compositor vivo de la anécdota, de los acontecimientos, de la vida cotidiana. Hago un gran esfuerzo para interpretar el mundo y de crear arte a través de las experiencias de la vida y del conocimiento que voy adquiriendo. Es allí donde me siento compositor. Por eso creo poder demostrar que no hay una sola canción de las mías que no haya nacido de un hecho verdadero que conocí o que me contaron.
¿En el proceso de componer puede ocurrir que haya canciones que mueren antes de nacer?
Por supuesto, muchísimas veces. Hay momentos en que tienes la idea pero los versos y/o la melodía que lograste hacer no te satisfacen. En otras, te llega la inspiración (letra y melodía), pero no tienes definido un tema específico; es decir, hay momentos en los que le aciertas al nido, pero erras el pájaro.
¿Qué importancia tuvieron en sus canciones los compositores clásicos de la vieja guardia como Rafael Escalona, Leandro Díaz, Tobías Enrique Pumarejo, Emiliano Zuleta Baquero, Máximo Móvil, Gustavo Gutiérrez, entre otros?
Pienso que cada uno en su estilo me mostraron que todas las cosas que le sucedían a los seres humanos, a los amigos, a los vecinos, al pueblo, al país, al mundo, existía una historia de fondo y que lo que había que hacer era saberla contar y cantar, de una manera histriónica. De una forma directa quien me mostró a mi el camino de la composición fue Dagoberto López Mieles. Verlo componer de una manera tan sencilla y, a la vez, creativa, en un instante me convenció de que hacer eso era posible.
¿Qué se necesita más para componer: disciplina o inspiración?
Opino que las dos. Es una mezcla, las dos van de la mano. También tiene una influencia importante la metodología que el compositor pueda crear o la que adquiera o copie de otros compositores. La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
¿Qué tanto debe leer un compositor?
Debe leer mucho y si no sabe leer, como era el caso de algunos de nuestros juglares, debe observar y escuchar, sobre todo, cuentos, poesías, crónicas, historias. Es muy importante también conocer la vida y obra de otros compositores, tanto del mundo vallenato, como de otro tipo de música.
¿Qué tan importante es que el compositor esté actualizado de lo que pasa en el mundo?
Muy, muy importante. En un mundo globalizado como el de hoy todo pareciera estar relacionado y cualquier suceso puede convertirse en un estupendo motivo para estructurar una canción de oportunidad que impacte a un determinado público.
¿Cuál es la canción qué más lo ha dejado satisfecho cómo compositor?
Tengo que decir que cualquiera de ellas. Como dijo alguien "con las canciones pasa como con los hijos, no todos se portan igual de bien, pero a todos los queremos de maneras diferentes". Con las canciones pasa que unas le han dado vida y trascendencia a otras. Sin embargo, yo diría que mis canciones preferidas son las que se refieren a mi esposa, a mi hijo y a mis nietos. Esas me emocionan en mayor grado.
Dr. Cantillo, ¿usted habla cómo compone o compone cómo habla?
La verdad es que yo disfruto mucho hablar con la gente, conocer la manera como ellas ven el mundo, como expresan sus sentimientos, las historias que cuentan. A mi como compositor me interesa muchísimo la vida privada que gira alrededor de una composición que ya es pública. Desentrañar esa motivación especial que hizo posible que naciera un canto tan lindo.
Soy de los que piensa que todos los compositores tienen cosas en la mente que inciden en lo que componen. Es como desentrañar la historia privada de las canciones.
Es importante tener en cuenta que el compositor se alimenta de lo que vive, de lo que ve, de su entorno, de lo que otras personas le cuentan y de las reacciones que esas personas tienen sobre lo que les pasa. Alguien dijo alguna vez que "el compositor vive gran parte de su tiempo en modo imaginación y sólo muy poco en cotidianidad o conectado con la realidad de su mundo".
Debo decir que también disfruto sentarme a escribir unos versos, estructurar el marco de referencia de una canción.
¿Cuál es la importancia de conocer la historia que dio origen a una canción vallenata?
La afirmación de que las historias, en general, no son más que datos con alma, es verdad. Con respecto a esto y de manera particular en la región Caribe ocurre un fenómeno interesante sobre la trascendencia que tiene la oralidad en la vida de las personas que habitan esos territorios o son originarios de allí y que de manera magistral lo describe el escritor Alberto Salcedo Ramos al expresar que "en el Caribe, para que las cosas pasen hay que contarlas y cantarlas". Entonces, si se mira con detenimiento el contenido y alcance de las canciones vallenatas tradicionales, resulta concluyente afirmar que ellas son el recipiente mágico donde un ser humano decidió contar una historia propia o ajena, de una manera creativa, embadurnándola de unas melodías que se impregnan en el alma de quien las escucha.
Es bien curioso, pero no por ser menos real, lo que ocurre con la percepción que una persona tiene cuando escucha la historia que motivó una determinada canción y luego conoce la pieza musical a cuando, simplemente, escucha la misma canción pero sin la historia. Pareciera que, el conocer lo que sintió o vivió el compositor al momento de estructurar esos versos, generara automáticamente, una especial empatía con quienes conocen el tema musical.
Es por todo eso que resulta tan importante que, como parte trascendente de la cultura de los pueblos, no sólo se den a conocer las canciones como tal, sino que además, se ilustre a propios y extraños acerca de las historias de las canciones y, ojalá, del entorno y la vida de ese compositor que en algún momento de su existencia decidió hacer versos para contar y cantar lo que él o alguien cercano a él sintió en algún momento de su existencia.
¿Por qué cree que la música vallenata gusta tanto?
Yo creo que es por ser una música sencilla, rítmica, alegre, nostálgica, anecdótica, vivencial, cuenta historias y además es una música que por el entorno donde nace, es democrática, incluyente como dicen ahora los jóvenes. Cualquiera puede componer un paseo, un merengue, una puya, un son y puede mostrar su obra en cualquier sitio: una parranda, un potrero, un funeral, un estudio de grabación, etc.
¿Cree que los compositores tienen cábalas o supersticiones al escribir sus canciones?
He hablado con algunos y de alguna manera han desarrollado comportamientos que se asemejan a eso que usted pregunta, tales como hacerlo sólo en las noches o al momento de bañarse, o cuando están totalmente solos y en silencio.
Particularmente, yo tengo algunas, por ejemplo: me gusta escribir los versos en un block de hojas amarillas que no sea cuadrículado. Me encanta usar bolígrafos negros 'Paper Mate' punta de gel. Nunca compongo una canción utilizando el computador, o la tablet, o el celular. Casi siempre comienzo sintiendo una melodía la cual tarareo por algún tiempo y luego llegan a mi mente los primeros versos.
¿Cuál considera que haya sido el mejor consejo que le han dado cómo compositor?
Que cuando componga no piense en términos de mercado. Se debe componer independiente del resultado económico que de allí se pueda derivar. Los ingresos por regalías y la fama llegan con el tiempo o no llegan nunca.
Componer es un arte y por tanto hay que dejarse llevar por la pasión. Hay que componer con espontaneidad, como un desahogo, eso sí, hay que hacerlo con un método creado por el mismo compositor o adquirido de personas que ya lo hayan hecho con éxito.
¿Cuál es la canción vallenata qué usted ha escuchado más veces?
Son muchas, pero de manera especial recuerdo en este momento una obra musical titulada 'Una Canción Eterna' del compositor Jacinto Leonardi Vega Gutiérrez. Yo creo que es porque en su letra el compositor describe muchas de las situaciones que también me han ocurrido en mi propia vida.
¿Tiene algún pasatiempo favorito?
Son varios. Componer canciones es hoy uno de los principales; también pescar, cocinar, ver fútbol y escuchar vallenatos.
¿Cuál es su costeñismo favorito?
Yo creo que son dos, las expresiones: ajá y hombe qué va.
¿Cuál o cuáles compositores los inspiran?
Uy, hay muchos. De los pioneros, esos juglares que nos abrieron el camino Leandro Díaz, Rafael Escalona, Emiliano Zuleta Baquero, Adolfo Pacheco, Tobías Enrique Pumarejo, Gustavo Gutiérrez, Dagoberto López, entre otros. De los más contemporáneos: Rafael Manjarrés, Jacinto Leonardi Vega, Luis Egurrola, Rosendo Romero, Ivo Díaz, Roberto Calderón y sus hermanos, entre muchos más.
¿Escucha canciones de otros ritmos, cómo cuáles?
Si claro, escucho canciones del interior del país: bambucos, guabinas, etc. También música llanera y boleros clásicos.
¿Qué canciones ha compuesto últimamente y cuál es su temática?
Compuse un paseo titulado "Orgullo de padre" en la que me refiero a la admiración que siento por mi hijo. También otro paseo que titulé "Qué nunca muera el amor", que apunta a expresar de manera lúdica, lo que pasa con el amor en el transcurso del tiempo. En ese mismo aire vallenato hice una canción titulada "El poeta y el río que muere", en la que hago alusión a lo que viene pasando con la crisis del Río Cesar, tanto en su aspecto ambiental, como folclórico. Otro tema que denominé "Recuerdos perdidos", en lo que hago referencia a lo innecesario que resulta para las parejas hablar de sus respectivas relaciones amorosas del pasado.
***
El Dr. Ignacio Cantillo Vázquez es un hombre nacido en la provincia que se radicó en la fría capital colombiana Bogotá hace cinco décadas y esa nostalgia y tristeza causada por la falta de su terruño, el mar, la playa, su entorno natural se convierte en una aliada para componer, con lo que suplía esa sensación de soledad y nostalgia.
Cantillo Vázquez se describe como "un hombre Caribe con todo lo que ello implica": el amor a su tierra, costumbres, gastronomía, historias y leyendas, las cuales conserva intacta en su mente a pesar de la distancia y los años que ha vivido separado de ese mágico lugar en donde dio sus primeros pasos.
Hoy tiene más o menos 47 canciones grabadas y publicitadas y otras 10 que están inéditas, y que han encontrado en la voz de Ivo Luis Díaz Ramos y el acordeón del Rey de Reyes Almes Granados sus mejores intérpretes, maestros que le han sabido dar ese toque de vallenato añejo y rancio que él plasma en sus letras y melodías, lo que lo convierten en un gran compositor, poeta raizal y popular. Las cuales pueden ser escuchada en su canal de Youtube: Ignacio Cantillo Vázquez.
A todos mis lectores y seguidores, muy amablemente, los invito a escuchar las canciones de este maestro, porque seguramente más de uno, al igual que yo, sentirá y pensará que el vallenato aún respira, aunque se encuentra en cuidados intensivos.
Ramiro Elías Álvarez Mercado
Sobre el autor
Ramiro Elías Álvarez Mercado
Una copa de folclor
Nacido en Planeta Rica, Córdoba, el 14 de octubre de 1974, radicado en Bogotá hace casi tres décadas. Amante de la lectura, los deportes, la escritura, investigador nato de las tradiciones, costumbres, cultura, música, folclor y gastronomía del Caribe colombiano.
Estudió coctelería, bar, etiqueta y protocolo con dos diplomados en vinos y certificación de sommelier, campo profesional en el que tiene más de 20 años de experiencia.
Escribe de manera empírica, sobre fútbol y otros deportes, vinos y todo lo relacionado con el tema, así como publicaciones en distintos medios sobre cultores de la música vallenata y de otras expresiones musicales que se dan en el Caribe colombiano. Sus escritos han sido publicados en distintos medios virtuales.
Desde temprana edad le ha gustado escribir, sin embargo, fue en Bogotá, muy lejos de su terruño, que se le despertó ese deseo incesante de recrear las semblanzas de personajes que han hecho un aporte significativo al vallenato y otras expresiones musicales de la Costa Atlántica de Colombia.
3 Comentarios
Quiero felicitarte por la profundidad y emotividad con que abordas la riqueza cultural del vallenato y la obra del Dr. Ignacio Cantillo Vásquez. Has logrado transmitir no solo la relevancia histórica de este género musical, sino también la pasión y compromiso de un compositor que encarna la esencia del vallenato clásico. La manera en que exploras sus motivaciones, procesos creativos y conexión con su tierra natal ofrece una visión íntima y enriquecedora que invita a valorar este legado cultural. Gracias por recordarnos que, aunque en "cuidados intensivos", el vallenato sigue vivo gracias a artistas como Cantillo y su dedicación a la tradición. Un saludo cordial.
Felicitaciones mi hermano por esta publicación, fuerte abrazo vallenato, cada día puliendo más su pluma maestro.
Maravillosa Tertulia con Sabor a Pueblo. Reitero mi admiración y respeto por El Maestro Ignacio Cantillo Vásquez "El Poeta Raizal", es un maravilloso personaje que vive Macondo, su conversación es sencilla y profunda, con concepto y valor, siempre aprendes de folklore, de derecho, de historia, de literatura, es un Amigo cariñoso, respetuoso y detallista, que ama nuestro Vallenato y lo defiende donde quiera que se encuentre y en especial lo hace con sus Composiciones, exigente del cumplimiento de los cánones vallenatos a quien interpreta sus canciones, es carta de garantía en la preservación de nuestro folklore. Un Abrazo y Mil Bendiciones mi estimado Ignacio Cantillo Vázquez "El Poeta Raizal". Ramiro Álvarez Mercado mi hermano Muchas Gracias por Compartir tu charla con El Maestro Ignacio Cantillo Vázquez, con tu escrito logras trasmitir sentires y vivencias que parece que estuviera presente en la tertulia, su lectura ha sido maravillosa. Tu Amigo Hochiminh Vanegas Bermúdez HOCHI Cantautor Vallenato @hochimusik ???????????????????? #CantandoHistorias
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