Música y folclor
Músicos colombianos que marcan la música universal
La música colombiana sigue creando puentes y traspasando fronteras. El último ejemplo lo dieron grandes representantes de la música colombiana como Lácides Romero, un acordeonista y profesor en la Universidad Pedagógica Nacional (presente en el Encuentro Mundial de Acordeones de Valledupar), al representar por primera vez a Colombia en el FESPAM.
Organizado en la República del Congo, el FESPAM (Festival Panafricano de Música) es uno de los festivales más importantes de todo el continente negro y el más notorio de los que anualmente se realizan en el país centro africano.
En Esta ocasión, asistieron 57 grupos musicales en representación de 22 países africanos, un grupo de Francia, uno de los Estados Unidos de América y uno de Colombia, además de otras agrupaciones variadas.
Invitado al FESPAM (Festival Panafricano de Música), Lácides Romero y la agrupación que dirige “Quinteto Colombia Caribe” estuvieron en la República del Congo por 7 días.
En el grupo estaban también presentes Xiomara Henao, cantante profesora de canto en la Universidad INCCA; Francisco Rivera, clarinetista profesor de clarinete en la Universidad Pedagógica Nacional; Mauricio Sierra, percusionista de Mojito Lite y Mauricio Sichacá, en el bajo eléctrico.
En Brazzaville (capital de la República del Congo y sede del festival), el maestro Lácides Romero y su grupo ofrecieron tres conciertos cuyo repertorio incluyó obras de José Barros, Lucho Bermúdez, Leandro Díaz y Rafael Escalona.
Por otro lado, Lácides Romero y su Dúo Nuevo Mundo que integra con el clarinetista Francisco Rivera, realizó un concierto en la milenaria Basílica de Notre Dame de Marseille en la ciudad francesa de Limoux, con obras de Haendel, Mozart, Haydn, Paul Jean Jean, Leo Delibes y compositores latinoamericanos como Ernesto Nazareth, Luis Antonio Calvo, Carlos Vieco.
La Basílica de Notre Dame de Marseille fue construida en el año 1011 y formó parte de la ruta que utilizaban los peregrinos para llegar a Santiago de Compostela al norte de España. Era la primera vez que en este templo se presentaba un concierto con acordeón y clarinete, tal como lo muestra la fotografía adjunta.
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