Música y folclor
El papel del porro en la antigua construcción social del Caribe

La música en las comunidades es, además de un método de comunicación, esparcimiento y presentación identitaria, un bastión para su construcción social. Dentro de la región caribe, una zona eminentemente musical, donde todas sus costumbres y tradiciones están enmarcadas en el pentagrama, el porro en particular sirve como punto de partida para analizar antropológica y sociológicamente el comportamiento del Caribe en su construcción social, sobre todo en la época de su surgimiento.
Guillermo Valencia Salgado “compae goyo” sociólogo, investigador, abogado y compositor monteriano determina categóricamente, cómo las partes estructurales del porro pelayero, explican a partir de la danza, el inicio de una relación interpersonal. Dice “compae goyo” que el porro es “simple y llanamente una declaración de amor” y ya lo veremos.
Todo empieza por el momento de la reunión social, donde antaño, confluían los coterráneos entorno a un evento específico, en un caso particular, el fandango. El parejo se acerca de forma educada hasta la jurisdicción de la mujer a cortejar, que, por tradición, generalmente se encontraba acompañada de una persona mayor y pide permiso para bailar con la dama.
En la parte introductoria del porro, lo que se llama “danzón” el hombre se acerca lentamente en actitud de coqueteo con la mujer en aras de invitarla a bailar, ella al llegar la segunda parte del porro, donde bombardinos, trompetas y trombones se sumen en una conversación de preguntas y respuestas, empieza a mover la “pollera” y a dejarse seducir por los galanteos del parejo.
En esta segunda parte ambos bailarines entran en un tejemaneje de contradicciones donde el hombre pretende demostrar superioridad y la mujer su orgullo y rebeldía natural, controversia se apacigua al llegar la “bozá” donde los clarinetes toman el protagonismo improvisando la parte más romántica y de más sabor en el porro pelayero.
Es en este punto de la conversación gestual donde convergen los sentimientos de amor de ambos participantes hasta acabar en la parte introductoria de la pieza musical. Hemos visto como el porro pelayero ha servido de canal para la construcción del caribe colombiano a través de la importancia de su estructura original (danzón, desarrolló y bozá) lo que nos explica que todo en nuestro medio tradicional tiene una razón de ser, que en muchos casos, como este en especial, ha perdido solidez y protagonismo, entre otras cosas por la carencia de fandangos en el caribe y por la injerencia de modernos ritmos y nuevas danzan que le robaron abruptamente el imperio a lo autóctono y raizal.
Hernán de la Ossa Benítez
Sobre el autor

Hernán De La Ossa Benítez
La bitácora del naufrago
Hernán Duley De La Ossa Benítez, nacido en Sincé, departamento de Sucre el 7 de agosto del 2000. Actual estudiante de la facultad de Ciencias jurídicas de la Universidad del Sinú, sede Montería. Escritor por vocación desde sus primeros años. Autor del libro “¿A dónde van las gaviotas?”, publicado por la editorial Torcaza en 2021. Asiduo lector de prensa, literatura contemporánea y amante de la poesía clásica. Poeta y columnista, refiere en sus líneas inquietudes sociales y exalta la cultura de la región sabanera con un ambiente raizal y espontáneo, sencillo y atrapante para el lector. Cursó bachillerato en el Liceo Panamericano campestre de la ciudad de Sincelejo, donde reafirmó su vocación de escritor.
0 Comentarios
Le puede interesar

Omar Geles más allá del Vallenato
El 21 de mayo del 2024 se nos fue Omar Geles, con sólo 57 años. La noticia de la muerte de Geles impactó no solo a sus seguidore...

La tambora se revitaliza
Los pueblos del río y de la ciénaga de La Zapatosa en el departamento del Cesar, desde siempre practicaron una danza hipnótica lla...

El Mono Zabaleta tiene la fórmula
Sentado al lado de su gran amigo y acordeonero Elías Mendoza, el Mono Zabaleta disfruta de un momento de innegable satisfacción. Tras...

Plantaciones
El 6 de diciembre de 1928 se produjo la llamada ‘masacre’ de las bananeras. La huelga llevaba casi un mes y el ejército interv...

Andrés Ariza Villazón y su tributo a Gustavo Gutiérrez
Con sólo 17 años, Andrés Ariza Villazón demuestra una grandísima madurez. Joven y apuesto, tranquilo y sonriente, su entrada al ma...