Música y folclor

Un pianista en la capital mundial del Vallenato

Redacción

28/02/2013 - 09:15

 

Pedro PeralesEl amor que profesa a diario al piano nació desde muy temprano, cuando todavía niño, los juguetes caían en sus manos y se transformaban en una fuente de recreación inconsciente.

Durante una visita al Banco de la República de Valledupar, un diminuto piano de plástico con las notas de una sola gama atrajo su atención y se convirtió desde entonces en su mejor amigo: el que hoy en día sigue compartiendo muchos de sus momentos íntimos.

Pedro Perales ya no es un niño. Su piano tampoco, pero ambos conservan esa candidez que mana de la música, esa ilusión de aprender, descubrir e interpretar los sonidos más bellos para apropiárselos –aunque sea unos minutos– y decir que en algún momento fueron uno mismo.

En la casa que alberga la Fundación Pentagrama, en la esquina de la Plaza Alfonso López, Pedro aparece cada semana, los miércoles sobre todo, ensayando y compartiendo los temas que pasan por su cabeza aleatoriamente. Él es el pianista que acompaña al famoso cantante de Vallenato, Iván Villazón, en sus giras por el país, y sin embargo, en sus encuentros con el piano a cola que ocupa gran parte del salón de reuniones, Pedro prefiere poner la música vallenata a un lado e interpretar todo tipo de temas que no suelen escucharse a menudo en Valledupar. Música clásica, jazz, salsa y clásicos colombianos nacen de sus manos con un toque sereno y el silencio de un público que varía cada semana.

“Vengo aquí a liberarme”, nos explica con sosiego, sin dar más explicaciones y, después de interpretar majestuosamente “La comparsa”, ese tema cubano que Chucho Valdez hizo famoso en un dúo con su padre, le preguntamos si es difícil ser pianista en la capital mundial del Vallenato, la ciudad donde los acordeones Höhner predominan,  y su respuesta es inmediata, casi instintiva: “¡Totalmente!”, exclama Pedro.

Los detalles llegan a continuación. El joven pianista sostiene que los locales, bares y restaurantes, solicitan sobre todo los servicios de bandas que incorporan el acordeón. Además, la mayoría de las veces, cuando se presenta en algún sitio, el público termina preguntándole por el acordeón. “¿Toca el acordeón?” “¿Y el acordeón? ¿Qué opina?”. A él le toca responder lo mismo: lo suyo es el piano. Es el instrumento que le acompaña –junto con la flauta–  y que le permite expresarse.

Extraordinaria situación. El piano, el Rey de los instrumentos, el más armonioso y completo de todos, pasa totalmente desapercibido en Valledupar, y eso, según Pedro Perales, se debe a que es un instrumento más discreto. No genera tanto ruido, ni suena tan insistente como el acordeón.

Pedro se lo toma con filosofía. En los atardeceres de la plaza Alfonso López se rodea de sus amigos musicales, Richard Clayderman, Beethoven y Bach, para crear un mundo en el que las notas son puentes abiertos sobre el resto del mundo. De vez en cuando, se gira hacia el público con un semblante afable y pregunta: “¿Qué quieren que interprete?”. Las respuestas llegan dispersas, algo tímidas, pero él se ilusiona al percibir el interés del público o cuando éste mismo le pide algo inesperado, algo que le incita a renovar su repertorio.

Y hablando de repertorio, nos asombra que Pedro no tenga ninguna partitura delante de él. Todo lo interpreta con su memoria extraordinaria, dando espacio a improvisaciones que generan un ambiente relajado y ameno.

Este músico autodidacta nos explica que la memoria va desarrollándose con cada tema interpretado. Su secreto para no olvidar es dejarse llevar por la melodía y “abrir puertas en el camino”, así como un viajero que repite un paseo.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Elberto “El Debe” López llevó dos grandes recados que se volvieron canciones

Elberto “El Debe” López llevó dos grandes recados que se volvieron canciones

  Muy bien lo dijo Pablo López. “Mi hermano era un alma de Dios”, y remató Miguel López: “El Debe era servicial y nunca le h...

Adolfo Pacheco: anécdotas de un acercamiento al cantautor

Adolfo Pacheco: anécdotas de un acercamiento al cantautor

  Lo conocí -o al menos me enteré que existía- con el clásico formato que conocimos a los encumbrados alumnos matriculados en la ...

Diomedes Díaz y la celebración de  55 años insuperables

Diomedes Díaz y la celebración de 55 años insuperables

Este fin de semana el famoso cantante Diomedes Díaz cumplía 55 años. Las celebraciones se organizaron en un entorno privado en compa...

Hace 30 años secuestraron al Pedazo de acordeón

Hace 30 años secuestraron al Pedazo de acordeón

  Hace 102 años, el 9 de febrero de 1919, nació Gilberto Alejandro Durán Díaz – conocido como ‘Alejo’ Durán- y las histori...

La influencia de la “Ventana Marroncita” en el romance de Diomedes Diaz y Patricia Acosta

La influencia de la “Ventana Marroncita” en el romance de Diomedes Diaz y Patricia Acosta

  Hablar de Diomedes Dionicio Diaz Maestre, “El Cacique de la Junta”, es hablar del mejor cantante del vallenato, poeta sanjuaner...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados