Música y folclor

Las fiestas de Valledupar: momentos de alegría y orgullo

Redacción

29/01/2012 - 00:00

 

El Ballet de Valledupar / Foto: Johari Gautier Carmona462 años. Son los años que cumplió la ciudad de Valledupar el 6 de enero del 2012. Cuatro siglos de una historia rica reflejada en la música y en las actuaciones de unos grupos de baile destacables. 462 años de intercambios culturales: mezclas sutiles entre las etnias indígenas y las poblaciones de origen africano y europeo.

Desde temprano, la ciudad entera se entregó entusiasmadamente a las competiciones deportivas (atletismo y ciclismo), marchas folklóricas, y, más adelante, encuentros literarios (en la cámara de comercio) y actuaciones artísticas.

El escenario de la plaza Alfonso López no sólo fue el lugar en el cual los dirigentes expusieron sus intenciones y deseos, sino también la plataforma sobre la cual los artistas más experimentados y osados del panorama local ejecutaron sus mejores prestaciones.

Ahí se encontraron miles de ciudadanos, niños e hijas, padres y abuelos, para saborear una tarde de puro entretenimiento y de talento. Frente al escenario: un centenar de sillas en las que los observadores más tranquilos podían disfrutar del espectáculo o saborear algún que otro refresco. Y alrededor de las barreras metálicas: el público más fervoroso ––equipado de cámaras y celulares––, eternizaba los instantes más intensos. Así se distribuían los espectadores en la noche de Valledupar.

El espectáculo fue de lo más animado.  Un festival de colores e iluminaciones. Una explosión de emociones y sensaciones.  Cabe destacar primero la escenografía del grupo de baile EUPARI que, con un ritmo contagioso y vivo, fue reconstruyendo unas tradiciones indígenas llenas de simbolismos y misterio.

Luego, el grupo Nabusimake hizo una muestra de su experiencia con un espectáculo fastuoso de piloneras. Hombres y mujeres se persiguieron y se entrelazaron en unas coreografías repletas de alegría y sensualidad. Juego y seducción. Baile y tradición. Elegancia y osadía. Todo alentaba el espectáculo. Y, cómo no, una música jovial, construida sobre el ritmo de unos tambores africanos, acompañaba a los bailadores y los espectadores.

La gran sorpresa vino de Celia Cruz. Sí, esa gran cantante afrocubana ––el  mito de la música salsa–– volvió a nacer casi diez años después de su muerte para cantarle a todo Valledupar que: “La vida es un carnaval”. La interpretación fue a cargo de una joven vallenata que resultó clasificada en el programa televisivo de Caracol.

Tras una interpretación de las más intensas en el que se notó su habilidad para “romper las caderas” en un gesto elástico y enérgico, Celia Cruz dirigió unas palabras entusiastas a todo su público: “¡Valledupar tiene talento!”. Y el público respondió con una oleada de aplausos.

El Ballet vallenato es otro de los conjuntos de la noche que deben subrayarse ya que, con la belleza de sus bailarinas y la elegancia de sus hombres, la precisión de cada movimiento y la alegría de sus rostros, demostraron que el baile es un arte como cualquier otro en el que cada detalle tiene su importancia. Los vestidos más suntuosos provocaron el asombro de un público totalmente entregado y la melodía dio vida a las coreografías más estudiadas.

La fiesta de Valledupar siguió con la actuación de muchos otros cantantes conocidos. Demostraciones de talento y expresiones de orgullo. Acordeones y tambores. Una fiesta llena de anécdotas e imágenes. Momentos que alegran el alma.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Rosa Emilia, la guardiana de la tradición tamborera en El Paso

Rosa Emilia, la guardiana de la tradición tamborera en El Paso

Custodiar algo no es tarea fácil, menos cuando se trata de salvaguardar una tradición cultural tan basta como la de los cantos de t...

El Biguine de Martinica

El Biguine de Martinica

Debido a constantes debates en torno a los nuevos aportes generacionales en nuestro folklore regional, me permito recuperar algunas a...

Naferito Durán, el rey vallenato que vive contando recuerdos

Naferito Durán, el rey vallenato que vive contando recuerdos

Después de estar en su casa ubicada en el barrio Altos de Garupal de Valledupar, el Rey Vallenato del año 1976, Náfer Santiago Durá...

Diomedes Díaz, exaltado en los concursos del Festival Vallenato 2014

Diomedes Díaz, exaltado en los concursos del Festival Vallenato 2014

A pocos meses del Festival Vallenato, y tras la presentación del nuevo afiche para la versión 47 en homenaje a Diomedes Díaz, la Fun...

Los grandes triunfos de Freddy Molina

Los grandes triunfos de Freddy Molina

  Con mucha certeza y fundamento, no me equivoco al afirmar que la época dorada y de mayor esplendor de la música vallenata estuvo ...

Lo más leído

La Muerte de Abel Antonio

Álvaro Rojano Osorio | Música y folclor

Origen del Festival de la Leyenda Vallenata: un viaje en el tiempo

Simón Martínez Ubárnez | Música y folclor

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados