Música y folclor
Mañanita de invierno: donde la nostalgia y el amor se unieron en un solo corazón

En estos días donde la lluvia se despide a menudo del cielo, aparece en primera fila un clásico vallenato de esos que encienden los motores del sentimiento y en el panorama se evoca aquella mañanita de invierno. Esa misma que hace posible darle vacaciones al sol.
Precisamente, la canción ‘Mañanita de invierno’ mejor nombre no pudo tener. De la autoría de Emiliano Alcides Zuleta Díaz, centra su origen en evocar la nostalgia de su niñez, el romance con una mujer, las ganas de llorar y la solicitud de un beso, de esos donde el silencio desempeña el mejor oficio desde la boca.
De esta manera, la lluvia y las nubes fueron protagonistas, pero el compositor quiso avanzar en sus propósitos siendo directo. “Dame un besito, te lo pido mi amor, dame un besito con todo el corazón, para que sepas como un hombre, cuando se enamora con el alma, le entrega el cariño a una mujer”.
Enseguida aceleró su canto. “Mira que el cielo ya se vuelve a nublar, y una góticas ya empiezan a caer. Vamos pa’ dentro que nos vamos a mojar, para que estemos bien solitos, y yo así entregarte mi cariño, pa′ que tú te sientas más mujer”.
Al cumplirse el objetivo no tuvo otra opción que dar los agradecimientos con el memorable verso. “Mira esas nubes cómo están de bajiticas que quisieran saludarnos, observando nuestro amor. Y son tan nobles que quizás no nos critican, ellas no sienten envidia, más bien sienten emoción”. Una manera maravillosa de exaltar aquel nacimiento del día, donde el corazón pudo percibir, soñar y presumir que estaba unido a los compases solemnes del sentimiento.
Emiliano, llevado por la emoción, todo lo pasó a su acordeón poniéndole los versos precisos logrando tocar el alma y elevar el espíritu. Así lo había hecho al contar la historia con su hermano Poncho Zuleta, cuando lo escuchaba cantar; la veneración a la virgen del Carmen y también el amor a su mamá Carmen Díaz, a quien destacó por su dulzura, bondad y por parecerse a Dios. De igual manera, en el año 1985 ganó el concurso de la canción inédita del Festival de la Leyenda Vallenata con el paseo ‘Mi acordeón’, resaltando que ese instrumento tiene una sonrisa, y una elegancia muy especial, siendo como una muchacha bonita, de esas que tiene Valledupar.
Reflejo de las vivencias
Entonces, sin perder el hilo de la añoranza, dijo. “Para mí ‘Mañanita de invierno’ interpretada por mi hermano Poncho, es el reflejo de lo que viví llevándolo a un canto. Estaba enamorado donde todo es color de rosas y más teniendo al frente el nacimiento de un nuevo día. En ese caso no podía faltar la inspiración que llegó en la finca mía en el pueblo de Urumita. Mire, a cada lugar que voy es motivo de conversaciones que me traen muchos recuerdos y más al repasar los versos de la canción. Todo quedó calcado en mi memoria”.
Alrededor de la canción aparece una anécdota en la cual fue protagonista el escritor y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien, al escucharla en una parranda, le comentó a Emiliano Zuleta Díaz. “Esa es la forma más culta de decirle a una mujer, vamos a hacer el amor’'. En ese verso está la intención poética de darle oficio al cuerpo para que ande feliz por el paraíso, ingrese a través de la amplia puerta del infinito y la sangre recorra las venas con mayor fuerza.
No podía faltar aquel hecho musical sucedido hace seis años cuando Poncho Zuleta y Silvestre Dangond, cantaron en vivo la canción ‘Mañanita de invierno’ que se volvió viral. “Ese fue un momento glorioso al estar al lado de Poncho Zuleta, quien mantiene su interpretación a lo largo del tiempo, destacando la emoción de la canción que tiene todos los elementos narrativos para pegarse en el corazón. A Emilianito, lo admiro por sus canciones y la interpretación del acordeón. Es una gloria viviente de la música vallenata”, expresó Silvestre Dangond.
Emiliano Zuleta Díaz, ‘El gago de Oro’, se retiró de las actividades musicales el 21 de diciembre de 2019, pero sigue amando a su acordeón. También, es el autor de bellas canciones que hacen añorar esos tiempos de la nota linda, la voz sentida y las ganas de llorar.
Gracias, Emilianito Zuleta Díaz, por regalar ese pedazo de su alma, esos momentos gloriosos del folclor y el verso donde expresa todo. “Y así viviré, con esa ilusión, así moriré junto a mi acordeón. Y es como una flor de un bello jardín y como los labios de una mujer que cuando estoy triste me hace reír”.
Es así como la historia cuenta que hace 32 años, 21 de enero de 1993, comenzó a escucharse ‘Mañanita de invierno’, despertando melancolías, regalando alegrías y poniendo a volar la imaginación para abrazar hasta aquellas mañanitas que cantaba el Rey David, pero que un amado hijo de Villanueva, La Guajira, con su acordeón enmarcó en el pentagrama del folclor vallenato.
La luz de la autora sigue apareciendo en el firmamento para aplaudir el nuevo día que Dios regala, escuchándose sin parar la canción donde un hombre lleno de sabiduría musical, se siente satisfecho y con la mayor emoción por estar al lado de su amor, ese mismo que repercute más allá del silencio.
Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv
Sobre el autor
Juan Rincón Vanegas
Cultivo de folclor vallenato
Periodista, escritor y cronista, natural de Chimichagua, Cesar y ganador de distintos premios de periodismo con historias del folclor vallenato y sus distintos personajes. Actualmente se desempeña como Jefe de Prensa de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.
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