Música y folclor
Quin Vásquez y su misterioso cajero “El socio”
Nuestro folclor como muchos otros, está adornado de leyendas y personajes que lo engalanan y engrandecen.
En primer lugar aparece Francisco El Hombre venciendo al mal (representado por el demonio), cuando, después de recurrir a la ayuda de Dios, decide tocar con su acordeón el credo al revés. Sin embargo, el hombre que abusa de su privilegio, como le sucedió a Andrés Montufar que con un verso altanero ofendió a las damas de Los Venados, se ve vencido por el mal en forma de mujer.
En el caso que nos ocupa, el hombre se asocia con el mal para superar a los de su mismo arte. Esto es lo que hizo Quín Vázquez para salir de lo común que hacían sus colegas.
Muchos afirman que nació en Valencia de Jesús y que, por razones de su oficio, se desplazaba por toda la provincia. Además de acordeonero, era correo y practicaba la hechicería. En aras de su trabajo, llegaba en la tarde a la ciudad de santa Marta, distante de Valledupar a más de doscientos kilómetros, el mismo día regresaba corriendo para tocar y animar con sus versos una fiesta.
En sus ratos de holganza cazaba venados en las sabanas del diluvio. También le ganaba en apuesta de velocidad a los mejores caballos de la región. La tradición oral reza que, para ganar tiempo en sus correrías como mensajero, se transformaba en un jaguar para infundir temor y respeto cuando cruzaba terrenos de fieras y de indios salvajes, y en el campo abierto lo hacía en forma de venado para alcanzar mayor velocidad en su andar.
En sus presentaciones musicales se hacía acompañar de un enigmático cajero que nadie conocía ni daba explicación de dónde vivía. Podía tocar el mismo día y a la misma hora en tres sitios diferentes. “El socio” –así es como lo llamaban–, en cada lugar tenía diferente aspecto físico. Era un cajero fenomenal, totalmente acompasado con el acordeonero y con el guacharaquero, a éste le daba la espalda cuando tocaba para no ver la cruz que se formaba entre la guacharaca y el trinche, sus golpes eran firmes e inconfundibles atraían a campesinos y labriegos que lo escuchaban a distancia, e irresistibles acudían a presenciar aquel toque magistral.
Si alguna dama lucía un crucifijo, “El socio” se atravesaba (perdía el ritmo) y entonces se percibía en el ambiente un ligero olor a azufre, que iba desapareciendo tenuemente hasta confundirse con los desodorantes y perfumes que usaban los asistentes a la colita (fiesta).
Como brujo, Quín Vásquez tenía poderes curativos, fue precisamente quien atendió a Andrés Montufar, cuando la bruja Dolores Escalona le dio un bebedizo y, gracias a sus conocimientos, el moribundo pudo sobrevivir algunos días.
En su actividad de correo, además de llevar la correspondencia con sus versos y su acordeón, iba de pueblo en pueblo dejando recados y noticias que propagaba como un periódico andante.
Así las cosas, estamos en lo cierto cuando afirmamos que las leyendas y personajes engrandecen nuestro folclor, también lo hacen más admirable, vernáculo y distintivo.
Arnoldo Mestre Arzuaga
nondomestre@hotmail.com
Sobre el autor
Arnoldo Mestre Arzuaga
La narrativa de Nondo
Arnoldo Mestre Arzuaga (Valledupar) es un abogado apasionado por la agricultura y la ganadería, pero también y sobre todo, un contador de historias que reflejan las costumbres, las tradiciones y los sucesos que muchos han olvidado y que otros ni siquiera conocieron. Ha publicado varias obras entre las que destacamos “Cuentos y Leyendas de mi valle”, “El hombre de las cachacas”, “El sastre innovador” y “Gracias a Cupertino”.
0 Comentarios
Le puede interesar
Palenque lo sanó, pero África le saciará el alma
Kwa Mina tiene un sueño. Se visualiza en África, escarbando sus raíces negras, andando sobre las huellas de sus ancestros, lac...
Thaliam y la emoción de la balada en Valledupar
En la juventud está el talento, la superación y la emoción. Y en la voz de la cantante Thaliam encontramos cada uno de estos ingredi...
A Rafael Orozco lo marcó la canción Cariñito de mi vida
Corrían los días finales del mes de octubre de 1974 cuando Rafael José Orozco Maestre, apareció en un concurso de voces realiza...
Rock al parque 2018: el milagro de la música
Este año, el festival llegó a su versión veinticuatro. Como siempre trajo certezas, sorpresas y desconciertos. Todo bajo cuatro ejes...
Víctor Rey Reyes, entre notas de acordeón y recuerdos duraderos
El pasado seis de enero en horas de la madrugada, Día de los Santos Reyes, murió en Bucaramanga el acordeonero de Barrancabermeja...