Música y folclor
Andrés Ariza Villazón y su tributo a Gustavo Gutiérrez
Con sólo 17 años, Andrés Ariza Villazón demuestra una grandísima madurez. Joven y apuesto, tranquilo y sonriente, su entrada al maravilloso y copado mundo del Vallenato no deja de sorprender.
Los motivos son numerosos, y trataremos de presentar una gran parte en este artículo, pero quizás el más destacable de todos sea la admiración que profesa por los grandes representantes del folclor Vallenato.
Afincado hasta hace poco en la Heroica ciudad de Cartagena, el joven no se olvidó nunca de sus raíces vallenatas, y se empeña ahora en rescatarlas con la presentación de un tributo a Gustavo Gutiérrez Cabello (lanzado la semana pasada en Valledupar con la presencia del homenajeado).
Pero no es todo. En la entrevista concedida a Coco Ramos y Vallenatos Fans, el joven mostró su interés en preservar la memoria de un género que representa y, en este sentido, citó los comentarios del periodista Samper quien dijo que el Vallenato se parecía cada vez más a “salchichas comerciales”.
Obviamente, Andrés Ariza no se opone a la creatividad y la innovación, él es un joven llamado a renovar el panorama musical de su región, pero defiende el concepto por encima de la forma, se interesa por la belleza estética y el buen gusto antes de la provocación a toda costa. Esos criterios sorprenden cuando hablamos de un joven que hace su entrada en el poblado universo del Vallenato y, sobre todo, cuando la norma general consiste en caer en las excentricidades.
Más allá de los gustos musicales del cantante, impresiona también su voz y el modo peculiar, apasionado y concentrado, con el que interpreta sus canciones. Cálida y nítida, su voz marca desde el inicio la tonalidad y atrapa la atención del espectador.
Es cierto que Andrés Ariza interpreta con una flamante facilidad los temas del “Flaco de oro”, pero hay que recalcar por encima de todo, que lo hace a su manera, es decir con un estilo elegante y armonioso, libre y templado, apoyando la letra con su voz y haciendo que los versos terminen con el efecto deseado.
Su expresión corporal, la mirada al público, su mano posada sobre el pecho, demuestran una empatía que puede vincularse directamente con su pasión por el folclor. Andrés Ariza disfruta de lo que canta, transmite esa emoción con toda su esencia y el público responde con la misma viveza.
El último punto, pero no de los menos importantes, es que Andrés se deja acompañar de los mejores. De por sí, el tributo a Gustavo Gutiérrez Cabello es un acierto, sobre todo en un año dedicado a él, pero lo es también la presencia del Rey Vallenato Juan José Granados con quien mantiene una relación cercana y amistosa.
El acordeonero también se alegra de acompañar a Ariza Villazón en este resonante lanzamiento. Todos sabemos que la juventud es un bien preciado (y que, además, se pega). “¡Encantado de estar aquí con Andrés! –expresó sonriendo el Rey Vallenato–. Él tiene 17 años y yo quince ahora”.
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