Música y folclor
Neney Torres y el machete de Jiriqui

A Hermenegildo Torres lo conocen en Barranca Nueva, donde nació en 1954, como Neney. Mientras que en algunos lugares del departamento del Magdalena, lo identifican con el apelativo de Jiriqui, por ser el autor de la letra y la música, además de cantarlo, del porro titulado El machete de Jiriqui. Tema que está inspirado es su hermano Roger, conocido como Jiriqui, apodo que le dieron sus padres, para, según Neney, representar su forma de caminar debido a su cojera.
Neney forma parte de dos familias musicales, la Torres, a la que perteneció su tío Pello Torres, músico, compositor, arreglista y director de su orquesta Los Diablos del Ritmo, y pertenece su también tía, la cantadora Manuela Torres. La otra es la Arroyo, que junto a los Torres conformaron, a principios del siglo XX, dos importantes bandas de viento en Barranca Nueva.
Neney, a los catorce años, comenzó su vida musical haciendo parte como intérprete de la tumbadora del combo musical “Barranca Nueva, Lindo”, dirigido por Antonio Luis Torres. Instrumento que tocó hasta el día en que, debido a la ausencia del cantante Donaldo Pacheco, recibió la oportunidad de cantar.
Después de la desaparición del combo musical de Barranca Nueva, el clarinetista Leónidas Coba vinculó a Neney con la banda de viento de San Juan Nepomuceno. Luego hizo parte de la 8 de diciembre de Calamar que dirigía Virgilio Santander y fue cantante de la agrupación de instrumentos de vientos 2 de febrero de Arjona.
—Regresé a Barranca Nueva con la intención de unirme a la banda local, pero ya tenían como cantante a un señor de Mahates. La oportunidad me la brindó mi tío Pello Torres. En una ocasión, cuando vino con su orquesta a Barranca, me invitó a interpretar la tercera tanda de su presentación. A partir de ese momento, me integré a Los Diablos del Ritmo, grupo al que pertenecí durante diecinueve años, con algunas interrupciones. También formé parte de la orquesta de Mañungo y, más tarde, de la de Abram Muñoz y sus Caribes en Bogotá. Sin embargo, regresé a Sincelejo porque el clima de la capital me afectaba.
Con la orquesta de Pello Torres grabó dos discos de larga duración, pero se desvinculó de ella cuando su tío se enfermó y la agrupación desapareció. Entonces regresó a Barranca Nueva e hizo parte del combo musical del maestro Pulido de Campo de la Cruz. Después fue llamado desde Cerro de San Antonio para que organizara e hiciera parte de un proyecto musical.
–Cuando me invitaron a participar en ese proyecto musical, encontré a unos muchachos entusiastas. Los escuché y les sugerí que hiciéramos unos cambios para mejorar el sonido del grupo, incluyendo la vinculación de músicos de experiencia. Fue así como nació la banda orquestada Ritmo Caribe y con la que grabé El Machete de Jiriqui.
El machete de Jiriquí
La canción El Machete de Jiriqui es el mayor éxito musical de Neney Torres y la banda Ritmo Caribe. De la historia de cómo surgió la canción y la grabó, cuenta su compositor:
—Un mediodía de un día cualquiera, en tiempos de verano, un amigo llegó a mi casa indagando si Jiriqui se había vuelto loco. Le respondí que no. «Entonces: “Si no lo está, ¿por qué está allá, a orillas del río Magdalena, con este sol, cortando un árbol grueso de trupillo con un machete viejo y sin filo? », señaló.
—Me fui hasta el lugar donde me dijo el amigo que se encontraba Jiriqui. Lo encontré intentando cortar el tallo del árbol con un machetico viejo y oxidado, casi sin cacha. Como Jiriqui es sordomudo, me acerqué a él y le hice señas de que si estaba loco para estar haciendo eso con ese tremendo sol caliente. Él me respondió disgustado, diciéndome con ademanes que me fuera porque yo estaba impidiendo que cortara el árbol, porque si lo hacía, este me podría caer.
—El amigo que me avisó sobre lo que Jiriqui hacía, al saber que este no me prestó atención, me pidió que le compusiera una canción. Así nació este tema, grabado por la banda Ritmo Caribe.
—Estábamos en el estudio de grabación en Barranquilla, agotados después de trabajar en once canciones para el CD. Durante un descanso, aproveché para decirles a los muchachos: "Tengo una última composición que podemos grabar antes de irnos a descansar". Les compartí la letra y la música:
Les voy a contar una historia y no son mentiras mías.
Jiriqui cortaba un palo, pero el palo no caía.
Con el machete le pegaba, pero el palo no cayó.
Me miraba y hacía señas de que el culpable era yo.
—Un día cualquiera, un amigo me dijo que le regalara un CD para promocionarlo por San Basilio, Magdalena. Más tarde, me enteré de que El machete de Jiriqui era un éxito en parte del departamento del Magdalena. Fue el único tema de ese trabajo musical que sonó.
—Han pasado casi diez años desde que grabamos este porro. Sin embargo, el gusto por escucharlo crece cada día. Tanto es así que este año el maestro Mañungo y su banda de viento lo incluyeron en su repertorio, sabiendo que el público se lo exigiría en las fiestas patronales de Bálsamo, que fueron a animar.
Álvaro Rojano Osorio
Sobre el autor

Álvaro Rojano Osorio
El telégrafo del río
Autor de los libros “Municipio de Pedraza, aproximaciones historicas" (Barranquilla, 2002), “La Tambora viva, música de la depresion momposina” (Barranquilla, 2013), “La música del Bajo Magdalena, subregión río” (Barranquilla, 2017), libro ganador de la beca del Ministerio de Cultura para la publicación de autores colombianos en el portafolio de estímulos 2017, “El río Magdalena y el Canal del Dique: poblamiento y desarrollo en el Bajo Magdalena” (Santa Marta, 2019), “Bandas de viento, fiestas, porros y orquestas en Bajo Magdalena” (Barranquilla, 2019), “Pedraza: fundación, poblamiento y vida cultural” (Santa Marta, 2021).
Coautor de los libros: “Cuentos de la Bahía dos” (Santa Marta, 2017). “Magdalena, territorio de paz” (Santa Marta 2018). Investigador y escritor del libro “El travestismo en el Caribe colombiano, danzas, disfraces y expresiones religiosas”, puiblicado por la editorial La Iguana Ciega de Barranquilla. Ganador de la beca del Ministerio de Cultura para la publicación de autores colombianos en el Portafolio de Estímulos 2020 con la obra “Abel Antonio Villa, el padre del acordeón” (Santa Marta, 2021).
Ganador en 2021 del estímulo “Narraciones sobre el río Magdalena”, otorgado por el Ministerio de Cultura.
1 Comentarios
Excelente artículo felicitaciones mi estimado amigo Dr Alvaro Rojano Osorio
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