Música y folclor
El recuerdo de Vicente “Chente” Munive
La mañana del 24 de septiembre moría en Valledupar uno de los últimos representantes del folclor vallenato más auténtico: Vicente “Chente” Munive.
El juglar que aquí recordamos era, de hecho, considerado por muchos como el último juglar debido a su forma de vida: apasionada, libertaria y libre-pensadora. La poesía estaba en cada una de sus estrofas, y sus estrofas poblaban cada esquina de su existencia.
Su muerte advino en una clínica de Valledupar donde estuvo varios días ingresado para atender las urgencias impuestas por la enfermedad. Esa enfermedad –que le había quitado las ganas de comer– también le impidió cumplir su 74 aniversario el 18 de noviembre y lo alejó de su ciudad natal, Guacoche, donde siempre había permanecido con orgullo.
En una entrevista difundida por la radio Caracol en el año 2004, “Chente” Munive se presentaba como “lo último que queda en el vallenato clásico”. Un título que ostentaba con jactancia al percibir la deriva del género y la consolidación del criterio comercial en la industria discográfica.
De la misma forma, y con esa dignidad que no dejaba de sorprender, “Chente” insistía en no revelar su edad a nadie, luchaba contra ese concepto terrenal con el fin de mantenerse siempre activo, e incluso se alegraba de no saber cuántos años le quedaba por vivir.
En su querido Guacoche, vivía compaginando su amor por la música con el campo. Pasaba con una facilidad asombrosa de las teclas de un acordeón a las tetas de las vacas que ordeñaba, y además, dedicaba gran parte de sus versos a las reses que lo rodeaban.
De “Chente” nos quedan canciones tan conocidas como “Dina López”, “La camioneta”, “Hombre parrandero”, “La escoba nueva”, “El cambio” o “Déjame gozá”, pero por encima está ese temperamento alegre, simpático y fiestero, característico de un juglar.
Para él, una vida sin acordeón era inconcebible. Por eso, el hombre pidió a sus familiares que colocaran uno de sus instrumentos encima de su baúl, anunciando así sus intenciones de transformar la muerte en otro destino para disfrutar del Vallenato más auténtico.
En el mundo del folclor Vallenato, nadie quedó indiferente a la muerte del juglar. De todas las declaraciones, debe destacarse el comunicado de la Fundación de la Leyenda Vallenata que ensalzaba la naturalidad de sus cantos grabados por los más destacados cantantes vallenatos como Jorge Oñate, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta o Iván Villazón.
Del mismo modo, el columnista Jorge Nain Ruíz rememoró en este periódico uno de sus encuentros con “Chente”: “Este hombre sí reunía las características de un Juglar: recorría la provincia cantando y tocando sus canciones, esas que narran los amoríos y andanzas; bohemio en todo el sentido de la palabra, enamorado como él solo, campesino humilde y trabajador, lo que siempre quiso ser y fue, dicharachero, alegre y divertido, ese fue el “Chente” que conocí.”
Así pues, lamentamos la partida de otra gran estrella de Guacoche y volvemos con nostalgia a esos discos y canciones dorados donde “Chente” seguirá brillando eternamente.
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